RESÚMENES LIBROS

TÍTULO RESUMIDO

TEMA

"LA DESTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA: Reacción, reforma y revolución en la segunda República."  Paul Preston.  Trad. de Jerónimo Gonzalo.  Madrid, Ediciones Turner, 1974.

II REPÚBLICA ESPAÑOLA

"LA VERDADERA GUERRA DE LAS GALAXIAS:  El primer reportaje sobre el Proyecto SDI (Iniciativa de Defensa Estratégica)".  William J. Broad.  Editorial Planeta, 1986.

CARRERA ARMAMENTOS

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.  Historia 16.

II GUERRA MUNDIAL

EL MILAGRO EUROPEO:  Entorno, economía y geopolítica en la historia de Europa y Asia.  E. L. Jones.  Madrid, Alianza, 1987.

ANTECEDENTES REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

"EL CONGRESO DE VIENA".  Harold Nicolson.  Madrid, Sarpe, 1985.

EUROPA RESTAURACIÓN

ESPAÑA 1936-1939.  LA GUERRA MILITAR:  La guerra en el Norte.    Manuel Tuñón de Lara, Gabriel Cardona y José Luis Alcofar.   Madrid, Historia 16-Caja de Madrid, 1996.

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

ESPAÑA 1936-1939.  LA GUERRA MILITAR:  El frente de Aragón.    Ramón Salas Larrazábal y Gabriel Cardona.   Madrid, Historia 16-Caja de Madrid, 1996.

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

LA GRAN GUERRA.  Años de sangre, ruinas y miseria.  Julio Gil Pecharroman, Gabriel Cardona, Manuel Espadas y José U. Martínez Carreras.  Siglo XX, Historia Universal, nº 5.  Historia 16.  1983.

I GUERRA MUNDIAL

 

  

 

"LA DESTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA:  Reacción, reforma y revolución en la segunda República."

Paul Preston.  Trad. de Jerónimo Gonzalo.  Madrid, Ediciones Turner, 1974.

 

 

I-  LOS ORÍGENES DEL CISMA SOCIALISTA.  EL PSOE, 1917-1931.

 

En el debate sobre los orígenes de la guerra civil española, se ha convertido en un lugar común la atribución de la principal responsabilidad al partido socialista, el PSOE.  No hay que olvidar que en la insurrección de 1934 fue el PSOE, y no la CEDA, quien abandono los métodos democráticos y apeló a la violencia.  Este recurso a la violencia fue uno de los síntomas más claros de la radicalización del PSOE desde 1933, como consecuencia de la desilusión ante los escasos logros reformadores republicanos.  Salvador de Madariaga afirmó que "lo que hizo inevitable la guerra civil española fue la guerra civil en el interior del partido socialista".  Todavía está por aclarar la radicalización del PSOE en una época en que en Europa estos partidos evolucionaban hacia el moderantismo.  La bolchevización del PSOE en la II República se debió a las reivindicaciones de sus bases, que llevaron al partido a adoptar formas revolucionarias y abandonar el reformismo pablista de Besteiro y otros.  Ya en la crisis de 1917 y en 1920-23 esta tendencia se manifestó, pero el pablismo logró mantener su reformismo y su conservadurismo, adoptando posturas conservadoras ante la I G.M. y pactando con Primo de Rivera.  Sólo la inflación de 1916 y la radicalización de sus bases en la República, hizo triunfar las tendencias radicales.  Con Primo de Rivera, sólo Prieto y Fernando de los Ríos, se opusieron claramente a la dictadura, el resto esperaron a que el régimen entrase en un claro declive.

Pablo Iglesias falleció en 1925 y Julián Besteiro se convirtió en presidente del partido y de la UGT, manteniendo posturas reformistas similares a las de Kautsky, mientras que Largo Caballero tan sólo era un sindicalista pragmático, que había escrito algo tan poco revolucionario como que el movimiento obrero era resultado de la inalterable necesidad de mejorar la situación moral y material de los trabajadores dentro del régimen capitalista.  Largo Caballero obtuvo un puesto en el Consejo de Estado, como representante de los trabajadores y de la UGT.  Prieto dimitió al aceptar Largo este puesto, y entre los dos surgió una enemistad personal larga y agria.  Desde 1828, debido a la degradación de las condiciones de vida en las minas asturianas en el campo, va cobrando fuerza la oposición al colaboracionismo.  Besteiro mantendrá la ortodoxia socialista, considerando a  la Dictadura como el último estadio de la monarquía, y pensaba que la burguesía se encargaría de establecer una democracia y llevar a cabo la preceptiva revolución burguesa, antesala del futuro triunfo socialista.  Largo protagonizó una aproximación a los prietistas en 1928-9, defensores de una activa colaboración con los sectores republicanos, forzado por el cambio de tendencia en las bases de la UGT. 

Con el gobierno Berenguer, Prieto decidió apoyar a las fuerzas republicanas, largo también, pero Besteiro prefirió seguir con la ortodoxia revolucionaria, y dejar que la revolución burguesa la hicieran los burgueses.  En Abril de 1930 se fundó la FNTT, con 157 secciones y 27.340 miembros, que en dos meses pasaron a 275 secciones y 36.639 miembros, lo que forzó a la UGT a una participación mucho más frecuente en las huelgas a partir de Abril de 1930.  Entre los obreros y jornaleros se extiende la creencia de que sólo una república podía resolver los problemas económicos y sociales del país, centrándose el desarrollo de la concepción de la República como panacea en la perspectiva de una reforma agraria radical.  El Pacto de San Sebastián del 17-8-1930 contó con la presencia de Prieto y De los Ríos, pero el 16 de Septiembre el PSOE no aprobó el Pacto, hasta que Largo inclinó la balanza en contra de Besteiro y el Pacto fue aceptado y los tres ministerios ofrecidos por la coalición republicana también, designando a Prieto, De los Ríos y Largo, como ministrables.  Largo siempre se rigió por el oportunismo, por la táctica, nunca por principios ortodoxos, como Besteiro, lo que explica sus constantes cambios.  Largo cambió de opinión por la gran oportunidad de obtener un ministerio, por su rivalidad con Prieto que no le permitía dejar toda la fama a éste, y, sobre todo, porque las bases del partido se habían radicalizado y exigían posturas más combativas o de lo contrario la UGT perdería terreno con respecto a la CNT.  El caso es que la conspiración republicana fracasó en Jaca, a pesar de que Queipo de Llano intento seguir adelante, pero el fracaso no fue significativo, ya que 4 meses después las intenciones republicanas triunfarían en las urnas (Abril de 1931), pero el PSOE si que acuso el fracaso inicial, ya que las huelgas proyectadas para apoyar el golpe fracasaron en Madrid, y esto originó un agrio debate de responsabilidad, del que Besteiro salió perdedor, ya que parecía que sus seguidores habían boicoteado la huelga.  El resultado de este fracaso fue la derrota de los besteiristas y la aceptación por el partido socialista y la UGT de una política de colaboración total con el movimiento republicano, quedando los besteirista reducidos al control de la FSM(Federación Socialista Madrileña).

En resumen, en el PSOE habrá tres posturas:  Besteiro pensaba que los socialistas deberían dejar que la burguesía hiciese su propia revolución;  Prieto defendía la colaboración con los republicanos, porque el establecimiento de derechos democráticos era un fin valioso en sí mismo, y porque pensaba que la burguesía era demasiado débil para llevar a cabo su revolución;  Largo defendía la colaboración, pero más bien por los beneficios materiales inmediatos que podía acarrear al movimiento socialista y por oportunidad que daba de preparar la futura implantación del socialismo.  En gran medida, el desarrollo del movimiento socialista durante los años treinta estuvo influido por la importancia de un análisis histórico esencialmente incorrecto de lo que estaba sucediendo en España.  Los cálculos de los tres sectores del PSOE se basaban en la certeza de que iba a ocurrir una revolución progresista dirigida por la burguesía.  Análisis erróneo porque la burguesía progresista eran pequeños burgueses, y la gran burguesía no era nobles, sino burgueses oligarcas en la industria y en el latifundio desde el siglo XIX.

 

II-  BARRICADAS CONTRA LA REFORMA:  LA DERECHA LEGALISTA, 1931-1933.

 

Las elecciones municipales del 13 de Abril de 1931, provocan la proclamación republicana el día 14, provocando reacciones varias de la derecha.  Los catastrofista se ridiculizarán y estuvieron detrás del levantamiento militar del 36;  los accidentalistas construyeron un partido de masas de derechas, lo utilizaron para bloquear la vía reformista de la República y alteraron totalmente la opinión socialista sobre las posibilidades de una democracia burguesa.  El accidentalismo creía que las reformas republicanas eran accidentales, de importancia secundaria, y lo esencial era el contenido u orientación socio-económica del régimen.  Esta era la teoría de Ángel Herrera, director de El Debate, y líder de la ACNP, seguida después por Gil Robles como líder de este grupo ya con la CEDA.  La ACNP y la Iglesia fueron unidas en la defensa del orden y de la propiedad, recibiendo instrucciones del Nuncio Tedeschinni, de Pacelli, y de Vidal y Barraquer, y recomendando votar en favor de Acción Nacional.  A lo largo de la República el clero utilizara tanto el púlpito como el confesionario para defender el orden económico-social existente y para hacer propaganda electoral a favor de Acción Nacional.  Los accidentalista recibieron un importante respaldo, cuando los catastrofistas monárquicos, agrupados en el Círculo Monárquico Independiente, fueron rechazados por el pueblo, originándose los célebres incendios de iglesias del 10-12 de Mayo de 1931 (M. Maura estaba convencido de que los inductores fueron provocadores de los sindicatos libres).  Después de esto los monárquicos acudieron en tropel a alistarse en las filas accidentalistas de Acción Nacional, encargándose Antonio Goicoechea de la presidencia interina.  En Castilla, Acción Castellana, heredera de la Confederación Nacional Católico Agraria, se integró también en Acción nacional, con todos los terratenientes y gran número de pequeños propietarios que compartían con los terratenientes la devoción por la Iglesia y la monarquía como los dos pilares del orden social, además de temer la subida de salarios excesiva que les acabaría arruinando (a los pequeños propietarios).

Los accidentalistas decidieron aceptar la República por la imposibilidad de impedirlo, y porque desde dentro se lucharía mejor para defender el orden y la propiedad, acusando a la República de bolchevique.  Acción Nacional, desde la minoría, luchó contra el art. 26 y 44 de la Constitución y una vez aprobada ésta inició una campaña muy beligerante para reformar la Constitución.  Goicoechea y Gil Robles encabezaron la campaña, prohibida por el Gobierno debido a los ataques viscerales de Saíz Rodríguez y compañía.  En 1937, Gil Robles, afirmó con orgullo que la beligerancia por él creada hizo posible la victoria de la derecha en la guerra civil (Sur , de Málaga, 28-4-1937).  Una campaña en favor del aumento precio mínimo trigo dio grandes apoyos a Acción Nacional entre los productores de trigo, ya que los grandes productores y los acaparadores eran los grandes favorecidos.  En el invierno de 1932 se desarrolló una polémica entorno al precio del trigo, que había subido mucho y Marcelino Domingo tuvo que autorizar importaciones hasta que los acaparadores sacaron su trigo al mercado y llegó la nueva cosecha, hundiéndose entonces los precios, por lo que el gobierno tuvo que soportar acusaciones de todo tipo:  Por un lado, por no haber importado trigo antes y permitir precios tan altos, y por parte de los productores por todo lo contrario.  A esto se unió la campaña contra el Estatuto de Autonomía Cataluña y la Reforma Agraria, oponiéndose la derecha con farragosas enmiendas, hasta que llegó la sanjurjada, el 10 de Agosto, y se produjo un gran fervor prorepublicano que permitió vencer la oposición derechista y aprobar rápidamente estos dos proyectos.  Estos hechos convencieron todavía más a los accidentalistas de la necesidad de mantener la actitud legalista, en vez de la catastrofista de Sanjurjo y compañía.

A finales de febrero de 1933, 500 delegados, presentando a 735.058 miembros de 42 grupos de derechas, dieron su acuerdo para la creación de la CEDA.  Para las elecciones de 1933 Gil Robles visitó Alemania para copiar métodos electoralista, y sus discursos se vieron plagados de alegatos fascistas, participando en una campaña muy opulenta gracias a las donaciones de J. March y Conde Romanones.  El lema fundamental era que la democracia no era para la derecha un fin, sino un medio para lograr el poder:  "Llegado el momento, el Parlamento o se somete o le hacemos desaparecer" (El Debate, 17-X-1933).  La CEDA hizo todo tipo de alianzas a nivel local:  En Asturias con los reformistas de Melquíades Álvarez, en Alicante con el monárquico convertido a republicano conservador, Joaquín Chapaprieta; en Baleares con J. Marcha; en Guadalajara con Romanones;  en Extremadura, Ceuta, Granada, Jaén, y Zamora, con el partido radical a nivel local, etc.  Las elecciones del 19 de Noviembre de 1933 le dieron a la CEDA 67 escaños y 78 a los radicales, de los 378 diputados totales, lo que suponía realmente una derrota de CEDA, que pensaba ganar, y que le obligó a aliarse con el Partido Radical de Lerroux.  Tras la segunda vuelta, los cedistas obtienen 115 escaños y los radicales 104, mejorando algo la situación de la primera vuelta.

III-  DEMOCRACIA SOCIAL Y CONFLICTO SOCIAL:  EL PSOE EN EL PODER, 1931-1933.

El PSOE, ante la República, mantuvo las tres tendencias ya descritas (Largo, Besteiro, Prieto) y hombres como Alcalá Zamora elogiaron al PSOE, considerándole un freno a las turbas revolucionarias que impedirían cualquier labor burguesa-republicana.  Pero el PSOE iba a cambiar, empujado por las masas y por el enorme crecimiento de la FNTT, cuyos afiliados reivindicaban claramente la confrontación con los terratenientes, parapetados en Acción Popular y Acción Nacional, arrastrando al PSOE y UGT a tomar medidas más radicales de las deseadas.  Durante la época de prosperidad de los veinte hubo un éxodo rural importante, provocado por los planes de construcción de Primo.  Los obreros de la construcción no especializados ahora tuvieron que volver a sus pueblos.  Dado que el 45,5% de población activa (3,9 millones) trabajaba en el campo, y que 2 millones eran jornaleros, no es extraño que la situación rural preocupase sobremanera, lo que llevó a Largo Caballero (Ministro Trabajo) y De los Ríos (Justicia) a publicar rápidamente decretos referentes a la cuestión rural:  El 28 de Abril de 1831 se prohíbe la importación de mano de obra exterior a un municipio mientras quedasen trabajadores locales sin trabajo;  el 7 de Mayo se introdujeron los jurados mixtos; el 1 de Julio se estableció la jornada de ocho horas para el campo;  el 7 de mayo se decreto el laboreo forzoso para impedir que los propietarios sabotearan estas medidas dejando de cultivar la tierra.

Gran parte del éxito de la campaña de afiliación de Acción Nacional en el verano del 31 puede atribuirse al resentimiento generado por esos primeros decretos agrícolas y al miedo a futuras medidas más completas, pero no hay que olvidar que en Andalucía y Extremadura entre el 40-60% de las tierras útiles no se cultivaban.  En las elecciones a Cortes Constituyentes del 28 de Junio de 1931 el PSOE obtuvo 116 escaños, y el congreso extraordinario del partido del 10 de Julio aprobó la participación en el gobierno, y un paquete de reivindicaciones:  Una declaración de derechos de la persona, la nacionalización de los ferrocarriles, los Bancos, las minas y los bosques, la solución del problema agrario, la introducción del divorcio, la construcción de un sistema educativo laico y la declaración de independencia religiosa del Estado.  El PSOE tuvo que defender a la República de las derechas y las izquierdas, lo que le llevó en el verano de 1931 a reprimir el furor huelguista de la CNT en Asturias, telefónica en Madrid, Sevilla, etc., y con muertos de por medio.  Las bases de UGT y FNTT no entendían muy bien esto, y ello provoco la primera crisis, que hizo plantearse a Prieto y Largo su dimisión del gobierno, al pensar que estaban haciendo el juego a la burguesía.  Además, esto generó la enemistad definitiva de los socialistas con la CNT y comunistas, acusados de reventar la República con furor huelguista.  Anarquistas y comunistas multiplicaban las acusaciones de traición a su clase, y la moderación de la UGT no consiguió disminuir la hostilidad de la derecha.  Bajo tales circunstancias, los sacrificios continuados en favor de la República sólo podían justificarse por un progreso social interrumpido.  La prensa socialista empezó a reconocerlo progresivamente hacia finales del 31.  El entusiasmo desinteresado por la República empezó a ceder ante una línea más dura, tras la aprobación de la Constitución.

La huelga de Badajoz del 30-31 de la FNTT, provocó incidentes como el de Castilblanco, y la derecha acuso a los socialistas de incitar a los braceros contra la Benemérita, pero los socialistas creían que el auténtico criminal de Castilblanco había sido el sistema represivo de tenencia de tierras y pensaban que una y otra vez la Guardia Civil había causado la muerte de trabajadores sin que la prensa de derechas se interesara lo más mínimo.  En Arnedo, a finales de año, varios trabajadores fueron despedidos por pertenecer a UGT, el jurado mixto fallo a favor de los despedidos, pero el propietario se negó a readmitirlos, lo que provocó un mitin público de protesta ante el Ayuntamiento, y la Guardia Civil, sin motivo aparente, mató a cuatro mujeres, un niño y un trabajador e hirió a 40 personas.  En Bilbao, poco después, 2 socialistas y 1 republicano fueron muertos por pistoleros de derechas, y la G. Civil no apareció.  En Miguel Esteban (Toledo) la Casa del Pueblo fue asaltada y murió un obrero, en Villa de Don Fadrique el 8 de Julio fueron muertos tres trabajadores.  Todo esto considerando que el 83% de todas las infracciones laborales fueron cometidas por los patronos en 1932, y que la FNTT se limitaba a protestar ante el gobierno por la negativa de los propietarios a obedecer las leyes laborales.  El levantamiento del general Sanjurjo el 10 de Agosto de 1932, generó una ola de fervor republicano.  Fue esto lo que hizo posible, el 9 de Septiembre, la aprobación de la Ley de Reforma Agraria.  Gil Robles protestaba de la imposibilidad de obtener rendimientos de la tierra con salarios tan altos, lo que significaba reconocer que el sistema de explotación existente sólo podía funcionar a costa de salarios de hambre.  Las reformas republicanas amenazaban la rentabilidad de los propietarios, pero sobre todo la de los pequeños, sirviendo de base para la afiliación masiva a las fuerzas cedistas.  Estas reformas introducidas por el gobierno provocaron el lock-out propietarios en el otoño del 32, y en la minería se empezaron a cerrar minas y se exigía a los mineros que aceptasen menos horas de trabajo, salarios reducidos y pago en especie.

Ante la posibilidad de que las mejoras conseguidas para los obreros gracias a la colaboración, se viesen amenazadas por la presión derechista, en 1932 empezó el proceso de radicalización de Largo Caballero.  La huelga de la FNTT en Salamanca contra el lock-out empresarial, y la convocatoria de huelga minera asturiana, por los ferroviarios en Septiembre, provocaron divisiones entre la UGT y sus bases, más revolucionarias.  La UGT perdía afiliados porque sus bases la consideraban tímida, y se estaban afiliando a la CNT.  El acontecimiento clave fue el 8 de Enero de 1933, con los sucesos de Casas Viejas, y la muerte de los dirigentes anarquistas del pueblo.  El gobierno tuvo que hacer frente a las acusaciones de responsabilidad en Casas Viejas, y el prestigio socialista se vio mermado.  La violencia latente a nivel local, con pueblos enteros llenos de parados no contratados sistemáticamente por los propietarios, con intercambio de disparos cuando estos intentaban robar algunas bellotas, y algunos intentos de invadir propiedades, transmitieron esta violencia también a la política, generando gran hostilidad entre PSOE-CEDA.  Por su parte, Besteiro aprovecho para manifestarse contra la colaboración con el gobierno y el reformista, defendiendo su postura no colaboracionista como ortodoxia revolucionaria. El 11 de Septiembre de 1933 Alcalá Zamora llamó a gobernar a radicales de Lerroux, y el 8 de Octubre Martínez Barrio formó un gobierno totalmente republicano, pero sin el PSOE.  Esto se complicó con la suspensión de la medidas sociales (reforma agrícola) aprobadas antes, y se convocaron elecciones para el 19 de Noviembre. Largo Caballero dominó la campaña electoral con un lenguaje muy revolucionario, que obedecía a la hostilidad de la CEDA, que predicaba el fin del socialismo (El 15 de Octubre Gil Robles había manifestando la determinación de establecer el Estado Corporativo), y al entusiasmo de las bases.  Los resultados electorales supusieron una decepción para los socialistas, con sólo 58 escaños.  Hubo un 32% de abstenciones.  La desilusión de los socialistas con a democracia burguesa se hizo notoria, provocando su rápida radicalización.

 

IV-  LA POLÍTICA DE REPRESALIAS:  LA CEDA, EL PSOE Y LA INSURRECCIÓN DE 1934.

 

En Diciembre de 1933 había 619.000 parados (12% población activa), en abril 1934 ya eran 703.000.  La derecha unida había conseguido 3.345.504 votos frente a 3.375.432 de la izquierda  desunida, consiguiendo 212 escaños por 99 de la izquierda.  Los socialista rechazan la validez electoral por los manejos fraudulentos (El Ministro de Justicia, Juan Botella, dimitió como protesta por el nivel de falsificación).  CEDA Y PSOE sabían que sus principales enemigos eran ellos, respectivamente, no los más radicales de derechas o izquierdas, y por eso la lucha se planteo entre los dos.  Gil Robles dejó gobernar a Lerroux pero exigió la revisión o derogación de toda la política social del Bienio anterior y la política religiosa, a cambio de su apoyo.  El PSOE amenazó con la revolución, para impedir esto o para forzar nuevas elecciones.  Gil Robles abandonó a sus aliados electorales monárquicos, a pesar de que el 27 de Septiembre había jurado no aceptar pactos ni tratos con nadie hasta que no se revocase el artículo 26 de la Constitución.  En el PSOE, y sobre todo en las Juventudes, fue tomando cuerpo la idea de que la revolución era necesaria para impedir el ascenso del fascismo, para no incurrir en los errores del SPD alemán, como manifestó Araquistaín en sus discursos.  El 8 de Diciembre de 1933 la CNT promovió un levantamiento fácilmente aplastado por el Gobierno.  El PSOE lo condenó, pero también se opuso a la represión sangrienta, por considerar al Gobierno culpable, al empujar a las masas a la revolución por no respetar la política social.  Las Juventudes socialistas, sin embargo, propusieron apoyar un levantamiento revolucionario en la reunión del Comité Central de la UGT el 31-XII-1933.

En Enero de 1934 los sectores revolucionarios de UGT derrotaron a las ejecutivas besteiristas, y se identificaron con el programa revolucionario redactado por Prieto y Largo para hacerse con el poder.  El primer objetivo de todo movimiento revolucionario organizado por los socialistas sería impedir que la CEDA entrase en el gobierno.  Pronto Gil Robles retiró el apoyo al gobierno, ya que a los terratenientes no les gustaba que un liberal como Martínez Barrio en Interior, provocando la salida del gobierno de Mtz. Barrio, Lara y Zárate (Hacienda) y Pareja Yébenes (Educación), lo que provocó que el ala izquierda del partido radical se constituyese en el nuevo partido de Unión Republicana.  Gil robles seguía moviendo sus cartas para llegar a gobernar, crear un Estado Corporativo imitando a Dolffus, y sirviéndose de los radicales y de la radicalización del PSOE para defender sus aspiraciones de orden, mientras se iba revolcando la legislación religiosa del bienio.  Ante la huelga de trabajadores del ABC el 7-2-1934, se utilizó la represión y la CEDA pidió la supresión del derecho de huelga, por considerar las huelgas como atentados políticos contra el Estado.  Las Juventudes de Acción Popular (JAP), convocaron una concentración en El Escorial, donde se juró fidelidad al JEFE, y se utilizó una parafernalia fascista.  Esto provocó una contraconcentración trotkista-comunista.  Sólo asistieron 20.000 cedista al Escorial, lo que se interpreto como un fracaso.  Lerroux dimitió y se encargó del gobierno su compañero Samper, con la colaboración también de la CEDA.  Un decreto del 11 de Febrero había desahuciado a miles de yunteros extremeños, seguido de otro el 4 de Mayo que anulaba las expropiaciones que habían seguido al 10 de Agosto, y otro del 28 de mayo dejaba los salarios rurales al capricho de los patronos, y además los terratenientes consiguieron revocar la ley de términos municipales para contrataciones el 23 de mayo, lo que les permitía contratar portugueses y gallegos para la inminente cosecha.  La FNTT se decidió por la huelga para el 5-6-1934, a pesar de la oposición de UGT.  Salazar Alonso publicó un decreto considerando la cosecha un servicio público nacional y la huelga un conflicto revolucionario, declarando ilegales toda actividad huelguística.  Muchos dirigentes FNTT fueron condenados a 4-6 años de cárcel, las Casas del Pueblo cerradas, y la FNTT quedó casi paralizada hasta 1936.

El revolucionarismo de Largo y Prieto empezó a enfriarse ante la represión.  La idea de Marín, líder del Bloc Obrer i Camperol, en 1933 de crear una Alianza Obrera, resurgió en 1934 con el apoyo de los socialistas, creándose dicha organización.  Largo defendió el reformismo contra el revolucionarismo, y logró dulcificar la Alianza Obrera, en la que la CNT no participó, y otros la abandonaron ante la falta de revolucionarismo.  Largo, explicando la falta de apoyo a la huelga de la FNTT, dijo que no podía arriesgarse a otra derrota como la de 1917, y que esas actitudes sólo servían para darle más razones a la derecha.  La Alianza Obrera fue un éxito en Asturias, formándose el 28-3-1934 con socialistas, anarquistas, Izquierda Comunista y el BOC, manteniendo la disciplina, evitando huelgas esporádicas para conservar su fuerza para el esperado asalto fascista.  Mientras, en Cataluña la Generalitat de Esquerra había aprobado la ley de contratos de cultivo, que daba a los arrendatarios seguridad de mantener sus explotaciones y derecho a comprar las tierras trabajadas por 18 años, a lo que se opusieron terratenientes arrendadores de la Lliga que buscaron apoyo en la CEDA y en el gobierno madrileño, logrando que el Tribunal de Garantías Constitucionales autorizase al gobierno madrileño a intervenir y prohibiese dicha ley, pero la Generalitat decidió seguir adelante, lo que provocó la reacción de la CEDA que convocó una concentración en Covadonga para presionar al presidente Samper para someter a la Generalitat.  En Septiembre de 1934 la CEDA decidió provocar la crisis del gobierno Samper, forzando a Alcalá Zamora a encargar a Lerroux nuevo gobierno con tres ministros cedistas.  Los republicanos consideraron esto una traición a la República, ya que los cedistas no eran republicanos y sus intenciones eran autoritarias, lo que provocó la reacción violenta de nacionalista y socialistas.  La Generalitat proclamó la república independiente, en Madrid se convocó huelga general y en Asturias se formó la Comuna de trabajadores.  Los socialistas que no fueron detenidos, o se ocultaron, como Largo, o huyeron al exilio, como Prieto.  Las masas fueron abandonadas.  La derrota de la comuna asturiana era inevitable desde que se supo que Madrid y Barcelona no se habían levantado, ya que la iniciativa independista catalana fue sólo de la Esquerra, sin obtener ni el apoyo de la CNT.  La rev. de Octubre no fue tal, y de ella se deduce que las bases obligaron a los socialistas a la acción, pero los altos dirigentes socialistas no participaron convenientemente, quizás asustados de las consecuencias.  Todo acabó con una represión brutal en toda España.

 

V- EL SOCIALISMO EN TENSIÓN:  REPRESIÓN, RADICALIZACIÓN Y EL FRENTE POPULAR.

La rev. de 1934 significó un aldabonazo para los comunistas, que a pesar de incorporarse a última hora al movimiento se atribuyeron toda la responsabilidad, ganando adeptos, mientras que el PSOE negó su responsabilidad en todo momento.  A partir de aquí, Prieto propugno negociar con todas las fuerzas republicanas para unirse en las elecciones e impedir la fascistización liderada por CEDA.  Por contra, Largo, que en la cárcel leyó mucho, después de negar su responsabilidad revolucionaria en 1934, decidió apuntarse al sector revolucionario claramente, mientras Besteiro se retiraba momentáneamente de la política, e incluso se pedía su expulsión del partido.  La juventud del PSOE (FJS) atacó las tesis negociadoras de Prieto, con un folleto escrito por Hernández Zancajo, Santiago Carrillo y Amaro del Rosal, que intentaban disimular el fiasco de la participación de las juventudes en los acontecimientos de octubre en Madrid, y radicar la influencia de Besteiro y Prieto como principales obstáculos para la bolchevización del PSOE.  En 1935 el debate en el PSOE fue terrible entre prietistas y caballeristas, juventudes (bolchevizantes de Carrillo y aliadas de largo) y besteiristas que reiniciarán poco a poco.  Besteiro tuvo que claudicar ante los caballeristas, que a través de los artículos de Araquistain destrozaron los argumentos reformistas de Besteiro.  Prieto se encargó de destruir la oposición de las juventudes, con artículos que desmantelaban sus teorías bolchevizantes.  El enfrentamiento interno del PSOE fue muy duro, y cada sector utilizó los medios de prensa que pudo, aunque podemos establecer que Democracia era prietista y Claridad revolucionaria (Largo y FJS).  Democracia sostuvo que la campaña de bolchevización no era más que una maniobra para desviar la atención del fracaso de la FJS en Madrid en Octubre de 1934, y el hecho de que Claridad no pudiera encontrar nunca una respuesta satisfactoria a las críticas de los que habían demostrado ser revolucionarios en Asturias tiende a dar credibilidad a las acusaciones de éstos.

El VII Congreso de la Kuomintern recomendó los Frentes Populares, ayudando así al PSOE a solucionar sus problemas, al ver las juventudes de Carrillo la necesidad de apoyar a Prieto, y Largo-Araquistain se quedaron solos contra el pacto, argumentando que las directrices de la Kuomintern sólo favorecían a la política exterior soviética.  El 14 de Noviembre de 1935 Azaña hizo al PSOE un propuesta formal de alianza electoral, y Duclos (representante Kuomintern) convenció a Largo de que retirase su oposición.  La enemistad Largo-Prieto continuó, y cuando Prieto propuso que la minoría parlamentaria del PSOE se sometiese a la Ejecutiva, y ganó, Largo dimitió como Presidente (16-12-1935).  Largo había defendido esto siempre, pero ahora demostraba que su defensa revolucionaria era sólo para ganar adeptos en las bases, pero no era una actitud revolucionaria pensada..  El 18 de Diciembre reapareció El Socialista, por lo que Democracia y Claridad debían dejar de publicarse.  Democracia, de Saborit aceptó, pero Claridad (Largo-FJS) no aceptaron e iniciaron un campaña feroz contra Prieto, organizando un plebiscito interno para elegir una Ejecutiva paralela encabezada por Largo.  El Socialista intentó disimular las diferencias, publicando una carta de Zugazagoitía y otros pidiendo la unidad y el respeto por las tácticas legales.  La selección de candidatos para las elecciones de febrero hecha por las circunscripciones locales de los partidos indica que los bolchevizantes tenían menos apoyo del que afirmaban:  El norte fue prietista, Levante fue ambiguo, el sur mostraba un creciente apoyo a los maximalistas.

El Frente Popular presentó un programa sobre la necesidad de amnistía política, la restauración de los derechos individuales y el restablecimiento de la legislación social de las cortes Constituyentes.  Los socialistas hubieran querido un programa como el redactado por Prieto en enero de 1934, pero los republicanos se negaban a aceptar el control obrero de la industria y la nacionalización de la tierra y de la banca.  Puesto que Prieto tenían que mantener la ficción de que estaba en el exilio, el peso de la campaña lo llevó Largo.

 

VI- LA VÍA LEGAL HACIA EL ESTADO CORPORATIVO:  ¿LA CEDA EN EL PODER?, 1934-35

 

Gil Robles abogaba por el legalismo, porque confiaba en el triunfo electoral después del aplastamiento de la rev. de Octubre.  El Frente Nacional del Trabajo se convirtió en la respuesta cedista al sindicalismo izquierdista, y se transformó en la Confederación Española de Sindicatos Obreros.  Si no se suprimieron los sindicatos fue porque Acción Popular tenía que atenerse a lo establecido por la ley, aunque Gil Robles abogó por su disolución y confiscación de sus bienes.  G. Robles logró evitar la débil reforma agraria de Jiménez Fernández, eliminando a este del gobierno, provocando la derrota de la pequeña ala católico-social de la CEDA.  Lamamié y los ultras cedistas fueron despojando la obra de Jiménez Fernández de sus rasgos progresistas, reduciendo el plazo mínimo para los arrendamientos de 6 a 4 años, suprimiendo el acceso a la propiedad por parte de los arrendatarios y acabando con los tribunales encargados de supervisar las condiciones de los arrendamientos.  El 14 de diciembre de 1934 también se suspendió definitivamente el Estatuto Catalán.  El Debate pedía una nueva Constitución que reforzase la autoridad, disminuyese el poder del Parlamento e introdujese una sistema corporativo de representación, y G. Robles lo ratificaba en una conferencia, citando a Alemania e Italia como ejemplos.  En Marzo de 1935 G. Robles provocó otra crisis de gobierno al no estar de acuerdo con el indulto concedido a Teodomiro Menéndez y Ramón González Peña por su participación en los acontecimientos de Asturias.  Lerroux formó nuevo gobierno, pero con 5 miembros cedistas y G. Robles como Ministro de Guerra.  G. Robles se reunió con varios generales antirrepublicanos (Fanjul, Goded y Franco), nombrando a Franco Jefe del Estado Mayor Central, contra la opinión de Alcalá Zamora, Goded fue nombrado Inspector General, a pesar de formar parte de la UME (conspiradora contra la República).  Alcalá Zamora se escandalizaba por la eliminación de los oficiales liberales y republicanos, y los mismos apologistas de Gil Robles consideran hoy que estas medidas prepararon al Ejército para el futuro levantamiento.  G. Robles inicio un rearme del Ejército en secreto, contando con Alemania como suministrador y considerando al Ejército como el único capaz de detener una revolución.

Tras la caída de Gímenez Fernández la ofensiva terrateniente contra los jornaleros y arrendatarios fue total, y un historiador franquista lo considero "no solamente anticristianos (puesto que los terratenientes españoles jamás se comportaron colectivamente como cristianos, ni antes ni después de 1935), sino además de auténtico ensañamiento". "La actuación de las derechas y de los derechistas en el campo, en el segundo semestre de 1935, fue uno de los principales determinantes del odio de la guerra civil y probablemente de la guerra civil misma" (El Debate del 14 de Mayo y 14 de Junio de 1935, en Historia, La cierva, p. 487).  La reforma de la reforma agraria trajo consigo que de las 900.000 propiedades inventariadas para reforma, 800.000 desaparecieron de la lista.

A mediados de septiembre dimitió Royo Villarroya que no estaba de acuerdo con la cesión a Cataluña del control de sus carreteras, y el asunto del estraperlo, provocó el ofrecimiento de Alcalá Zamora a Chapaprieta para formar gobierno con apoyo de G. Robles y Lerroux, disminuyendo la participación de la CEDA a tres ministros.  Chapaprieta dimitió el 9 de Diciembre de 1935 y Alcalá Zamora no tenía más remedio que llamar a Gil Robles para formar gobierno o convocar elecciones, y G. Robles no dudada que le iba a encargar formar gobierno, pero Alcalá dudada de las convicciones democráticas de la CEDA, ya que la JAP no dejaba de manifestar que las elecciones sólo debían servir para dar el poder a las derechas y acabar con el liberalismo.

La Constitución sólo podía modificarles con una mayoría dos tercios, lo que la CEDA no podría reunir, pero después del 9 de Diciembre, 4 años después de su aprobación, sólo era necesaria la mayoría simple, por lo que G. Robles deseaba el gobierno para hacerlo.  Alcalá Zamora no le ofreció a G. Robles el gobierno y este protestó porque consideraba que unas elecciones desencadenarían excesos de todo tipo, pero ahora sólo podía elegir entre dar un golpe de Estado o buscar una solución para mantener el gobierno..  Gil Robles intentó lograr el apoyo de Cambó y apoyo la propuesta de golpe de Fanjul si Franco aceptaba, pero estos decidieron que todavía no, y G. Robles tuvo que abandonar.  Tras lo intentos fallidos de M. Maura y Chapaprieta por formar gobierno de coalición, el 13 de diciembre el presidente de la República dio el poder a Portela Valladares, el gran maestro en los manejos electorales, que formó un gobierno con las fuerzas de la antigua coalición, excepto de la CEDA.  El 30 de Diciembre el gobierno dimitió para ser sustituido por otro de amigos de Portela, sin apoyo parlamentario y cuyo objetivo era organizar las elecciones al no contar con el apoyo de la CEDA para gobernar.  G. Robles pacto la Coalición de Derechas con total cinismo, sólo para ganar a toda costa, aliándose en cada provincia con quien conviniese:  Con Portela, al que odiaba, con la Lliga de Cambó, con los monárquicos radicales, etc.  Sólo el PNV se negó, a pesar de las presiones de Pacelli.  A esto siguió una campaña electoral feroz, con todos los medios y el dinero posibles:  10.000 carteles, 50 millones de folletos incendiarios, emisión de un mitin por la radio, etc.  La elección era entre Dios o la anarquía y sobre el lema de "Tú propiedad desaparecerá si ellos triunfan".  Las elecciones celebradas el 16 de febrero dieron la victoria al Frente Popular, a pesar de que las derechas aumentaron sus votos en más de 750.000, pero las izquierdas aumentaron en 1 millón.  Las consecuentes recriminaciones de los monárquicos y de los miembros de la CEDA más extremistas se dirigieron contra G. Robles por haber derrochado el dinero y un tiempo muy valioso en una táctica legalista que al final había fracasado.  De hecho, hasta las últimas fases de la guerra civil, como una idea tardía, no se impugnó la validez de los resultados de las elecciones como parte de un intento de legitimar el levantamiento militar de Julio de 1936.  Los resultados produjeron un resentimiento de desesperación dentro de la CEDA. El movimiento de juventudes y muchos de los ricos mecenas del movimiento se convencieron inmediatamente de la necesidad de asegurar por la violencia lo que era inalcanzable por la persuasión.  Desde entonces la derecha se preocuparía más de destruir la República que de apoderarse de ella.

 

VII-  EL ABANDONO DEL LEGALISMO:  EL PSOE, LA CEDA Y LOS PROLEGOMENOS DE LA GUERRA EN 1936.

 

La CEDA, salvo Gímenez Fernández, vio la única posibilidad de establecer el estado corporativo en un golpe de estado, al que apoyó sin remilgos.  El pueblo, después del bienio derechista, se radicalizo ante el triunfo electoral, exigiendo que la Reforma Agraria se practicase ya, lo que provocó el lock-out empresarial como en 1933.  Largo, a parte de impedir que el PSOE participase en el gobierno, no hizo nada para obstaculizar el trabajo del gobierno republicano.  G. Robles había intentado que Portela no entregase el gobierno a las izquierdas, pidiendo el estado de guerra, y mando al conde de Peña Castillo a ver a Franco para que presionase sobre Portela.  Cuando Portela se negó, continuaron los esfuerzos para organizar la intervención militar.  Goded intentó sacar las tropas del cuartel de la Montaña, pero los oficiales del cuartel y de otras guarniciones se negaron a rebelarse.

G. Robles ofreció colaboración y una oposición razonable, pero era poco creíble, en un hombre que en los últimos meses ya había tenido contactos con golpistas por dos veces.  La izquierda veía la CEDA, Renovación Española, carlista y falangistas, como unidades especializadas del mismo ejército.  La derecha armada empezó sus atentados nada más finalizar las elecciones:  El 12 de marzo los falangistas  intentaron matar a Luis Jiménez Asúa, cuatro días después la casa de Largo fue quemada.  La CEDA ofrecía la paz, pero sus juventudes practicaban la violencia, de la que después G. Robles se quejaba y responsabilizaba al gobierno.  La Comisión para investigar las elecciones favoreció a la CEDA, al no admitir ninguna acusación de fraude no probado, aunque hubiese evidencias, pero la CEDA hizo propaganda diciendo que les perseguían.  Sólo se anularon los resultados en casos clamorosos de fraude, como Cuenca, Salamanca, Granada y en Pontevedra (Portela) y Orense (Calvo Sotelo), donde también había evidencia sobradas.  G. Robles afirmó que su partido se le habían arrebatado con malas artes 40 escaños.  Prieto y Azaña se encargaron de deponer a Alcalá Zamora para sustituirle por Azaña, pero esto le impedía ser jefe de gobierno, y Prieto, ante la negativa del partido, tampoco, con lo que la posibilidad de un jefe de gobierno fuero se esfumo.  El único orden aceptable por la derecha era el que no amenazase los intereses nacionales, que eran idénticos a los de la oligarquía, y G. Robles amenazaba con la guerra si el gobierno no abandonaba la reforma de la estructura económica y social.   La violencia de la primavera de 1936 sólo favorecía a los radicales de derecha e izquierda, nunca a los ganadores del Frente Popular.  Comunista, socialistas y hasta anarquistas, pedían tranquilidad, mientras G. Robles amenazaba, y él y Calvo Sotelo, magnificaban en las Cortes los acontecimientos  violentos.

Los terratenientes, aristócratas, etc., financiaron el desorden con suscripciones como la del ABC para el Sindicato Libre de Ramón Sales, para la Falange, etc., que fueron los grupos más violentos.  Se sucedieron los ataques a dirigentes socialistas (Jiménez de Asúa y Largo Caballero) para provocar represalias, o acciones como las del 9-10 de marzo en granada, cuando una escuadra de pistoleros falangistas disparó contra un grupo de trabajadores y sus familias, lo que originó una contra manifestación y las lógicas violencias.  Calvo Sotelo llegó a pedir públicamente que el ejército diera un golpe.  Miles de cedistas se pasaron a Falange, sin que G. Robles hiciese nada por evitarlo.  A principios de mayo se repitieron las controvertidas elecciones de Granada y Cuenca, presentando a Primo de Rivera y a Franco en Cuenca. Se incluía al líder falangista para que si triunfaba se beneficiase de la inmunidad parlamentaria para sacarle de la cárcel en la que estaba desde el 14 de marzo.  La inclusión de Franco se decidió para conseguir su traslado desde las islas Canarias, donde estaba destinado, a la península, donde la conspiración militar necesitaba su presencia.  Puesto que la elección de Cuenca era técnicamente una repetición, dado que ningún candidato había conseguido el 40% de los votos en febrero, no se podían admitir nuevos candidatos, por mucho que lo lamentaran los diputados de la CEDA.

La FNTT exigió el cumplimiento de las reformas agrícolas y pidió calma, pero no podó impedir invasiones de propiedad y algunas violencias.  Los propietarios reaccionaron con el lock-out, pistolerismo de incumplimiento de acuerdos salariales.  Los terratenientes como ya no podían poner sus esperanzas en la CEDA, empezaron a buscar protección de los militares.  La elevación de Azaña a la presidencia el 10 de mayo fue seguida de su petición a Prieto para que formase gobierno, pero Prieto se negó al no contar con el apoyo de los caballeristas y de toda el ala izquierdista.  Quizás esta fue la gran oportunidad perdida para crear un gobierno fuerte que evitase la guerra.  El jefe de gobierno fue Casares Quiroga.  G. Robles envió instrucciones a los líderes provinciales de la CEDA.  El día que estallase el alzamiento, todos los miembros del partido se unirían a los militares inmediata y públicamente, y además entregó 500.000 Pts. a Mola.  La postura conflictiva de la CNT obedecía a que los empresarios barceloneses se negaban a volver a la semana de 44 horas, y en el sur rechazaban las decisiones de los jurados mixtos.  El PSOE apoyo constantemente al gobierno, pero el 17 de julio estalló la guerra, y G. Robles, decidido a no mancharse las manos de sangre, se fue a Francia.  Expulsado por el gobierno Blum, se dirigió a Lisboa, donde ayudó a establecer una junta nacionalista que organizó suministros, propaganda y ayuda económica para la causa rebelde.

 

 

 

 

"LA VERDADERA GUERRA DE LAS GALAXIAS:  El primer reportaje sobre el Proyecto SDI (Iniciativa de Defensa Estratégica)".  William J. Broad.  Editorial Planeta, 1986.

 

 

El desarrollo, producción, almacenamiento y planificación para el uso de las armas nucleares afecta a más de doscientas mil personal, y su presupuesto anual es de más de treinta y cinco mil millones de dólares, según Thomas B. Cochram y los coautores de la "Nuclear Weapons Databook".  En la actualidad existen 26.000 cabezas nucleares en el arsenal de los Estados Unidos.  Pero se espera que en 1990 sean 30.000.  Los jóvenes inventores de Livermore intentan conseguir armas que disparen radicaciones a través de miles de kilómetros a velocidad de la luz para destruir centenares de misiles enemigos.  Cuando estalle la bomba en cuyo núcleo se encuentre una estación de batalla de rayos X, se dispararán múltiples haces que irán al encuentro de múltiples blancos.  Estos, según los científicos de Livermore, impedirá la guerra nuclear, ya que la hará inviable.  Livermore está cerca de S. Francisco y de Silicon Valley, y esta dirigido por Edward Teller, y el grupo principal que trabaja en la guerra de las galaxias pretende crear un láser nuclear y un láser de rayos gamma lanzado por una bomba atómica, además del hardware y software necesario.  Los principales colaboradores de este proyecto serán:  Lowell Wood, protegido de Teller (uno de los creadores de la bomba H) y Willard F. Libby, enfrentados a Hans Bethe que después de ser uno de los pioneros de la bomba atómica ahora se ha convertido a la causa antinuclear y de control de armamentos.  Entre los jóvenes científicos de Livermore también destacan Peter Hagelstein como inventor del láser de rayos X nuclear, Tom Weaver, Rod Hyde, Dave Tuckerman que dio la idea para la consecución de láser de rayos gamma, Larry West que diseña superordenadores y que sostiene que están trabajando en armas para  la vida, las que van a salvar a las personas de las armas de la muerte, Bruce McWilliams que trabaja en un superordenador súper rápido, Tom McWilliams y Curt Widdoes diseñaron el software adecuado para diseñar otros ordenadores por los ordenadores ya existentes.

El aparato científico del laboratorio Livermore es controlado por Teller, que en los cincuenta se enfrento al liberal Openheimer (Los dos colaboraron en la creación de la 1ª bomba atómica a través del proyecto Manhatan), que se opuso a la bomba H de Teller.  Este fue acusado por los científicos liberales de aprovecharse de los estudios de Openheimer de de enviarlo al tribunal de actividades antiamericanas de McCarthy.  Teller empezó muy pronto a relacionarse con políticos conservadores como Nixon  y Reagan, y el complejo militar USA, logrando así los apoyos necesarios.  Su siguiente éxito fue lograr la colaboración del joven Lowwell, que se convertirá en el gran artífice del fichaje de un grupo de científicos jóvenes que colaboran en el actual proyecto de escudo defensivo o guerra de las galaxias.  No hay que olvidar que Teller controla los fondos de la Fundación Hertz (alquiler de automóviles) para la concesión de becas, canalizando estas becas convenientemente para atraer científicos a Livermore, procedentes muchos del MIT.

El Safeguard fue el primer sistema para destruir misiles soviéticos en vuelo, pero suponía destruirlos ya encima de US, con el peligro que ello suponía.  Las armas de tercera generación intentan conseguir guiar su curso a lo largo de enormes distancias a través del espacio, hasta destruir los misiles antes de que tengan la posibilidad de descargar sus cabezas de combate.  Este es el aspecto clave del avance que representa la guerra de las galaxias.  En el espacio se pueden crear tres escalones defensivos:  El primero intenta destruir misiles todavía sobre cielo enemigo en fase de despegue, el segundo ya en el espacio o en el curso medio, y el tercero otra vez cerca de tierra en la trayectoria final del misil.  ARMAS DE TERCERA GENERACIÓN:  El láser de rayos X es un arma de 3ª generación de enorme poder y con la que se ha experimentado muy ampliamente.  También de 3ª generación es la EMP ensayada en 1962 y consistente en una bomba nuclear detonada en las capas superiores de la atmósfera, bañando toda el área inferior con un poderoso pulso electromagnético que puede quemar los delicados chips electrónicos, transistores, computadoras y sistemas eléctricos y de comunicación enemigos.  El Arma Microondas a la manera de las bombas EMP concentra energía en una estrecha banda de frecuencias del espectro electromagnético para destruir los misiles enemigos, intentando destruir su sistema electrónico al someterlo a un pulso energético suficientemente fuerte.  Los Haces de Partículas significa la utilización de una explosión nuclear para acelerar las pequeñísimas partículas subatómicas (electrones, protones e iones) hacia un blanco, pero el problema es dirigir los haces contra un blanco, ya que el campo magnético de la tierra altera su trayectoria, por lo que su operatividad sólo puede ser óptima en el espacio.

La contribución personal de Teller a la idea de defensa estratégica se conoce como estallido.  Según esta teoría no es necesario que las armas orbiten la tierra, pudiendo estar a borde de submarinos y ser disparadas al espacio al primer indicio de problemas, ya que las estaciones de combate sobrevolarían la atmósfera terrestre, y con sus sensores detectarían las calientes llamas de los misiles soviéticos que las harían estallar, enviando sus haces a través del cielo, a la velocidad de la luz.

Lowell fijó unos plazos muy apremiantes para el proyecto S-1, para construir un superordenador con supervelocidad, investigando en un chip de oblea, súper gigante, impreso por láser.  Pero hay bastantes problemas, ya que en el espacio exterior, una pequeña estación de combate debe localizar misiles, averiguar su trayectoria, distinguir los misiles de fogueo de los reales, y compensar las condiciones de luz del ambiente, y en caso de conseguir destruir las cabezas nucleares soviéticas qué pasaría, dónde caerían.  Podían sembrar la tierra de despojos, provocar una lluvia radiactiva y el viento atmosférico depositaría los restos de plutonio en una zona extensísima.   Esto hace casi inviable la guerra de las galaxias por el momento.

El concepto de guerra de las galaxias lo utilizó Reagan en su discurso de 1983, pero los experimentos y estudios son muy anteriores (1870), y en 1981 se realiza la primera prueba con éxito del rayo láser atómico, en el subsuelo de Nevada.  En base a esta prueba se empezó a hablar de un escudo de estaciones láser en el espacio para detener cualquier ataque soviético.

En los primeros días de gobierno de Reagan se empieza a hablar de la llamada ventana de la vulnerabilidad, pero en 1983, cuando se estaba investigando la supuesta vulnerabilidad, la comisión del presidente sobre Fuerzas Estratégicas, presidida por el general retirado Brent Scowcroft, descubrió que la ventana de vulnerabilidad era un mito.  Tan grande era la fe de la comisión en la seguridad del arsenal estadounidense con base en tierra, que dijo que el misil MX podía almacenarse en los mismos silos de los Minuteman que anteriormente se habían calificado de vulnerables.  La comisión afirmó también que era una realidad la noticia de que los misiles soviéticos estaban aumentando su precisión, pero que ello no era motivo de alarma.  Las alucinaciones de Reagan y los intereses científicos, militares, económicos de la industria armamentísticas y los laboratorios, lograron seguir adelante algunos años con su idea de un escudo defensivo en el espacio que defendiese los misiles en tierra americanos de los ataques soviéticos.

 

 

 

 

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.  Historia 16.

 

LA GUERRA DE HITLER EN EUROPA OCCIDENTAL.

En Marzo de 1936 Hitler remilitarizó la Renania, en abril de 1938 unificó Alemania y Austria (Anschluss), en la Conferencia de Munich de septiembre de 1938 se le concede anexionarse los Sudetes checos, en marzo del 39 se anexiona Bohemia y Moravia (Checoslovaquia), y el 23 de agosto firma el pacto de no agresión con Stalin, y ocho días después invade Polonia y G.B. y Francia le declaran la guerra.

Después invasión Polonia la guerra se estancó, salvo algunos acontecimientos en el mar (hundimiento del Graf Spee en el Río de la Plata en diciembre del 39), produciéndose lo que se conoce como la "guerra falsa".  Stalin, el 17 de Septiembre, inicia invasión Finlandia y Hitler pensaba atacar occidente en noviembre, pero no lo hizo hasta el 9 de abril de 1940 al atacar Escandinavia para protegerse el flanco derecho a asegurarse el suministro de bauxita sueca, que los aliados amenazaban al sembrar de minas aguas territoriales noruegas.  El 9 de abril se inicia operación Weserübung con la ocupación danesa en 24 horas, y la campaña de Noruega entre el 9 de Abril y 13 de Junio de 1940.  Los aliados resistieron en Narvik tras destruir 12 barcos alemanes y desembarcar allí, pero el 10 de Junio deciden retirarse ante el ataque alemán a Holanda. 

Churchill fue nombrado Primer Ministro el 10 de mayo, el mismo día del comienzo de la invasión de Holanda, destacando la toma de La Haya por paracaidistas el 14.  Bélgica y Luxemburgo también caen tras el control del canal Albert por los alemanes y después de atravesar las Ardenas.  Entre el 14-20 de mayo se desarrolla la Operación Sickelschnitt (el filo de la hoz) que consistió en desbordar las defensas francesas por Sedan y llegar a la costa, dividiendo las defensas aliadas entre norte y sur, y haciendo infructuosos los contraataques para unificar esa línea defensiva franco-belga-británica.  El 25 de mayo los aliados estaban acorralados en Dunkerque, y pudieron huir porque Hitler y Rundstedt ordenaron que el ejército alemán detuviera su avance 24 horas.  El 26 cae Calais y el 5 de junio Dunkerque, y Reynaud dimite y Petain firmó el armisticio el 22 de Junio en Compiegne.  En esta campaña fue definitiva la sorpresa de la bligkrieg de Guderian, los bombardeos aéreos (Rotterdam), la incompetencia del francés Gamelin, sustituido por Weigan, que sólo pudo contraatacar hacia Amiens pero con poca efectividad.  El plan alemán original era una repetición del plan Schlieffen de 1914, pero un oficial fue capturado con los documentos y von Manstein tuvo que utilizar otra alternativa, consistente en una ofensiva de carros a través del sur de Bélgica y Luxemburgo, hasta llegar a Sedán, superando así la línea Maginot y partiendo en dos el frente francés, al cometer la torpeza de contraatacar hacia el norte por Bélgica.

La batalla de Inglaterra.  El 16 de julio de 1940 se dio la orden de invadir Gran Bretaña en la llamada Operación León Marino, atravesando el paso de Calais con 6 divisiones, mientras otras fuerzas ocuparían Wight, Portsmouth y Brighton y otras Bristol.  Para esto necesitaban controlar el Canal y el cielo, y el 15 de agosto, el Adler Tag o día del águila, la fuerza aérea de Goering lanza un ataque masivo contra las bases de la RAF defendidas por los casas de Dowding, prolongándose esta batalla hasta el 17 de septiembre, cuando se decidió el aplazamiento de la operación León Marino.  El 10 de enero de 1941 el Congreso USA autoriza ayuda a los aliados.

 

LA GUERRA EN EL MEDITERRÁNEO.

Mussolini quiso emular los éxitos de Hitler y el 10 de junio de 1940 ordenó el ataque del 15 de septiembre con 240.000 hombres de Libia contra Egipto, defendido por 36.000 británicos al mando de Wavell, quien contraatacó con la llamada operación Brújula  y abrasó a los italianos, y no tomó Trípoli por qué en enero de 1941 le obligaron a concentrar sus tropas para ayudar a la amenazada Grecia, pero su más entendido General en la guerra móvil cayó prisionero:  O´Connor.  Los alemanes enviaron ayuda, aunque antes de 1942 nunca tuvieron allí más de tres divisiones, pero mandadas por el excepcional Erwin Rommel.  Este general inicia su primera ofensiva en febrero de 1941 penetrando en Egipto, aunque fracasa en la toma de Tubruk, pero la operación Battleaxe ideada por Wavell lanzando sus carros por el paso de Halfaya fue un desastre, debido a que Rommel utilizaba también sus carros como el cañón contra carro de 88 mm. que destrozó los carros enemigos.  Los británicos contraatacan con la operación Crusader el 18 de noviembre, al mando de Auchinleck, liberando a Tubruk del asedio y logrando la primera victoria aliada sobre los alemanes, aunque no lograron una victoria definitiva porque Cunninham no consideró que su superioridad de carros se veía equilibrada por la superioridad a alemana en cañones contra carro, por lo que no lograron aplastar a Rommel ni expulsarle de la Cirenaica, para así lograr bases aéreas aliadas para evitar la caída de Malta.  Rommel contraataca el 21 de enero de 1942 y toman Tubruk el 27 de mayo y obliga a los británicos a retirarse a El Alamein.  Montgomery sustituye a Auchingleck, y Rommel tendrá que enfrentarse a un general inteligente, pero sobre todo prudente, que obliga a Rommel a dejar de moverse y combatir estáticamente.  El 23 de octubre del 42 los británicos atacan y vencen en el Alamein, recuperan Tubruk el 13 de noviembre, mientras los americanos desembarcan en Marruecos, y las tropas británicas llegan a Trípoli el 23 de enero de 1943 y todo Túnez es suyo el 7 de mayo de 1943, ya que Montgomery y Alexander decidieron no dejar un momento de tregua al extenuado ejército alemán, carente de relevos, municiones y combustible.  Rommel había dejado el mando africano en manos de Hans-Jürgen von Armin ya el 9 de marzo.

A continuación se inicia la ocupación de Italia en diferentes fases:  El 10 de julio de 1943 la operación Husky desembarca en Sicilia, del 3 al 20 de septiembre la operación Baytown desembarca tropas británicas en Calabria, del 9 a 19 de septiembre la operación Avalanche desembarca tropas en Salerno, y la operación Slapstick en las costas de Tarento, y el 4 de junio de 1944 entran en Roma, tras quebrar defensas de la línea Gustav (Montecasino).  Los americanos no deseaban invadir Italia, preferían la operación Overlor (invadir Francia), pero cedieron y Clark dirigió el desastroso desembarco en Salerno, estando a punto de tener que reembarcar, sobre todo porque Montgomery, enfadado por no concedérsele el mando de la operación, retraso demasiado su auxilio.  Los alemanes, aprovechando la estrechez peninsular y los accidentes geográficos, diseñaron dos líneas defensivas al mando de Kesselring:  Línea Gustav, Gótica (entre Bolonia y Roma).  Alexander logró atravesar la línea Gustav tras la operación Diadema comenzaba el 11 de mayo de 1944, y quería que el americano Clark avanzase por la izquierda para cortar retirada alemana, pero éste prefirió la gloria de la toma de Roma y dejó escapar a los alemanes hacia la línea Gótica, que finalmente cedió y permitió a Alexander alcanzar el simbólico pueblo de Finale, poniendo fin a la guerra italiana.  Hay que considerar, en esta campaña, el desastroso comportamiento del ejército italiano, las feroces batallas en la línea Gustav con Montecasino como símbolo principal, y el grandioso desembarco en Sicilia, que fue la operación anfibia de mayor magnitud de la historia, por encima incluso del desembarco de Normandía.

 

EL FRENTE ORIENTAL.

El 22 de junio de 1941 un ejército de 3,5 millones de hombres, con 3680 carros y 2770 aviones, inician la operación Barbarroja contra Rusia.  El objetivo era el exterminio del Untermensch eslavo, de los eslavos subhumanos.  Stalin y Hitler habían firmado un pacto de no agresión porque Stalin tenía apetencia territoriales y no confiaba en Occidente, pero Hitler preparaba la invasión de la URSS ya desde 1940, cuando Stalin decidió presionar sobre los países bálticos y se opuso a la expansión alemana por los Balcanes.  Stalin intentó cubrirse las espaldas al firmar un pacto de neutralidad con Japón el 13-4-1941, para evitar un frente oriental.  La guerra soviético-finesa en noviembre de 1939 a marzo de 1940 acabó en victoria soviética, pero los soviéticos sufrieron enormes bajas para atravesar la línea Mannerheim en Carelia, lo que hizo que Stalin abordase una reforma y modernización militar a marchas forzadas, mientras Hitler pensó que las purgas del 37 había incapacitado al ejército soviético por 20 años, por lo que sería fácilmente derrotable.

La invasión consistió en un Ejército del Norte dirigido hacia Leningrado, el Ejército del Centro, ayudado por parte del norte, hacia Mosca, y el Ejército del Sur hacia Ucrania-Crimea-Georgia, siendo éste el que más se estancó.  Guderian volvió a dirigir la guerra de carros, pero no lograron tomar Leningrado ni Mosca, aunque si Kiev y Rostov.  Al llegar el invierno se inicia la contraofensiva soviética sobre Kalinin para aliviar presión sobre Mosca el 5 de diciembre de 1941 y otra más al sur (Kaluga) y el desembarco en Sebastopol.  Todo el invierno del 42 continuó la contraofensiva.  Los soviéticos en su retirada también se llevaron sus industrial, colocando el 80% de su capacidad productiva sobre ruedas, en un esfuerzo sobrehumano.  En marzo de 1942 las operaciones soviéticas cesaron, después de que mantuviesen un ataque de 3 meses e un frente de 1.600 Km, y lograsen destruir 50 divisiones alemanas y expulsarlos de Mosca y Tula, obligándoles a retirarse casi 350 Kms.  Stalin detuvo su ofensiva por agotamiento, pero pronto empezó a recibir ayuda de GB y USA, aunque no accedieron a abrir un frente occidental inmediato como él reclamaba, considerando esto como una traición.

En primavera de 1942 Stalin ordenó atacar en Jarkov, perdiendo 250.000 hombres, y los alemanes lanzaron una ofensiva que permitió a von Manstein tomar Sebastopol y abrir a von Paulus paso hacia Stalingrado, para controlar el paso hacia el petróleo del Cáucaso y controlar las comunicaciones a través del Volga (Stalingrado), para ahogar económicamente a la URSS, al fracasar la bligkrieg inicial.  Stalin firma el decreto del 28 de julio de 1942 que ordenaba "Ni un paso atrás".  El 19 de agosto de 1942 se inicia batalla Stalingrado, en la que participan más de 2 millones de hombre, ocupando el VI ejército de von Paulus casi toda la ciudad, pero los soviéticos resisten casa por casa y al borde del río con el general Chuikov.  Von Paulus comprendió el peligro de tener a las fuerzas soviéticas concentradas en uno de sus flancos (el norte) y solicitó retirarse, pero Hitler le desautorizó, ordenando un ataque definitivo para el 18 de noviembre, pero el 19 los carros soviéticos barrieron las filas de los flancos alemanes (rumanos e italianos, al norte y sur), y 4 días más tarde 300.000 soldados del VI ejército de von Paulus estaban rodeados, muriendo muchos de hambre y frío.  El ejército A estaba en el Cáucaso, y podía quedarse aislado, por lo que Hitler tuvo que autorizar su retirada a finales de diciembre de 1942, mientras el VI ejército resistía en Stalingrado para proteger la retirada del A hacia Rostov.  Von Paulus se rinde el 31 de enero de 1943, mientras von Manstein se hace llegó desde Leningrado con su Brigada de Fuego y logra mantener Rostov, estabilizar el frente y contraatacar después. 

Zhukov había convencido a Stalin de que los alemanes ya no osarían atacar hacia el Cáucaso, ya que necesitaban un victoria rápida y definitiva, por lo que elegirían el camino más rápido hacia Mosca, por lo que había que defender el saliente del frente en Kurts para defender el paso hacia Mosca.  Stalin, para variar, le hizo caso y concentro todas sus tropas allí.  El 4 de julio de 1943 los alemanes lanzan 42 divisiones contra 54 soviéticas en Kurts, produciéndose la batalla de carros más grande de la historia, con el impresionante enfrentamiento de Projorovka del 12 de julio, venciendo los soviéticos con sus mastodónticos T34, con cadenas más anchas y que no se hundían tanto en el barro y su cañón, aunque el arma milagrosa soviética en esta guerra parece que fue el BM-13 MRL o lanzacohetes múltiple, capaz de lanzar 16 misiles de 132 mm en 10 segundos a más de 8 Kms de distancia.

Después de esta victoria Vatutin avanza hacia Kiev, que toma en noviembre de 1943, y sólo el ejército alemán del centro consiguió resistir o retirarse ordenadamente, pero los soviéticos ya no pararían hasta Berlín:  En el invierno de 1944 los soviéticos recuperan toda Ucrania, Crimea y el general Koniev atraviesa el Dniéster, el 26 de enero Leningrado queda libre y el 12 de mayo Sebastopol, la operación Bagration de agosto del 44 lleva a los soviéticos a Polonia, en septiembre los rumanos se pasan de bando al entrar los soviéticos en Bucarest el 31 de agosto y en Budapest el 30 de octubre, Varsovia cae el 17 de enero de 1945, Viena el 7 de abril y Berlín el 1 de mayo (Zhukov inició su ataque el 16 de abril con una atronadora salva de cañonazos que pudo oírse desde Berlín, desde la línea Oder-Neisse y con 2,5 millones de hombres, 6000 carros, 41.000 cañones y 7.500 aviones), después del encuentro de las tropas americanas y rusas en Torgau, y finalmente Praga caerá el 8 de mayo de 1945.

 

 

EL MILAGRO EUROPEO:  Entorno, economía y geopolítica en la historia de Europa y Asia.

E. L. Jones.  Madrid, Alianza, 1987.

 

CONJETURAS AMBIENTALES Y SOCIALES.

A fines del medievo Europa ya era más rica que China o India, el nivel de vida era superior, y el reparto social de riqueza mejor.  China o India tenían un 2% de población muy rica, unas obras de ingeniería increíbles, pero no tenían los adelantos mecánico-prácticos europeos.  Europa gozará de un nivel educativo superior, el clima le favoreció desde el medievo, aumentando su productividad agrícola y disminuyendo las enfermedades.  En China las epidemias son tardías y ello hizo que su generación de defensas fuese también más tardía.  Asia tuvo que hacer frente a una densidad de población mayor, y a un mayor rigor a la hora de controlar a sus campesinos, dedicando a mucho gente a vigilarlos.  Bajo esta perspectiva, el europeísmo consistiría en una original historia de colonización, que daría lugar a una ramificación parcialmente pastoril, agraria y descentralizada muy diferente a la sociedad agrícola asiática occidental, y así moldeada por los bosques.  En Europa el crecimiento demográfico fue muy controlado y exiguo, con casamientos tardíos y menos hijos, permitiendo  esto una mejor distribución de recursos.  Además, en Europa el consumo de carne y energía animal fue siempre superior al de Asia, al tener más espacio y menos tierra ocupada por viviendas o por cultivos.

 

LOS DESASTRES Y LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL.

Jones analiza los diferentes tipos de desastres que pueden afectar a la población y a su tejido productivo, concluyendo que estos son menores, a partir de cierta época, en Europa, y menos destructivos, tanto los desastres naturales como bélicos o incendios, etc.  El catastrofismo (terremotos, incendios, tsunamis, inundaciones, guerras, etc) parece que afectó más a Asi que a Europa.  Estas catástrofes son más importantes de lo que parece para la economía, sobre todo si después de ellas no hay una capacidad de recuperación adecuada.  Las pestes y epizootias, por ejemplo, contra animales fueron muy frecuentes y duras en Europa, sobre todo en el medievo, pero en Asia llegaron a partir del 1700, mientras que otros desastres, como la langosta, fue al revés.  Muchas plagas episódicas en Europa, en Asia fueron endémicas.  Los incendios de ciudades se redujeron en Europa antes de empezar a generalizarse los materiales no inflamables en la construcción gótica, mientras que en Asi alcanzan hasta el siglo XX.

La guerra en Europa, a medida que se modernizó el ejército y se intentó economizar hombres (mercenarios caros), fue menos mortal que en Asia y provocó menos perdidas económicas.  No hay ninguna revolución en Europa que provocase 25 millones de muertos como la Taiping en China a medidados del XIX, ni ninguna razzia como las mongólicas, manchues o islámicas, que saqueaban y arrasaban la población conquistada.  El descenso en los tipos de interés en Europa ya en el medievo respecto a Asi y el mundo árabe es evidente, y mucho más en la edad moderna, permitiendo invertir más en construcciones, mejorando su calidad y resistencia, y evitando muchas catástrofes por incendios o derrumbamientos.  Parece haber sucedido que Europa estuvo más expuesta al riesgo de epidemias, pero con intervalos más saludables que en las regiones tropicales, donde tan frecuentes son las enfermedades debilitadoras y los asesinos endémicos.

 

EL FLUJO TECNOLÓGICO.

Es difícil explicar la aplicación de la ciencia a la producción en Europa, ya que la aplicación de la técnica (máquinas) para ahorrar trabajo es sencilla, pero la de la ciencia no lo es tanto.  La explicación de esto y del crecimiento europeo hay que buscarlo en los siglos IX-X-XI, cuando la agricultura empieza a incorporar nuevas técnicas (cultivo trienal, collera, arado de hierro), forzada tal vez por el incremento demográfico, la paz y la demanda incipiente de las ciudades.  Este cambio basado en la bonanza económica también encuentra explicación en el final de las invasiones externas, en la paz política impuesta por el feudalismo y por el surgimiento lento de entidades estatales que también fueron acabando con los enfrentamientos feudales o desviándolos hacia empresas exteriores, que así evitaran el enfrentamiento de señores contra señores o contra el propio Rey.  Los vikingos se cristianizan y se instalan en Normandia y G.B., los magiares en Bohemia, Austria aparece para taponar las invasiones del Este, etc.  El Islam se replegó y Rusia detuvo a las hordas asiáticas.  Europa pasó a ser conquistadora con los cruzados.  La Edad Media aportó grandes avances en la agricultura, pero también en la generalización de los molinos de agua desde el s. X, aplicados a moler, pero también a otras actividades.

La mejora en las casas entre el s. XI-XV (Chimeneas, hogares, cristales) mejoró las condiciones de vida, la mortalidad postparto, pero también las prestaciones de los trabajadores domésticos.  Lógicamente no podemos olvidar los intercambios culturales con el Islam o China, que aportaron avances técnicos y científicos como la pólvora, el astrolabio, el compás, etc.  La Edad media no sólo aportó adelantos técnicos como la collera, la herradura, la noria, la ballesta, etc., sino que también supo absorber los provenientes de otras culturas y mejorarlos o adaptarlos:  La brújula, navegación a vela, etc.  El s. XVIII se considera como el siglo de los grandes avances técnicos, olvidando que desde el medievo se estaban acumulando avances, que la imprenta aparece a fines del medievo y que lo revolucionó todo, al facilitar el acceso a la información y una enorme difusión del conocimiento.

A veces no consideramos la importancia de los múltiples pequeños inventos y avances organizativos que parecen imprescindibles, pero que a lo largo de siglos forman un cúmulo de mejoras tan importantes para la producción como el más grande de los inventos.

 

LOS DESCUBRIMIENTOS Y LOS TERRITORIOS SECUNDARIOS.

Desde el período de las cruzadas, Europa inició una frenética expansión territorial y comercial que se aceleró en el s. XV.  Esto le permitió aumentar sus recursos pesqueros, mineros, comerciales.  Ejemplos importantes  son la expansión inglesa hacia Irlanda y Escocia, los suecos hacia Finlandia, Rusia hacia Siberia, España y Portugal hacia el otro lado de los mares.  Muchas veces se ha dicho que esto se debió a la retirada del Islam, pero olvidamos que la derrota islámica en Granada en 1492 fue algo aislado, ya que poco después pasan a presionar en todas sus zonas de influencia, tomando Constantinopla y controlando el comercio, lo que provocó la progresiva ruina italiana.

Inesperadamente podemos deducir que un feudalismo fuertemente organizado fue un marco apropiado para el nacimiento del comercio.  La consecución de la Paz  o de su equivalente local por parte de los señores durante la Baja Edad Media e inicios de la Alta Edad Media fue, por tanto, una condición importante.  Las autoridades medievales fueron más eficaces protegiendo el comercio de sus súbditos de los desórdenes internos y las interferencias externas.  Detuvieron las represalias contra los comercios extranjeros y favorecieron los procedimientos legales.  Limitaron los derechos sobre los naufragios y los precios.  Comenzaron a garantizar acuerdos comerciales mediante los sellos públicos de la autoridad papal, imperial, real, episcopal o municipal.  El respaldo de un señor o de un gobernante reducía parte de los riesgos del comercio exterior.  Los reyes y señores comprendieron que el comercio les podía beneficiar, vía impuestos.  La geografía europea (una península con múltiples penínsulas) facilitó el transporte marítimo y fluvial, permitiendo grandes intercambios entre zonas:  cobre sueco por sal del sur, por ejemplo.

Los estados garantizaron las transiciones, redujeron el riesgo.  Cada vez el repudio de deudas por parte de los Reyes fue menor.  La letra de cambio permitió agilizar los cambios y darle más seguridad.  Las regulaciones gremiales, los monopolios, un calendario excesivo de fiestas religiosas, la legislación suntuaria, el monaquismo que restringía el trabajo y prohibía en ocasiones la explotación de minas y bosques, la legislación colonial, los controles de los precios y los tabúes y las sanciones religiosas al comportamiento económico o incluso al estudio de la ciencia y la tecnología, son trabas al desarrollo, pero su existencia en fechas pretéritas se corresponde con su derogación progresiva, lo que indica el camino del progreso europeo.  La abolición de los gremios fue un paso definitivo para incrementar el comercio y la producción, pero ya antes de producirse esto, los derechos y el control de los gremios se venía reduciendo en todas partes, mediante la concesión de derechos gremiales a cada vez más gente, y mediante las liberalización que los gremios podían autorizar sobre la producción.

 

EL SISTEMA DE ESTADOS.

Europa en su conjunto podría haber adoptado una de entre diversas formas políticas.  Estas comprendían la federación teocrática, de la que el Sacro Imperio Romano era un ejemplo en decadencia;  las redes comerciales como la Liga Hanseática o conjuntos de ciudades-estado; el feudalismo, si bien se estaba descomponiendo en estados centralizados; y el imperio político.  La mayor parte de las grandes poblaciones del mundo estaban organizadas en imperios, y los imperios habían aumentado de tamaño durante milenios.  La multiplicidad estatal de Europa hay que explicarla por la formación de islas de producción agrícola entre la inmensidad boscosa, y estas islas muy productivas garantizaron los excedentes necesarios para pagar impuestos que mantuvieran el ejército necesario para defenderse y crear el sistema de gobierno adecuado.  De estas islas productivas (Isla de France, valle del Támesis, Po, etc) y su expansión a costa del bosque, nacieron los múltiples estados europeos desde el feudalismo.  Los estados comenzaron a aparecer alrededor del año 900 d.c.; se supone que aún existían un millar de organizaciones políticas en el siglo XIV, las naciones estado comenzaron a desarrollarse en el s. XV; a comienzos del siguiente siglo ya existían alrededor de quinientas unidades independientes;  por el año 1900 su número era de veinticinco.  A pesar de los intentos del Sacro Imperio  Germánico, del Papa o de Carlos V, nunca hubo una autoridad central suprema que pudiese imponer sus decisiones autocráticas al resto, impidiendo que sucediese como en China, cuando la corte Ming prohíbe la exploración marina en 1480, lo que afectó a todos sus territorios negativamente.

Respecto al feudalismo, lo mejor que puede decirse de este incipiente contrato social es que sus términos fueron mejores que la situación del hombre ordinario en la mayor parte del mundo.  En las épocas de prosperidad aumentaron los compradores y vendedores, y con ello las transacciones comerciales, y los reyes participaron de esta prosperidad y pudieron progresar en la construcción de sus estados sin una resistencia excesiva por parte de los señores, y en las fases de recesión las ganancias fueron más escasas, aumentando la discordia entre los estados y en su interior, por lo que los nobles tendieron a escapar a la jurisdicción, y tanto ellos como los reyes intensificaron sus intentos por apropiarse de lo que otros poseían.  Con la peste negra, debido a la reducción de la mano de obra, las autoridades centrales comenzaron a intervenir en el mercado de trabajo, tratando de poner un techo a los niveles salariales y de refrenar una nueva movilidad del trabajo.  Ello tuvo lugar en Francia y en Inglaterra a finales del s. XIV y en el s. XV.  Cabe suponer que estaba empezando a ocurrir lo siguiente:  mientras que para un Estado era muy fácil agrandar sus fronteras y aumentar el grado de control central durante las expansiones económicas, algunas funciones de la burocracia eran en realidad más fáciles de ampliar al intentar abordar los desequilibrios de las recesiones.

Con la aparición del cañón se fortalece la figura real y la formación de estados cada vez más grandes, capaces de hacer frente a los cada vez más extensos gastos militares, que a su vez incrementaban el poder real sobre una nobleza que ahora ya no podía refugiarse en sus castillos.  Los reyes, por la necesidad de financiar el ejército, favorecieron el comercio y la producción para incrementar sus ingresos por impuestos.  Las naciones estado se convirtieron así en estados de servicios, proporcionando una serie de servicios sociales indirectos como compensación parcial a los impuestos.

 

EL MUNDO.

África tuvo que enfrentarse a un determinismo ambiental que dificultó su desarrollo poblacional y productivo.  No se produjo ningún avance en la economía africana que sea comprable a los que se produjeron en Europa durante la E. Media o después. 

En lo que respecta a las Americas, vemos que también ellas sufrieron escasez de población, así como el aislamiento con respecto al conjunto de ideas euroasiáticas.  Oceanía, por la época del Capitán Cook no tenía más que dos millones y medio de personas, por lo que la historia económica del mundo a muy largo plazo se desarrolló en Eurasia.  Resulta curioso el caso de Japón y su similitud con G.B., desde que los shoguns Tokugawa obligaron a los samurais a que se asentaran en las ciudades castillo e hicieron que los señores, los daimyo, pasaran la mitad del año en Edo (Tokio) bajo el sistema sankin Kotei.  Ello produjo la atrofia del feudalismo.  El crecimiento urbano impuesto por la fuerza causó una expansión del mercado.  El ejemplo de Japón nos previene en contra de la halagüeña conclusión, a la que se presta la historia europea, de identificar la libertad política con el progreso económico.  La evolución japonesa, por tanto, se inicio ya en el XVII, a pesar de la prohibición de relacionarse con extranjeros.  La llegada de Perry se limitó, tal vez, a acelerar el proceso, como mucho.  La similitud entre Japón y Europa es mayor que entre Japón y China:  Valores, feudalismo, etc.

En Asia los transportes eran caros y malos, lo que provocaba mercados muy aislados, y ello impidió unificar precios, y permitió una intervención partidista de los gobernantes locales en su propio provecho.  Las intervenciones tiránicas convirtieron el comercio en especulación, los gobiernos se apropiaron de parte del producto bruto, y a los productores sólo les quedaba lo suficiente para la mera subsistencia.  El comercio asiático en su mayoría es suntuario, de objetos pequeños, que no genera la construcción de grandes barcos, que se presta a las arbitrariedades de los gobernantes, que no lo favorecieron ni lo protegieron.  China estaba muy urbanizada, pero sus ciudades eran de chozas, dependientes del poder central y dominadas por sus mandarines.

En Asia no existió el concepto de frontera como limite de un estado y de su independencia y libertad, ni grupos sociales de productores dignos, lo que existió fueron zonas fronterizas habitadas por tribus subdesarrolladas, y todos los individuos de estas tribus estaban sometidos a la casta superior.  A parte de esto, que dificulta la formación de estados como los europeos, Asia no contó con algunos recursos tan importantes como los bancos de pesca europeos y otros recursos, pero, por encima de todo, la multitud de guerras provocaron demasiados muertos y destrucciones, lo mismo que los gobernantes incapaces y corruptos, generando una sensación de inseguridad y de desorganización que no favoreció el desarrollo económico.  Es comprensible que a unas economías sometidas a la omnipresente amenaza de la confiscación, la guerra y los desastres naturales les resultara difícil estimular los avances tecnológicos.  Asia pronto se quedó a la zaga de Europa en  cuando a armamento y navegación.  Los cambios tecnológicos efectuado por los chinos con posterioridad al siglo XV consistieron en la creación de variedades de arroz de maduración más rápida y su difusión, junto con la de los cultivos de secano introducidos por los portugueses.  Esto no puede compararse con los logros tecnológicos de Europa.

El Islam asiático estaba más desarrollado que Europa en el medievo, pero aumentó poco su población y su unidad cultural no se correspondió con las prontas divisiones políticas, las invasiones mongólicas les hicieron mucho daño y las sectas conservadoras dificultaron su desarrollo tecnológico y su futuro, y será el estancamiento tecnológico y el retroceso cultural quien frene definitivamente las ambiciones otomanas.  Por ejemplo, la imprenta sólo les sirvió para publicar raros ejemplares religiosos y muy escasos, no conocemos ningún buen mapa realizado por un turco, no existió una integración política comparable a la organización de la nación-estado europea y las lealtades que ésta movilizaba.  El Imperio turco vio como su actividad comercial con Europa se truncó con el descubrimiento de América y vio como su fundamentalismo dificultó avances como la imprenta, y como las pestes causaron una mortalidad enorme en la Edad Moderna, a pesar de que conocían el métodos de la inoculación (anterior a la vacuna) mucho antes que en Europa.  La presión del Estado y de los militares sobre los campesinos cada vez fue mayor, privándoles de sus ganancias.  Además, la crisis económica hizo que muchos habitantes de las ciudades se trasladasen al campo, expulsando a los viejos campesinos cristianos de los Balcanes, por ejemplo.  La población del imperio descendió desde 28 millones en 1600 a 24 en 1800, como resultado de una reducción real así como de la independencia de las provincias del Magreb y de las de la Europa suroriental.  la reducción se cifró en el 14%.  Grecia y Bulgaria, por otra parte, presentaron en el mismo período un incremento del 55%.  Fueron éstas el único foco de expansión durante el desplome del Imperio otomano, gracias a un incipiente comercio de maíz-algodón hacia Europa y la aparición de una explotación artesanal, amparada por la lejanía de Turquía que les daba mayor libertad y le evitaba la rapiña turca.

En la India la casta prescribía la ocupación y los derechos suntuarios, existiendo prohibiciones tales como la que prohibía a los intocables construir casas de ladrillo, y dificultando de esta manera la producción y el comercio.  Además, la India se caracterizó siempre por su fragmentación política y por sus malas comunicaciones interregionales.  Los gobernantes eran incapaces y explotadores, y cuando no gobernaban dejaban sus funciones en manos de los subordinados.  Los impuestos eran desproporcionados y no se adaptaban a las incidencias de la producción.  La mayor parte del tiempo los indios fueron gobernados por dinastías extranjeras que saquearon más que gobernaron.

China en el s. XIV había alcanzado un desarrollo técnico y marítimo, incluso superior a Europa, pero la dinastía Ming decidió prohibir las expediciones marítimas y ruralizar China, y los Manchues (1644-1911) continuaron esta política de defensa costera, pero sin batallas en el mar.  También es verdad que desde que los portugueses llevaron a China los cultivos de secano la tierra se revalorizó y los chinos perdieron interés por buscar tierras en el exterior, hasta el s. XVIII en que empezó a escasear por la presión demográfica, pero incluso entonces no se realizó ninguna colonización exterior, hasta que la revolución Taiping de 1850-64 provocó el desahogo de 25 millones de muertos y en 1860 se abrió Manchuria a la colonización.  Los chinos pagaban el 24% del PNB al 2% de la población a cambio de la defensa, de la coordinación de los regadíos y del control de las inundaciones.   Es decir el Estado cobraba impuestos, en grano normalmente, para su manutención y sólo ofertaba los servicios citados, pero no era capaz de financiar otras infraestructuras.  A esto hay que añadir que la concentración de la producción en el arroz de regadío no permitió desarrollar una división regional del trabajo, que fue la que en Europa provocó el desarrollo de los intercambios comerciales.  La tala constante de bosques para ganar tierras provocó la erosión y la falta de tierra de cultivo a posteriorí.  Mientras que los gobernadores indios eran devoradores de provincias, es significativo que la elite china se refiriera al populacho como su carne y pescado.  El rigorismo contractual nunca reemplazó a la moralidad estatista.  El sistema chino mostró signos de desarrollo, pero fueron dejados a un lado incluso entonces por las oportunidades de una colonización interior que fue un callejón sin salida.  El precio a pagar fue el estancamiento estructural, la erosión de los suelos y, a pesar de todo, un eventual problema malthusiano.

 

RESUMEN Y COMPARACIÓN.

La industrialización tuvo lugar primeramente, en las economías de mercado, donde no sólo los productos, sino también los factores de producción podían comprarse y venderse libremente.  Europa poseía unas características tan especiales de emplazamiento, localización y dotación de recursos que nos vemos obligados a tratar de asirnos a la rama de la explicación ambiental.  Europa tuvo una natalidad no esclavizada a la necesidad de mano de obra para los momentos de recuperación, lo que permitió dedicar parte de la tierra a producir animales y leña para fundir hierro.  Europa disfrutó de una proporción de rutas navegables superiores, lo que permitió agilizar el comercio y que los estados se beneficiaron cobrando impuesto de este comercio.  La lejanía europea de las estepas evitó el saqueó mongol, y la proximidad al Islam le dio muchos conocimientos científicos, mientras que Asia se vio asolada y dominada por dinastías que gobernaron saqueando.

 

 

"EL CONGRESO DE VIENA".

Harold Nicolson.  Madrid, Sarpe, 1985.

 

En 1812 Napoleón se retira de Moscú y tiene que realizar un viaje solitario y escondido, acompañado por Calaincourt hasta París, mientras sus soldados morían en la retirada.  El 18 de diciembre llegó a las Tullerías.  El paso del Berecina costó muchas vidas, pero salvó a parte del ejército, gracias a que Napoleón consiguió engañar a los rusos y construir un pontón por el que atravesar.  Napoleón pensaba que la derrota rusa había sido un accidente, pero todo se complicó.  El general que mandaba las tropas prusianas que ayudaban a Napoleón en Rusia acabó firmando un pacto de neutralidad en Taureggen.  Prusia, después de Jena, había sido humillada, su reina insultada, y ello despertó la simpatía nacionalista en Alemania, y en Prusia hombres como Fitche, Stein, Sneisenau, Humboldt, crearon el espíritu nacional, y sentaron las bases de la rebelión popular de 1813 contra Napoleón.  Tras el desastre francés en Rusia, Prusia se unió a Rusia y declaró la guerra a Francia el 16 de Marzo de 1813, tras acordar con Rusia una compensación en Polonia, en el tratado de Kalisch del 28 de Febrero de 1813.

En 1813 Napoleón respondió a la alianza ruso-prusiana con la victoria de Lützen y Bautzen, pero en vez de proseguir la guerra hasta la victoria final, firmó el armisticio de Plaswitz, quizá por miedo a la equivoca actitud austriaca y a la reacción nacionalista prusiana que no dejaba de acosar con sus guerrillas.  Metternich fue el hombre de la época, poco querido por los otros líderes y acusado de veleidoso y poco preparado, pero sólo un gran hombre podría mantenerse en el poder tanto tiempo a pesar de la oposición de Kolowratt y Stadion.  Sus reglas básicas se basaban en el equilibrio europeo, el legitimismo contra la revolución, y la creación de un sistema a nivel europeo, por lo que idea de europeismo también será fundamental.  Metternich se entrevistó con Napoleón en Dresde y logró una ampliación del armisticio de Paswizt y que Napoleón aceptase la mediación de Austria para una conferencia de paz, con lo que Metternich logró el tiempo suficiente para mejorar su ejército, el prusiano y el ruso.  El 12 de agosto de 1813 se disolvió la conferencia de paz y se declaró la guerra a Francia.

Los ejércitos de la nueva coalición (rusos, prusianos, suecos y mecklenburgueses) llegaban a la cifra de 860.000 hombres y los de Napoleón a 700.000.  Napoleón envistió contra Bernadotte, pero el 21 de agosto Bülow derrotaba a Oudinot en Gross Beeren y salvaba Berlín, y el 23 Blücher derrotaba a MacDonald en Silesia.  Tras victorias y derrotas alternas en Septiembre, Napoleón se retiro a Leipzig, concentrando 190.000 hombres, contra 300.000, y el 19 de octubre los aliados entraron en la ciudad, perdiendo los franceses 120.000 hombres entre muertos y heridos.  Pronto toda Alemania quedó liberada, y Napoleón con un exiguo ejército de 70.000 hombres.  Después de Leipzig hubo numerosas discusiones para lograr una paz deseada por Metternich y Napoleón, pero no fructificó porque G.B. y Rusia deseaban ver a Napoleón fuera del trono, a pesar de las ofertas ambiguas del joven Abberdeen.

En 1814 se desarrolla la Conferencia de Chautillón, al tiempo que continúan las campañas militares, con diversidad de resultados, hasta que Napoleón debe abdicar el 5 de abril tras sucesivas derrotas.  Chatillón fracasó porque franceses y aliados rechazaron las respectivas ofertas, confiados en el discurrir militar.

El tratado de Chaumont del 9 de marzo de 1814 confirmó la Cuádruple alianza contra Napoleón, por 20 años.  Después se inició la marcha sobre París, siendo Castlereagh el protagonista de este período hasta el final de Napoleón.  La capitulación de París se firmó el 31 de marzo de 1814.  Alejandro se alojó en casa de Talleyrand, y entre los dos acordaron convencer al Senado para que depusiese a Napoleón y nombrase un gobierno provisional y decretase la restauración borbónica. El 6 de abril el Senado llamó al hermano de Luis XVI al trono, se firmó el tratado de Fontaniebleau o primera Paz de París, concediendo Elba a Napoleón y Parma a Mª Luisa, y se establecieron los subsidios que permitirían a la familia Napoleón subsistir manteniendo su título de Emperador.  El tratado eludió la cuestión de las indemnizaciones, la devolución de los botines de guerra, y los conflictos sobre el reparto de Polonia.  El 12 de Abril Napoleón intentó suicidarse.  Francia fue muy bien tratada, para evitar el debilitamiento de los borbones y el renacimiento del bonapartismo.  G.B. renunció a las colonias holandesas y a las indemnizaciones.

El Zar tuvo la oportunidad de liderar esta época, pero la desaprovecha por su vanidad, su engreimiento, y por su insistencia sobre Polonia, provocando una alianza de Francia-Austria-G.B. contra él.  Nesselrode, primer ministro del Zar, ofreció a Kocyusko y a los polacos trabajar por la independencia, sin considerar que esto iba contra Austria y que les ofrecía a los polacos lo que le negaba el propio pueblo ruso.  La visita de Alejandro y su hermana en junio de 1814 a Londres, para reunirse con Metternich y Castlereagh, fue un fracaso porque Alejandro y Catalina se esforzaron en ofender al príncipe regente inglés, coquetearon con la oposición, y lograron la animadversión popular, por lo que de esta entrevista sólo salieron acuerdos parciales.  Castlreagh se vio empujado a una alianza con Francia para contrarrestar la alianza ruso-prusiana y la altanería rusa.  No era posible crear una Prusia fuerte sin enemistarse con Austria, y sobre todo no era posible crear una Polonia grande y equilibradora que alejase a Rusia hacia el Este, ya que ninguno estaba dispuesto a devolver los despojos de Polonia que controlaba.  La centuria de la supremacía inglesa, desde 1814 a 1914, fue un período que aportó inmensos beneficios de paz y de prosperidad no sólo al Imperio y la Commonwealth británica, sino también a toda la comunidad de naciones.

En el Congreso de Viena el más enfadoso de todos los plenipotenciarios era don Pedro Gómez Labrador, de España.  Estaba decidido a no jugar el papel de marioneta y pensó, con una casi inconcebible falta de tino, imitar la técnica de Talleyrand.  Incluso el Duque de Wellington, que tenía mucha experiencia del temperamento español, le criticaba.  Y en realidad Labrador en todo momento procedió con una equivocada tozudez que llevó a ala desesperación, tanto a Castlereagh como a Talleyrand.  El art. 35 de la Paz de París decía que todas las potencias relacionadas con la última guerra participarían en las negociaciones, ocultando a todos una cláusula secreta por la que los 4 grandes se comprometieron a resolver todas las cuestiones con Francia entre si.  esta dualidad resultó engañosa para los terceros, que fueron a Viena convencidos de poder sacar algo, sin saber que no contaban para nada.  Metternich, Hardenberg, Castlereagh y Nesselrode, serían los de la voz cantante, junto con Talleyrand, que rompió la estrategia de los 4 grandes, convirtiéndose en abanderado de los pequeños, a los que abandonó cuando consiguió ser admitido en el Comité de las 8 primeras potencias, donde también estaba España.  Se constituyeron 10 comités independientes:  El alemán, el del comercio de esclavos, el suizo, el de Toscana, el de Cerdeña-Génova, el del Ducado de Bouillon, el de los ríos internacionales, el de la precedencia diplomática, el de estadística y el del anteproyecto o minutas de redacción.  El Consejo de los Cuatro se convirtió en el de los Cinco el 9 de enero de 1815, al admitir a Talleyrand, y fue el órgano último que, en efecto, vino a ser el órgano directivo del Congreso.  Este Consejo celebró 41 sesiones, mientras los Ocho sólo celebraron 9.

En 17150 poseía Polonia un vasto territorio y una población de 10 millones y medio de habitantes; en el reparto de 1772 se quedó con 8.746.000; en el de 1793 quedó sólo con 3,5 millones, y en el reparto de 1795-96 quedó absorbida totalmente por Rusia, Austria y Prusia, dejando de existir.  En 1807 Napoleón, tras derrotar a Prusia, creó el Ducado de Varsovia, de 1850 millas cuadradas, añadiéndole 900 millas más en 1909 a costa de la Cracovia austriaca.  El reino de Polonia salido de Congreso de Viena tenía sólo una superficie equivalente a las 3/4 partes del Ducado de Varsovia, el resto se quedó para las tres potencias circundantes.  Castlereagh deseaba una fuerte Polonia para dar gusto al pueblo inglés, pero sabía que esto no sería aceptado, y por ello apostó por crear una fuerte Prusia aliada a Austria, para contrarrestar el poder ruso, a pesar de que Talleyrand deseaba evitar el engrandecimiento prusiano.  Alejandro deseaba una Polonia independiente, pero sin renunciar a sus posesiones.  Austria deseaba su reparto y se oponía a que Prusia recibiese Sajonia.  Prusia deseaba Sajonia y parte de Polonia.  Finalmente todo se resolvió:  Prusia adquiría 2/5 partes de Sajonia, las plazas fortificadas del Elba, una parte de la orilla izquierda del Rhin, el ducado de Westfalia y la Pomeramia sueca.  Austria obtendrá el Tirol y Salzburgo, además de las provincias ilíricas en el Adriático y conservar la Galitzia polaca.

Para el caso italiano se decidió que Austria obtendría Lombardía y Venecia.  Génova se incorporó al Piamonte, el Papado obtuvo todos sus antiguos territorio junto con Ferrara, Bolonia y Rávena.  Modena, Reggio y Mirandola para Francisco IV.  A la reina de Etruria se le daría Lucca, y Parma para Mª Luisa, excluyendo a su hijo, el rey de Roma, de la sucesión.  Para Suiza se decidió la constitución de una Confederación de 22 cantones.

El caso alemán se resolvió acordándose el 9 de junio de 1815 constituir una Dieta federal en Frankfurt bajo la presidencia de Austria, la cual vendría a ser el órgano central para todos los 38 estados germánicos.  Esta Dieta debía redactar las leyes fundamentales de la Confederación, y según el art. 13 de este Acta federal cada soberano estaba obligado a conceder una Constitución a sus súbditos.  Las grandes esperanzas de los nacionalistas y de los liberales alemanes se hundieron en el desengaño; se había perdido la oportunidad de crear una Confederación germánica que muy bien podía haber sido liberal, civilizada y humana; la unidad de Alemania sólo podría forjarse en adelante con el hierro y la sangre.  Metternich pudo haber creado un Imperio germánico liderado por Austria, pero su desidia hacia el nacionalismo le impidió valorarlo suficientemente, y su desconocimiento de los aspectos económicos, le impidieron comprender el potencial futuro de Prusia para Alemania.

La abolición del comercio de esclavos le costó mucho a GB, incluso España y Portugal cobraron fuertes sumas de GB para suprimir este comercio.  España cobro 400.000 libras esterlinas.

Después de Waterloo, Castlereagh era el dueño de Europa, y por eso fue criticado por la oposición inglesa, al no imponer un tratado más ventajoso para G.B.  El problema principal estaba entre la teoría prusiana de una paz punitiva hacia Francia, y la de Castlereagh de una paz moderada que pudiera al final recibir el consentimiento del pueblo francés.  La segunda paz de París del 20 de noviembre de 1815, forzaba a Francia a perder una pequeña franja territorial en la frontera belga, las plazas fuertes de Landau y Saarlouis, unas pequeñas porciones de territorio en la frontera suiza, y la mayor parte de Saboya, además de verse obligada a pagar unas indemnizaciones de 700.000.000  de francos y soportar durante cinco años un ejército de ocupación de 150.000 hombres, aunque en 1817 ya concluyó esta ocupación.

El acta final del Congreso de Viena se firmó el 9 de junio de 1815.  Castlereagh deseaba una garantía ( la Sta. Alianza) que mantuviese lo acordado, pero tuvo que renunciar a ello por la oposición británica, al darse cuenta de que esto sólo serviría para que G.B. defendiese los logros rusos en Europa, pero no su detención en Oriente.  Sólo pudo incluir un artículo de la Cuádruple, fijando reuniones periódicas internacionales.  La Cuádruple alianza que Castlereagh había creado en Chaumont, mantenida en el Congreso de Viena y reconstruida en París, parecía ya en peligro de disgregación.  Su ponderado equilibrio estaba amenazado por el corrimiento de grandes pesos.  La Sta. Alianza había expuesto al ridículo su sistema entero, que rápidamente iba hundiéndose en la aprensión y el disgusto.  La desconfianza ante las abiertas y las encubiertas ambiciones de Rusia estaba abriendo una fisura cada vez más ancha entre el Oriente y el Occidente.  El sistema de conferencias seguía siendo para Castlereagh la única esperanza de mantener el concierto de Europa; y pensó en defender este sistema con todas las energía de sus corazón, de su alma y de su inteligencia.  Pero no lo consiguió.  El Zar, tras sus conversaciones místicas con Madame Stael, que le consideraba un enviado divino, empieza a promover la Sta. Alianza, para garantizar la paz mediante el sistema de Congresos y la intervención internacional donde se produjesen alteraciones del orden.  La propuesta rusa fue peor de lo que Castleragh temía.  Sugería que debía firmarse un nuevo y universal tratado, una Alianza solidaria, por la que los Estados de Europa deberían garantizarse mutuamente, no sólo los territorios y posesiones de cada uno de ellos, sino la forma existente de Gobierno en aquella fecha.  Castlereagh sabía que ningún gobierno británico consentiría en tal sugerencia; y en una manifestación que hizo a la conferencia en octubre explicó sin dejar lugar a error alguno la medida exacta en que el gobierno británico se consideraba ligado por los tratados vigentes.  Esta declaración fue la que, al repudiar claramente la sugerencia de que la coalición tenía derecho a intervenir en los asuntos internos de los otros países, señaló la retirada de la Gran Bretaña de la Sta. Alianza.

 

 

 

 

 

ESPAÑA 1936-1939.  LA GUERRA MILITAR:  La guerra en el Norte.    Manuel Tuñón de Lara, Gabriel Cardona y José Luis Alcofar.   Madrid, Historia 16-Caja de Madrid, 1996.

 

El libro consta de los siguientes capítulos:  La guerra en el Norte, de M. Tuñon de Lara; La reforma de los Ejércitos, de Gabriel Cardona; La República pasa a la ofensiva, de G. Cardona; y Las armas de ambos bandos, de José Luis Alcofar. 

En el primer capítulo Tuñón desarrolla, genéricamente, la problemática militar de la República en el año 1937.  Cuando Franco desiste de la toma de Madrid y decide emplear todas sus fuerzas en acabar con los reductos republicanos del norte, se plantea la necesidad de defender una zona tradicionalmente republicana y que atesoraba recursos estratégicos fundamentales para la guerra.   A principios de marzo de 1936 Mola inicia ofensiva sobre el País Vasco, interrumpiendo la ofensiva republicana sobre Oviedo iniciada el 6 de marzo, y al tiempo que se desarrollaba la batalla de Guadalajara iniciada el 8 y terminada el 21 de marzo de 1937.   La ofensiva real de Mola se inicia el 31 de Marzo, cuando se bombardea Durango y se ataca el sector de Villarreal, cayendo el los próximos días Ochandiano y Olaeta.  Miaja atacó el 9 de Abril en Aragón (Alcubierre) para aliviar la presión nacional sobre el norte.  Tuñón analiza la toma de Bilbao, Santander y la caída inmediata de Asturias.  Sobre todo se centra en la polémica de la destrucción de Guernika el 26 de Abril de 1937, y en la rendición final del País Vasco, después de las negociaciones iniciada por el presidente del Bizkai Buru Batzar, Juan Ajuriaguerra que impulsó el llamado pacto de Santoña con los italianos e incluso envió negociadores a Roma ante la Santa Sede.  Los vascos se defendieron bien, pero al final no cumplieron la orden de destruir las industrias y desertaron en masa, aunque muchos continuaron combatiendo en el frente de Santander y Asturias.  A lo largo del combate se quejaron amargamente de que Madrid no les enviaba el material y los refuerzos necesarios, impidiendo una defensa coherente contra la enorme superioridad artillera y de aviación enemiga.  Madrid no podía hacer mucho, en unas fechas en que su ejército estaba en completa reorganización, cuando incluso en el frente norte se discutía la autoridad del Jefe del Ejército del Norte, fuese quien fuese (Ciutat, Gamir), e incluso el presidente Aguirre llegó a hacerse cargo del mando absoluto del ejército combatiente en Euskadi el 9 de mayo hasta que Gamir Uribarri se hace cargo del ejército vasco el 29 de mayo. El 3 de Junio muere Mola en accidente de aviación, poco antes de que el 11 de Junio se rompiese definitivamente el cinturón de hierro vasco y Bilbao cayese el 19 de Junio de 1937.  En Julio esta ofensiva se detiene parcialmente ante el ataque republicano en Brunete, pero el 14 de Agosto se inicia ofensiva sobre Santander y el 26 los nacionales entran en Santander, justo el día que dirigentes del PNV firman el pacto de Santoña con el general Manzini.  El 21 de Octubre, tras la caída de Gijón y Aviles, desaparece el Frente del Norte. 

  Madrid, lo más importante que hizo fue intentar ofensiva disuasorias, que tuvieron bastante éxito, como la toma del santuario de Santa María de la Cabeza el 1 de mayo o los avances en tierra de Teruel el 16 de Abril), pero que no fueron culminadas debido a la inexperiencia de las tropas en combates abiertos, a la falta de material, y a la falta de organización.  Así sucedió en la ofensiva sobre La Granja, Brunete, Belchite, Huesca, y con más éxito sobre Teruel ya en los últimos días de Diciembre.

La perdida del norte significó que Franco tendría un sólo frente unido, podría disponer de 150 batallones libres, mientras que los republicanos perdieron 35.000 muertos y unos 100.000 combatientes en total (heridos, emigrados, etc).  Las nuevas adquisiciones demográficas de los nacionales les suponían emplear algo más del 60% de sus divisiones para cubrir los frentes y dejar un 40% en la reserva, mientras que ahora los republicanos tendrían que conformarse con un 25% de sus divisiones para la reserva o Ejército de Maniobra.  El Coronel Ciutat consideraba que la clave del norte fue el derrumbamiento del frente santanderino en Agosto de 1937, si en Santander se hubiesen reorganizado las tropas expulsadas de Euskadi y se hubiese resistido unos meses Franco no habría podido asestar el golpe final hasta la primavera del 38, y en esas fechas el Ejército de Maniobra republicano ya hubiese estado formado, organizado y entrenado, dispuesto para una ofensiva general o para ayudar al norte.

Durante esta época los ejército sufrieron reformas notables.  El Ejército de Franco vio desaparecer las antiguas Divisiones Orgánicas en favor de Regiones Militares, entregando los nuevos cuerpos de ejército a generales de prestigio.  Este Ejército se compondrá del Cuerpo de Galicia, mandado por Aranda, el de Castilla, por Varela, el de Aragón, por Moscardo, Navarra por Solchaga, el Marroquí por Yagüe y el CTV italiano.  Estos formaban el llamado Ejército de Maniobra.  Mientras tanto, Negrin intentó organizar el marasmo militar republicano, que el 1 de abril de 1838 contará con 600.000 hombres en filas distribuidos en 70 divisiones.  Negrín nombró al comunista Cordón para la subsecretaría de Defensa e inició la reorganización:  La Región Centro-Sur mandada por Miaja se subdividió en Ejército del Centro (Casado), Levante (Menéndez), Extremadura (Burillo y Prada) y Andalucía (Moriones); el Ejército de Cataluña pasó a llamarse Cuerpo Ejército de la Región Oriental (Hernández Sarabia), subdividido en  Ejército del Ebro de Modesto y Ejército del Este de Perea.  Negrin llamó a filas a las quintas de 1926 a 31, sobre todo en Cataluña, correspondiendo la última a la llamada quinta del biberón (16 años), pero que sirvió para crear el ejército que llevaría a cabo la batalla del Ebro.  Además articuló un sistema de recompensas y ascensos por méritos de guerra, y agravó las penas por deserción, sustituyó a los prietistas (antiguo ministro de la guerra) por fieles suyos, y se organizó el XVI Cuerpo en el que se integraban todas las modalidades de lucha de guerrillas  que se iban formando en la retaguardia franquista.

Cuando la guerra terminó los ejércitos franco contaban con 3 ejércitos, llamados Levante (Cuerpos de Galicia, Castilla, Aragón y Urgel), Centro (Cuerpos Primero, Maestrazgo, Navarra, CTV y Toledo) y Sur (Cuerpos de Extremadura, Granada, Córdoba, Marroquí y una división independiente), con un total de 1.020.500 hombres, 1.090.000 ametralladoras, 7.600 morteros, 3.244 piezas de artillería y 651 carros de combate.  Tan importantes cifras con correspondían a un ejército de corte europeo.  De ese millón de soldados únicamente 19.000 servían en artillería, 19.000 de caballería a caballo( cuando estos se había transformado en Alemania en compañías de carros) y 11.000 en ingenieros, lo que demuestra como la guerra había concluido con el atraso técnico que siempre había tenido la actividad militar en España.

Las ofensivas de La Granja (30-V-1937), Huesca (12-6-1937, el mismo día que Franco rompía el cinturón de hierro bilbaíno), Brunete (5-7-1937), Belchite (24-8-1937), Teruel (15-12-1937), no lograron paralizar la ofensiva nacional en el norte, pero si fueron zarpazos importantes que detuvieron momentáneamente al ejército de Franco.  La batalla de Brunete fue la primera gran batalla de la guerra, llamada la batalla de la sed, y que fue detenida porque los republicanos se entretuvieron contra las resistencias enemigas en Villanueva de la Cañada, Los Llanos, Quijorna, Villanueva del Pardillo, Brunete, en vez de bordearlas y seguir avanzando con una utilización racional de los muy superiores carros rusos.  Franco tuvo tiempo así de reunir 4 divisiones, 2 brigadas navarras, una buena masa artillera, varias unidades de carros, caballería, aviación con los nuevos Messerschmitt 109, Heinker 111 y Savoia 79.  La inferioridad republicana en el aire y la mala utilización de los carros, les obligó a retroceder a pesar de actuaciones como las del Campesino o los brigadistas.  Curiosamente, Franco, una vez obligados los republicanos a retirarse, renunció continuar la ofensiva hacia Madrid cuando toda la carretera de Extremadura había quedado desguarnecida, al perder los republicanos 25.000 hombres y 100 aviones, por sólo 10.000 y 25 los nacionales, pero Franco decidió reenviar esas tropas otra vez al norte.  El 4 de agosto se publicará una Orden del Ejército del Centro disolviendo la XIII Brigada Internacional por su comportamiento en Brunete.  Los internacionales serían el chivo expiatorio, sin analizar la deficiente estrategia y entrenamiento, el empecinamiento de El Campesino el batallas sin importancia, la lentitud en el avance, la mala utilización de los carros de combate rusos, que a pesar de su superioridad fracasaron al no ser utilizados en raigs ni en apoyo infantería, y, sobre todo, al no existir la necesaria cobertura aérea.

Belchite también tuvo un componente político, ya que coincidió con la disolución del Consejo de Aragón, y la división de Lister fue la encargada de disolver los comités y colectivizaciones.  El mando de la operación correspondió a Pozas, con un plan estilo Vicente Rojo, rapidez y sorpresa, con una maniobra principal para romper el frente de Belchite y otra secundaria al otro lado del Ebro, para cortar las comunicaciones al norte de Zaragoza, ya que Zaragoza era el objetivo último de la operación.  Lo malo es que Quinto y Belchite resistieron, y los republicanos, al igual que en Brunete, en vez de sobrepasarlos se empeñaron en la batallita de Belchite, ganándola, pero dando tiempo a las tropas franquista a taponar los frentes y evitar el objetivo final:  Corte de comunicaciones y toma de Zaragoza.  Además los republicanos demostraron su falta de entrenamiento para ofensivas abiertas, para sustituir a la vanguardia agotada por tropas de refresco que continuasen el ataque, para distribuirse por los grandes espacios llanos, etc.

Mola murió en accidente aéreo cerca de Burgos durante la campaña del Norte, y Franco ahora era el Jefe absoluto, y decidió replantearse la batalla de Guadalajara para ahogar Madrid.  Los republicanos lo sabían e idearon dos planes para evitarlo:  El Plan P de Rojo era muy ambicioso, ya que se trataba de crear otro frente en el Sur, ya que Rojo consideraba que el frente extremeño entre Peñarroya y Medellín esa cubierto débilmente por los franquistas, por lo que 25 divisiones podían desbordarlo, y así lograr una victoria en consonancia con la estrategia militar de la II Guerra Mundial.  Pero se prefirió el 2º plan, más clásico y consistente en el contragolpe estratégico nº 1, que consistía en una nueva ofensiva sobre Huesca combinada con el contragolpe estratégico nº 2 que estudiaba el ataque contra Teruel.  Vicente Rojo fue el encargado de organizar el plan estratégico nº 2 contra Teruel, descartando el Plan B y el ataque a Huesca.  En Teruel todo salió aparentemente bien, salvo que Rey d'Harcourt resistió en el centro de Teruel hasta el 8 de Enero, y a pesar de ser considerado un traidor por los franquistas, esta heroica resistencia permitió a Franco contraatacar ya desde el 29 de Diciembre con el Cuerpo de Ejército de Castilla de Varela, Galicia de Aranda, y 296 piezas de artillería y aviación alemana.  Al final todo quedó igual que antes de empezar, ya que los republicanos tuvieron que abandonar sus posiciones próximas a Teruel.

 

LAS ARMAS DE AMBOS BANDOS.

 

En 1936 las fuerzas armadas españolas estaban muy pobremente dotadas:  no existía una sola unidad en servicio que tuviera completos sus efectivos de personal y material.  Este material, si no moderno, era equiparable al que utilizaban los ejércitos del mundo, pero con la diferencia que en la mayor parte de las naciones este material se modernizó por completo en los años siguientes y en la II G. M., mientras que en España la guerra civil se hizo con material antiguo e impidió el desarrollo de material nuevo nacional.

En armas ligeras en el ejército era reglamentario el fusil automático Mauser 7 mm modelo 1893 y el mosquetón del mismo calibre y sistema.  Predominaban los modelos de 1913, antigua, pero similar a los de otros ejércitos del mundo.  Debía haber unos 140.000 fusiles en servicio en el Ejército, unos 100.000 en las Fuerzas del Orden, 70.000 en Marina y 6.000 en Aviación, más 50.000 de media en cada uno de los parques de cada División Orgánica.  Quedaron en zona republicana sólo unos 200.000 fusiles, pero ya el 11-11-36 llegaron 20.000 Mauser mexicanos y 20 millones de cartuchos.   Después llegarían modelos de todo tipo, hasta 35 distintos con 9 calibres diferentes, lo que dificultaba su utilización.  Los Mausine soviéticos de 7,62 mm de 1890 también sirvieron en campo republicano, alcanzando los envíos hasta 500.000 según fuentes soviéticas.  Por parte nacional Italia envió 240.747 fusiles Manlicher de 1891 y 6,5 mm y 6 disparos, mientras los alemanes mandaron Mauser de 1914 de 7,92 mm.

En 1936 eran reglamentarios los fusiles ametralladores Hotchkiss O.C fabricados en Oviedo-Coruña, modelo 1922 y algunos Astra de 1937, todos de 7 mm, con un total de 2297 en la Península y 527 en África.  También eran reglamentarios subfusiles y pistolas ametralladoras Astra, de culatín y 7,63 mm, para las Fuerzas de Orden.  Los republicanos importaron 19 tipos de fusiles ametralladores, la mayor parte modelos de la Gran Guerra, salvo algunos checos y soviéticos.  entre estos últimos figuraban dos tipo Maxim de 1917 y los excelentes Degtyarev-Pekhotny y Spitany-Komaritsky de 19130 y de 7,6 mm, tambor circular y notable cadencia de fuego.  Por parte nacional Alemania envió algunos Dreisse de 7,92 mm. y subfusiles MP-34 Schmeisser de 9 mm, e Italia gran cantidad  del fusil ametrallador Breda de 1930 y 6,5 mm.

Eran de reglamento en 1936 las ametralladoras Hotchkiss de 7 mm modelo 1922 fabricadas en Oviedo, están en servicio del Ejército 1654 y 200 en Fuerzas del Orden.  Los republicanos importaron 13 tipos de ametralladoras de 5 calibres distintos, siendo las más numerosas las Maxim soviéticas de 7,62 y otras de esta misma marca de 7,92 hasta un total de 15113 según los soviéticos.  El bando nacional importó las Fiat-Revelli de 1914 y 6,5 mm.

Era reglamentario en 1936 el mortero Valero de 81 mm de 1933, construido en Marquina, con más de 2500 unidades en servicio.  Los republicanos importaron  5 modelos, sobre todo el soviético de 50 mm con 15000 unidades.  Los nacionales utilizaron el italiano Brixia de 45 mm. y el OTO.Breda de 81 mm de 1935, con 1426 unidades.  Los italianos también aportaron lanzallamas montados en carros y lanzallamas individuales.

Respecto a la artillería, el material era bastante heterogéneo y anticuado en 1936, pero no desmerecía de otros ejercidos del mundo.  Esta constituido por materiales nacionales excelentemente fabricados sobre patentes extranjeras, pero muchos estaban gastados y descalibrados.  Tampoco existían carros elásticos para armones para las municiones, siendo escasos los modernos elementos de dirección de tiro y las disponibilidades de munición.  En las 8 Divisiones Orgánicas, además de los pequeños cañones de 70 mm, entregados como artillería de acompañamiento a las unidades de infantería, existía un total de 16 regimientos ligeros, cada uno con 36 obuses Vickers de 105/22 o las misma cantidad de cañones Schneider de 75/28, también había dos regimientos de artillería de montaña con 24 obuses Schneider de 105/11, un regimiento de artillería a caballo con 36 Schneider de 75/28.  De todo este material quedaron en manos republicanas 381 cañones y obuses, y de parte nacional 620.  A esto hay que añadir las piezas aparcadas en los parques, que la república intentó utilizar, pero la mayoría estaban anticuadas, inservibles, gastadas, y se dieron casos en que combatieron piezas fabricadas en 1873 y 1898.  El ejército republicano sufrió siempre una gran escasez de artillería, importando de Francia primero los típicos Schneider antes del Pacto de no Intervención, y desde Octubre de 1936 llegó material soviético que los rusos cifran en 2155 piezas, aunque sólo hemos encontrado documentos de 1832, ascendiendo a 2364 si le sumamos las piezas antiaéreas y antitanques.  Según el general Belfore combatieron en España 1604 piezas italianas de artillería que consumieron 10 millones de proyectiles, pero Salas Larrazabal habla sólo de 720, Coverdale de 1801  y el autor sólo ha documentado 1172.  Lo malo de este apartado es que no se habla de sus características.   Hitler entregó a los sublevados muy poco material artillero, siendo anticuado, como los 32 cañones de 77/32 conocidos como Krupp Largo y los 100 de Krupp Corto de 77/24, además de obuses de 10,5 y 15 cm. y algunos cañones de 105 que actuaron en la batalla del Ebro.  En total se calcula que los alemanes enviaron 144 piezas de cañones-obuses y 40 lanzaminas.

La defensa antiaérea española en 1936 se limitaba a 8 Skodas de 7,65 mm modelo 1919, las Vickers de 105 mm de Ferrol, Mahón y Cartagena, y baterías diversas en bases navales.  Muchas piezas de 105 y 76 mm Vickers que llevaban los barcos se desmontaron y se utilizaron en la defensa de costas, así como los de 47 mm utilizados en la defensa de Cádiz.  Por parte italiana llegaron pronto los antiaéreos Breda de 20/65, y 36 cañones antiaéreos de 75/27 CK de 1916, y 4 cañones 75/46 Ansaldo de 1934.  Los alemanes enviaron 112 antiaéreos Flak 30 de 20 mm, una batería de 4 piezas de 37 mm Flak 18 Reinsmetall-Borsig de 1935, 84 cañones antiaéreos Krupp de 77 mm. modelo 1933, y sobre todo la famosa pieza Flak Krupp de 88 mm que se convirtió en la mejor pieza de la guerra de España y casi de la II Guerra Mundial.  Los republicanos obtuvieron 100 piezas Oerlikon de 20 mm y algunas bolivianas, 20 Bofors de 40/16 modelo 1930 muy eficaces y algunas anticuadas piezas rusas de 75 mm, pero el núcleo fundamental será un centenar de piezas soviéticas de 72,2 mm modelo 1931 que serán los mejores antiaéreos republicanos.  Los republicanos llegaron a contar con 236 piezas antiaéreas y los nacionales con 412.

La artillería antitanque no se desarrolló mucho en la guerra de España, y en 1936 sólo había 18 piezas.  Italia envió 16 piezas de 47/32 Terni-OTO modelo de 1935 y Alemania 274 cañones de 37 mm Pak 37/36 Reinmetall-Borsig.  Los republicanos dispusieron del soviético Puska-Maklen de 37 mm modelo 1917 (140 piezas), 20 Bofords suecos de 37 mm, y el mejor antitanque republicano fue el soviético 45/46 modelo de 1936 de los que llegaron 136.  En total los republicanos dispusieron de 296 y los nacionales de 290.

Primo de Rivera renovó la artillería de costa de Ferrol, Mahón y Cartagena, mediante piezas Vickers de 153, 4/50 modelo 1923 construidas en Reinosa y las grandes piezas Vickers modelo 1926 de 381/45 compradas a Inglaterra. 

En 1936 existían en España dos regimientos de carros de combate, con 10 viejos Renault FT de 1917, 2 Schneider de 1916 y 13,5 Tm, y no se había conseguido desarrollar el proyecto del capitán Ruiz de Toledo para el carro Trubia, del que sólo se construyeron algunos prototipos que combatieron en Santander y Asturias.  Durante la guerra llegaron 20 Renault FT de 1917 que circulaban a 7 Km/h, pero la principal ayuda fue la soviética, con oficiales que se especializaron en esta lucha y que les sirvió de lección para la II GM, hombres como el mayor Arman, Pavlov, Rudolf, Semion Krivosheim, etc.  Los primeros carros soviéticos serán los BA-32 y después los T-26 B, los mejores de serie del mundo, con casi 10 toneladas, un cañón de 45 mm y 28 K/H y un blindaje de 15 mm.  Intervinieron en el contraataque de Seseña el 27-X-1936 al mando de Arman, mediante un raid solitario que les llevó a cerca de Illescas sin encontrar enemigo, pero tropezaron a su regreso con varios puntos de resistencia entre Seseña y Borox, perdiendo 3 carros, culpándose mutuamente de que la infantería no les siguió, etc.  Donde mejor fueron empleados fue en la batalla del Jarama.  En 1937 llegaron los nuevos BT-5 modelo 1935, de 11,5 toneladas, un cañón de 45 mm y 79 Km/h sin cadenas y 62,5 con cadenas.  Se han exagerado las cifras de carros soviéticos en España, hablándose de 600 T-26 y 100 BT-5, y los soviéticos hablan de un total de 120.

Los nacionales recibieron primero los Fiat Ansaldo modelo 1915-17, las tanquetas Carro Veloce CV de Fiat-Ansaldo modelo 1935, con 38 Km/h, dos ametralladoras y un lanzallamas.  En total se cree que combatieron en España 147 carros Fiat-Ansaldo.  Por parte alemana llegaron las tanquetas Panzer I Krupp llamada aquí negrillos, con un total de 150 unidades que experimentaron gran cantidad de pérdidas.

 

 

 

 

ESPAÑA 1936-1939.  LA GUERRA MILITAR:  El frente de Aragón.    Ramón Salas Larrazábal y Gabriel Cardona.   Madrid, Historia 16-Caja de Madrid, 1996.

 

En febrero de 1937 la movilización alcanzaba a 12 reemplazos completos por cada bando, con 1.900.000 hombres.  El Ejército popular era dirigido por el ministro de defensa Prieto, con un Estado Mayor por cada Arma.  El Ejército de Tierra estaba integrado por el Ejército del Centro de Miaja, el de Extremadura de Burillo, el de Andalucía de Prada, el de Levante de Hernández Sarabia, el del Este de Pozas, y el de Maniobra a las ordenes del Ministro.  En total, le quedaban 19 Cuerpos, con 56 divisiones y 167 brigadas Mixtas, por lo que había perdido 1/4 parte de todo lo alistado (23 Cuerpos, 73 divisiones y 225 brigadas), a pesar de lo cual todavía era superior numéricamente al de Franco.  Las fuerzas navales habían perdido el control del mar, después del hundimiento del acorazado Jaime I, los destructores Císcar y Ferrándiz y de 5 submarinos, quedando al mando de González Ubieta, los cruceros Libertad y Méndez Núñez, los destructores Sánchez Barcáiztegui, Lepanto, Valdés, Antequera, Miranda, Gravina, Escaño, Jorge Juan, Ulloa y Lazaga, un submarino, 10 lanchas rápidas tipo GS recibidas de la URSS, los destructores Churruca y Alcala Galiano en reparación, el Alsedo operaba independientemente y el José Luis Díez estaba refugiado en Francia, al igual que 2 submarinos, aunque estos pronto se reincorporaron, junto con el crucero Cervantes, inmovilizado después de ser torpedeado por un submarino italiano el 23-XI-1936.  A toda esta fuerza se unen unos 350 aviones.

Franco creo un Ministerio de Defensa Nacional al mando de Dávila, que también mandaba el Ejército del Norte.  Franco mandaba todas las operaciones desde el palacio de Pedrola, propiedad del duque de Vistahermosa, en la provincia de Zaragoza.  Sus fuerzas terrestres estaban constituidas por el ejército del Centro de Saliquet, Sur de Queipo de Llano, Norte de Dávila,.  En total 50 divisiones y dos más de caballería.  su marina estaba mandada por el almirante Moreno, concentrada en Baleares, con los cruceros Baleares, Canarias y Almirante Cervera, los destructores Ceuta, Melilla, Huesca, Teruel (Estos cuatro eran viejos buques italianos reformados) y Velasco, los minadores Júpiter y Vulcano, los submarinos Mola y Sanjurjo comprados a Italia.  La fuerza aérea esta mandada por Kindelán, con tres agrupaciones:  Hispana, Legionaria y Legión Cóndor, con un total de 500 aviones.

Entre el 25-29 de Enero de 1938 Franco lanza sus tropas sobre el río Alfambra para recuperar Teruel.  Dávila y Varela se encargaron de la operación.  Rojo tomo el mando de las fuerzas republicanas y Modesto se ocupó de la defensa de Teruel.  El día 21 El Campesino, temiendo verse sitiado, decidió por su cuenta evacuar la ciudad de Teruel en una retirada nocturna en la que perdió buena parte de sus tropas.  Líster y Modesto enjuiciaron de forma muy dura al Campesino.  La ofensiva franquista de Teruel guarda gran similitud con la de Brunete, ya que las dos empezaron como ofensiva republicana, pero el la de Brunete el tándem Prieto-Rojo pretendió alcanzar una decisión de signo estratégico para destruir el Cuerpo de Ejército de Yagüe, alejar las líneas de Madrid, paralizar la ofensiva del norte e invertir el signo de la guerra, mientras que en Teruel no había otra aspiración que obligar al enemigo a modificar sus intenciones y despliegue y, con ello, ganar tiempo.  Franco, en los dos casos, decidió contraatacar para restablecer la situación, a pesar de que estratégicamente no mereciese la pena tal sangría de hombres.

La flota republicana recuperó la supremacía naval el 6 de marzo de 1938, cuando una escuadra al mando de González Ubieta y compuesta por los cruceros Libertad y Méndez Núñez y los destructores Sánchez Barcáiztegui, Gravina, Lepanto, Antequera y Lazaga, con la misión de proteger a la flotilla de lanchas torpederas que debía atacar y hundir a los buques anclados en Palma de Mallorca.  Al mismo tiempo un convoy nacional, con los cañoneros Canovas del Castillo y Canalejas, los cruceros Baleares, Canarias y Cervera, se encuentra con los republicanos a las 0 horas y 17 minutos del día 6.  El resultado es que los nacionales pierden el Baleares.

La práctica militar hasta el momento había demostrado que los republicanos eran capaces de sostener batallas defensivas, pero fracasaban en campo abierto.  Todas sus ofensivas tuvieron éxito inicial, pero a la larga no pudieron soportar el contraataque enemigo.  Franco, por su parte, siempre caía en el error de contraatacar, para no perder ni un metro por cuestiones de prestigio, logrando su objetivo a costa de un desgaste en hombres y material similar al del enemigo.  En este período, por fin, Franco se decidió por una guerra de movimientos más creativa.  La batalla se desencadenó al amanecer el 9 de marzo de 1938, apoyando a Yagüe los aviones de la Legión Cóndor y 48 baterías, junto con el CTV, la aviación legionaria y 58 batería, y al ejército de Aranda, la brigada Aérea Hispana y 47 baterías, y al de Valiño, 12 baterías.  Yagüe conquistó Belchite el día 10, cuando el XII Cuerpo republicano abandonó sus posiciones.  Al tercer día del ataque el frente republicano había desaparecido y el XII Cuerpo también.  Rojo pensó que esta ofensiva no era la definitiva, y que la definitiva se produciría sobre Madrid, pero se equivocó, y por eso no envió todas las tropas necesarias, y dejó a Franco en libertad para llegar al Mediterráneo.

El 11 de marzo Hitler invade Austria, provocando en Francia la caída de Chautemps y el ascenso de León Blum, que inmediatamente se plantea la conveniencia de intervenir en España.  Al final Blum decidió no intervenir, pero abrió las fronteras el 27 de marzo y permitió el libre tráfico de armas y ayuda para los republicanos, llegando material checo y soviético.  Mientras tanto Dávila ocupó Caspe con los marroquíes y Ejulbe y Alcorisa con los gallegos, traspasó fácilmente la línea defensiva del Cinca y también el Ebro.  Los sucesivos desastres del norte y sur del Ebro produjeron un hundimiento tal de la retaguardia republicana que todo hacía presagiar un rápido fin de la guerra.  La idea de Perea era defender la línea del Segre-Noguera Pallaresa y conservar a todo trance Lérida y Tremp, pero ambas caerían inmediatamente después de que Perea tomase el mando. Se formó un nuevo gobierno presidido por Negrin ante las presiones comunistas, que después de los últimos fracasos creían que Prieto quería pactar, y ellos querían resistir hasta el final, provocando la salida de Prieto del gobierno y Negrin asumió también la cartera de Guerra.  Negrin eliminó la prohibición de que los antiguos líderes populares sobrepasaran el grado de comandante o mayor.  En consecuencia, el 11 de mayo ascendieron a teniente coronel Modesto, El Campesino, Tagueña, López Iglesias y Sánchez Rodríguez.  El azañista Hernández Sarabia seguía ocupando la jefatura del Grupo de Ejércitos republicanos, mientras el TT. Col. Perea, militar profesional de antiguas simpatías cenetistas, seguía como jefe del Ejército del Este, desgastado desde su ofensiva sobre Balaguer y Tremp en mayo del 38.  A las dos y media de la tarde del Viernes Santo, el 15 de abril de 1938, tropas de la Primera División de Navarra y de la 4 división de Navarra, alcanzaron el mar por Vinaroz.  La batalla de Aragón había concluido, confirmando la superioridad material y técnica de Franco, el empeño de este por avanzar en una franja estrecha lo que favoreció la defensa republicana.  Para los republicanos el desastre había sido total, y no resultó concluyente porque Franco, como había supuesto Rojo, dio prioridad incomprensible a Sagunto y Valencia sobre Tarragona y Barcelona.

Las batallas en el frente de Teruel y la marcha de las tropas de Franco hacia el mar fueron los hechos militares más relevantes en la primera mitad de 1938.  El 8 de marzo quedó preparada una ofensiva general de Franco en Aragón, al sur del Ebro, seguida de otra el 22 de marzo al Norte del Ebro, cuando las tropas de Yagüe pasaron el Ebro por Quinto, derrumbándose el frente republicano al perder Fraga el 26 de Marzo y los franquistas entran en territorio catalán el 27 por la localidad de Masalcorreig, mientras El Campesino ya preparaba la defensa de Lérida.  El 3 de abril El Campesino abandonó Lérida. Cuando Cataluña estaba a punto de caer, Franco prefirió dirigirse hacia Valencia

Se empezó a preparar la batalla del Ebro, con un ejército fuertemente disciplinado e ideologizado.  A las 0,15 horas del 25 de Julio se inició la batalla del Ebro, después de que los republicanos detuviesen el avance franquista hacia Valencia en las fortificaciones de Viver, y de que finalizase la concentración de tropas republicanas entre el 22-23 de Julio.  La vanguardia de la operación se confió a los Cuerpos XV de Tagüeña y V de Líster.  El Campesino fue relevado del mando de la 46 división, a causa de sus enfrentamientos con Líster y Modesto, en plena batalla ya el día 25, cuando las tropas cruzaron el río en barcas, pontones y puentes de madera construidos apresuradamente.  Las sierras de Caballs, Pandols y Fatarella cayeron en poder de los republicanos, y cerca de Mequinenza se formó otra bolsa republicana importante, el paso del río estaba asegurado y ocupaban los pueblos de Ribarroja, Flix, Ascó, Corbera, Bensanet, Miravet y Pinell.  Franco decidió volcar en la zona de Gandesa los refuerzos a las ordenes de Barrón y sus legionarios, al tiempo que Alonso Vega recibía órdenes para trasladarse a la batalla.  El talón de Aquiles de la ofensiva era el cauce del Ebro:  combatir con un río caudaloso a la espalda, cuando el enemigo tiene superioridad aérea, es casi un suicidio, pero Rojo pareció subvalorar la aviación enemiga y no organizó su cobertura aérea.  Todo el éxito inicial republicano se fraguó en la sorpresa, sin apenas camiones, carros ni artillería.  El fracaso posterior se fraguo en la batalla de los puentes, en la imposibilidad republicana para construirlos y mantenerlos, para pasar el material y ayuda necesaria, ante el ataque de la aviación enemiga y su control sobre el cauce del río al dominar los pantanos río arriba.  De tantas dificultades resultó que los días 26 y 27 la infantería de ambos bandos quedaba equilibrada, pero la inferioridad artillera de los republicanos era manifiesta., a pesar de que el 30 entró en funcionamiento el recién construido puente de hierro de Flix, pero pronto fue dañado por la aviación, igual que el de madera de Ginestar.  Ante la imposibilidad de pasar el Ebro con todos los efectivos, y en espera de los acontecimientos internacionales, Rojo decidió defender las posiciones logradas.  Franco decidió lo mismo, cuando podía haber renunciado al Ebro y desbordar a los republicanos por Lérida y llegar a Barcelona.  Líster ocupó y mantuvo la sierra de Pandols, hasta que el 9 de agosto Franco eligió Pandols para su contraataque después de haber reducido la bolsa de Mequinenza.  Todo se redujo a una batalla de desgaste, la más grande de la guerra, con una superioridad material franquista, que terminó con la retirada republicana al otro lado del Ebro.

Negrín viajó a Zurich en agosto, so pretexto de un Congreso de medicina, pero con la intención de entablar contactos políticos aprovechando la crisis internacional de agosto después de la ocupación de Austria y Checoslovaquia por Hitler.  Sus contactos no cuajaron, y los nacionales lograron en octubre la completa superioridad aérea, al tiempo que 6.000 internacionales se retiraban de España, reemplazados en el Ebro por desertores, ex prisiones y reclutas imberbes.  El 23 de octubre Franco decide asaltar la sierra de Caballs, defendida por la 43 división republicana, con el bombardeo de más de 500 piezas de artillería, 100 bombarderos.  Finalmente, Tagüeña ordeno el repliegue y el 16 de noviembre de 1938 las últimas tropas republicanas repasaron el Ebro, poniendo fin la mayor batalla de la guerra civil.

El Ejército del Este (Perea) no había intervenido en el Ebro, conservaba su potencial y estaba desplegado en un terreno montañoso, favorable para la defensiva.  En cambio, el Ejército del Ebro (Modesto) no se había repuesto del terrible desgaste de la batalla.  Franco desencadenó la ofensiva sobre Cataluña el 23 de diciembre.  El CTV, en cumplimiento de los acuerdos sobre retirada de tropas extranjeras, también abandonó España, cuando en otoño del 38 totalizaban 2500 muertos y 11500 bajas, lo que deja bien a las claras la importancia de su participación, a pesar de sus enfrentamientos con Franco.  La evacuación de 10.000 hombres del CTV era la contrapartida a la retirada de los voluntarios internacionales de la zona republicana.  Los italianos zarparon de Cádiz el 15 de octubre rumbo a Nápoles y quedó en España la División Littorio, formada por 12.000 hombres.  Sobre la batalla de Cataluña, Rojo diría que "La batalla de Cataluña comenzamos a perderla al suspender la operación sobre Motril".  La ofensiva de Rojo sobre Motril fue planeada por él para descongestionar el Norte, pero Miaja le ordenó detenerla el 11 de diciembre.  El 23 de diciembre la artillería franquista rompió el fuego, mientras la división Littorio atacó al ejército del Ebro, provocando una gran desbandada que rompió el frente en una sola jornada.  El 3 de enero los nacionales ocuparon la Artesa del Segre el 4 de enero, el CTV consiguió llevar a cabo la guerra de movimientos, infructuosamente intentada en otras ocasiones, y ocupó Castelldons y cruzó el canal de Urgel.  El ejército republicano del Centro intentó otra ofensiva de distracción en Valsequillo, que no sirvió de nada.  El 26 de enero de 1939, los nacionales entran en Barcelona, después de provocar en la ciudad 4.736 muertos por bombardeos identificados por J.M. Solé i Sabaté y por J. Villarroya i Font.  En algunas zonas de Cataluña meridional perecieron el 20% de la población, y se calcula que los soldados catalanes muertos en la guerra superan los 25.000, 5000 muertos por bombardeos, 9000 por la represión republicana, y 3500 la represión franquista.  Cataluña también tuvo que soportar la llegada de una riada de refugiados (700.000 en marzo del 38) que agotaron las subsistencias en un país que antes de la guerra sólo producía la mitad del trigo que consumía.  Hubo intentos de movilización popular para detener la ofensiva franquista del 11 de enero (Lérida y Tarragona), pero el pueblo ya no estaba para resistir más, y el 22 de enero, cuando Negrín celebró el último Consejo de Ministros en Barcelona y acordó declarar el estado de guerra en todo el territorio de la República, la población empezó a marchar.  El coronel Romero estaba encargado de defender Barcelona, pero el caos era total, perdiéndose por imprevisión 200.000 equipos y 10.000 toneladas de víveres.  Cuando las fuerzas franquistas ocuparon Montjuich y el Tibidabo, la urbe, situada en el llano, quedó virtualmente en sus manos.  El 27 Álvarez-Arenas prohibió el uso público de la lengua catalana.  El 1 de febrero de 1939 se celebró la última sesión de las Cortes en el castillo de Figueras.  Modesto fue el último en abandonar España

 

 

LA GRAN GUERRA.  Años de sangre, ruinas y miseria.

Julio Gil Pecharroman, Gabriel Cardona, Manuel Espadas y José U. Martínez Carreras.  Siglo XX, Historia Universal, nº 5.  Historia 16.  1983.

 

LA GRAN GUERRA.

Existieron causas de tipo económico, provocadas por las políticas imperialistas, dando como resultado una feroz competencia colonial primero y una guerra de aranceles después.  Causas de orden psicológico e histórico, también existieron.  Todos consideraban la guerra como un hecho inevitable.  La crisis marroquí de 1905-6 es un claro antecedente, así como la de 1911, lo mismo que la crisis de los Balcanes al enfrentarse el reino serbio, que se consideraba destinado a unificar a los eslavos meridionales en una Gran Serbia, con el gigante austro-húngaro, opuesto a esta política que afectaba a su propia existencia y que coincidía con una crisis general del imperio otomano y el aumento de la presión rusa sobre la zona.

Alemania se vio obligada a apoyar la agresiva política del canciller austriaco Aehrenthal.  Italia era aparentemente fiel a la Triplice, pero desde 1902 había iniciado un lento viraje hacia la Entente, resolviendo su pleito colonial con Francia mediante un tratado que fue revisado en 1912 cuando Italia hizo efectiva la ocupación de Libia con el beneplácito de Francia.  El irredentismo antiaustriaco era algo muy extendido en Italia y colaboró a fraguar el pacto secreto italo-ruso que garantizaba el statu quo de la zona y alejaba a Italia de la órbita austro-alemana desde 1909.

Tras el atentado de Gavrilo Princip, Austria acuso a Serbia de haber guiado la mano del asesino, y aunque estas acusaciones parecen falsas, el caso es que el gobierno de Belgrado no podía negar sus anteriores conexiones con el terrorismo eslavo.

En cuanto a las fuerzas está claro que los imperios ultramarinos de la Entente estarían en condiciones de aportar una enorme masa de combatientes y un caudal de suministros prácticamente inagotable, lo que desequilibraría la balanza.  Los aliados contaban con 230 aviones por a 74 alemanes, pero sólo 308 piezas de artillería francesa contra 2000 alemanes.  La holandesa Mata-Hari parece que fue una peligrosa doble agente para unos y una insignificante marioneta de los servicios secretos para otros, pero fue ajusticiada en Francia por espionaje, valiéndose de su belleza y su profesión de bailarina para ello.

La guerra de movimientos fracaso porque los franceses fracasaron en su ataque en Lorena, Alsacia y las Ardenas, y los alemanes fracasaron también.  Los alemanes avanzaron rápidamente a través de Bélgica con el I Ejército de von Kluck, el II de von Bulow, el III de von Hausen y el VI del duque de Wurtemberg.  Las tropas británicas de French y las francesas de Lanrezac fueron arrolladas entre Mons y Charleroi, pero von Kluck se introdujo peligrosamente en las líneas enemigas, puesto que a su izquierda von Bulow estaba muy retrasado.  Joffre lanzo los ataques franceses por las alas y detuvo el avance alemán a partir del día 7, cuando von Kluck tuvo que repasar apresuradamente el río Marne.  El día 10, Moltke, que había cometido el error de enviar varias divisiones al frente ruso, se dio por vencido y ordenó el repliegue general sobre el Aisne.  En el frente oriental el VIII ejército del general Prittwitz fue derrotado en Gumbinnen por el ruso Rennenkamps, lo que obligó a Moltke  a trasladar rápidamente tropas del frente francés, facilitando así la victoria de Joffre en el Marne.  Hindenburg atacó el 26 y 31 de agosto, obteniendo la victoria de Tanenberg y los lagos Masurianos ante Rennenkampf, pero las divisiones austro-húngaras fueron derrotadas en Lemberg y Rava Russka.

Fuera de Europa Togo cayó en poder aliado, pero África del sudoeste y Camerún resistieron hasta el verano de 1915 y enero de 1916, y el África Oriental no fue dominada hasta la terminación de la guerra.  Japón declaró la guerra el 23 de agosto y atacó las pequeñas guarniciones germanas en el Pacífico, y el 915 presentó a Pekín las llamadas 21 demandas, que eran un ultimátum formal, siendo aceptado por Yuan Che-Kai.  Cuando los barcos alemanes Goeben y Breslau se refugiaron en Estambul, los turcos optaron por entrar en la guerra a favor de Alemania, que declaró la guerra el 2 de noviembre a Inglaterra y el 5 a Francia.

Durante 1915 entramos en la guerra de posiciones o en lo que Marc Ferro llama la estrategia del punto débil.  Los franco-británicos buscaron mediante un desembarco en la región turca de los Dardanelos la reapertura de los suministros a Rusia, mientras que otro desembarco británico en el sur de Mesopotamia pretendía aliviar a las tropas del zar en el frente del Cáucaso, pero fue un rotundo fracaso.  En Francia, durante todo el año 1915 y hasta los inicios de la batalla de Verdún en febrero de 1916, las iniciativas fueron de los franco-británicos, ya que Falkenhayn prefirió mantenerse a la defensiva y dedicar sus esfuerzos al frente ruso.  En 1915 los aliados atacaron el Champaña y Artois entre 20-XII y 30-I de 1915, repitiéndose el 16 de febrero y el 17 de marzo, y en mayo en Artois.  En esta ofensiva los franceses perdieron 102.000 hombres.  En Septiembre Joffre repitió estos ataques en Champaña y Artois, con resultados parecidos.  En diciembre de 1915 se reúnen los aliados en la conferencia de Chantilly, decidiendo un compás de espera, ya que los rusos manifestaron que no podrían volver a atacar hasta el verano de 1916.En el frente oriental Hindemburg en 1915 tomó Varsovia y la mayor parte de Polonia rusa, y el 8 de agosto cruzaron el Niemen, se extendieron por Lituania, Kovno, Vilna y otras ciudades, y los rusos habían perdido 2000000 de hombres a fines de 1915.  Los griegos continuaban su enfrentamiento entre los germanófilos del rey Constantino y los aliadófilos del primer ministro Venizelos, los búlgaros del rey Fernando entraron en guerra el 21 de septiembre de 1915 en favor de Alemania, mientras en Servia el viejo rey Pedro tuvo que retirarse con su ejército y población en una penosa travesía por Albania, mientras los franceses ocuparon Corfú para acoger a estos refugiados, y en ese momento, cuando parecía decidida la guerra balcánica, Venizelos autorizó el desembarco aliado en Salónica (septiembre de 1915).Los aliados intentaron forzar los Dardanelos, defendidos por 350000 turcos, el 18 de marzo, siendo derrotados en Canakkale, para después desembarcar un cuerpo expedicionario franco-británico en Seddulbarch y Gapa Tepe, en la península de Gallípoli el 25 de abril, pero los turcos resistieron la embestida de los 150000 hombres de Hamilton, provocándoles 145000 bajas cuando el 6 de enero de 1916 tuvieron que abandonar Gallipoli.  Los británicos, también tuvieron que claudicar en Kut-el-Amarna, aunque resistieron hasta abril de 1916.

En 1916 Falkenhayn proyectó una ofensiva limitada a un sector vulnerable del frente francés que obligase a Joffre a concentrar grandes efectivo.  Con ello se evitaría una nueva y peligrosa profundización aliada en el arco que iba de la costa a Verdún.  El 21 de febrero el V ejército del Kromprinz imperial inició el ataque a Verdún, el 24 de Junio en plena ofensiva rusa Falkenhayn ordenó detener la ofensiva de Verdún, después de perder 282000 hombres por 315000 franceses, y dejando al enemigo intacto y en posición de atacar el Somme.  Los aliados lanzaron el 1 de julio a 100000 hombres contra las posiciones alemanas en el Somme, pero perdieron 200.000 hombres por 420.000 alemanes cuando la batalla terminó en octubre.  Tras estas sangrías todos tardaron muchos meses en recuperar su actividad.  En oriente, y después del ataque italiano en Isonzo y del francés en el Somme, los rusos al mando de Brusilov cumplieron sus compromisos atacando en un frente de 150 km con centro en Luck (Polonia).  La ofensiva Brusilov fue detenida pero consiguió resultados importantes:  Detuvo ofensiva alemana en Verdún, en  Trentino y Macedonia, alivió presión germana en el norte de su propio frente y decidió la entrada de Rumania en guerra al lado de la Entente., aunque el general August von Mackensen con la ayuda búlgara y turca arraso a los rumanos y entró en Bucarest el 29 de noviembre.  Las tropas otomanas situadas en el Sinaí desencadenaron un ataque sobre el canal de Suez en el verano de 1916, y su fracaso permitió la contraofensiva inglesa, llegando estos a Palestina.  El 16 de mayo de 1916 se firmo el acuerdo de Sykes-Picot, delimitando las esferas de influencia franco-británicas en el Próximo Oriente, con vistas al final de la contienda.  Siria, Cilicia y la zona norte de Mesopotamia quedarían como ámbito francés, mientras Palestina, Transjordania y el petróleo de Irak serían el botín británico, mientras que a los rusos se les reservaba la Tracia oriental, los Dardanelos y la Armenia turca.   La declaración Balfour en noviembre de 1917 ofrecía a las organizaciones sionistas parte de Palestina para crear un hogar nacional hebreo.

 

Aparece la llamada economía de guerra, la planificación económica, desarrollada inicialmente por Walter Rhatenau en Alemania, quien creó en 1914 el Departamento de materias primas de guerra, mientras en G.B. se creo la British Control Boards.  El problema de la mano de obra obligo a la importación de obreros de las colonias, y en Alemania la ley de Servicio Nacional de Diciembre de 1916 movilizó a todos los varones no aptos para la guerra, adolescentes y jubilados, para determinados trabajos de interés nacional, y se favoreció la inmigración de mano de obra desde los países vecinos y ocupados, se incorporó a las mujeres al trabajo.  La libertad de comercio se vio entorpecida por la escasez de subsistencias y los efectos del mutuo bloqueo.  El Alied Maritime Transport Council distribuía los tonelajes del total de las flotas aliadas según las necesidades inmediatas de cada país.  Finalmente, la totalidad de los contendientes tuvieron que contraer enormes deudas para hacer frente a sus crecientes gastos, acarreando una grave inflación.

La flota del Pacífico, del almirante Maximilian von Spee, fue interceptada por el británico Cradock cerca de la localidad chilena de Coronel, sufriendo los ingleses una dura derrota, pero el 12 de diciembre de 1914 Spee fue derrotado frente a las Malvinas, perdiendo todos sus barcos menos el Dresden.  En aguas europeas sólo se libraron dos combates navales:  El 28 de agosto de 1914 frente a Heligoland, perdiendo los alemanes 3 cruceros, y ordenando resguardar la flota, y el 31 de mayo de 1916 la batalla de Jutlandia, con pérdidas enormes en ambos bandos.

El movimiento obrero y la guerra.  Las minorías parlamentarias socialistas votaron los créditos de guerra y se adhirieron a las uniones sagradas, y algunos formaron parte de los Gabinetes de guerra, como el belga Vandervelde o el francés Guesde.  En Rusia, los bolcheviques y mencheviques condenaron en el Parlamento y en la calle la entrada de Rusia en la guerra.  El francés Jaures fue asesinado por oponerse a la guerra.  En Septiembre de 1915 y a iniciativa del socialista suizo Robert Grimm, se convocó una nueva conferencia en Simerwald (Suiza), redactando un Manifiesto que decía "Por encima de las fronteras, por encima de los campos y de las ciudades devastadas, !Proletarios de todos los países, uníos¡.  De Zimmerwald salió un propósito decidido de acabar con la guerra, pero también una izquierda internacionalista cohesionada (la Unión de Zimmerwald), con la participación de Lenin, Zinoviev, Luxemburgo, Radek, Zetkin, Grimm, etc., formando el germen del movimiento comunista de la posguerra.  Una segunda conferencia, en Kienthal en abril de 1916, confirmó lo acordado de Zimmerwald y se agudizó el dominio bolchevique y espartaquista.

Crisis internas de los contendientes.  En diciembre de 1916 Lloyd George se hizo cargo del gobierno británico, y en Francia estallaron los motines de 1917 contra la guerra de desgaste planteada por Joffre y los fracasos de su sucesor Nivelle (En el Chemin des Dames sacrificó a buena parte de la juventud francesa, provocando la dimisión de Painlevé y su sustitución por Clemenceau.  En Alemania Bethmann-Hollweg fue sustituido por Michaelis y después por Hertling, convirtiéndose en juguetes de Hindenburg y el Alto Estado Mayor.  En Bohemia el movimiento nacionalista checo cobró nuevas fuerzas y en la primavera de 1916 Masaryk y Benes crearon en París un Comité Nacional Checo.  En Eslovenia, Bosnia y Dalmacia funcionaba desde 1915 un Comité Nacional Sudeslavo, en favor unión con Servia.  En Austria fue asesinado Adler en octubre de 1916 y en noviembre fallece el emperador Francisco José, sucediéndole su nieto Carlos I.

USA entró en la guerra en defensa libertad navegación, después del hundimiento de los transatlánticos Lusitania y Sussex.  La guerra submarina se detuvo, pero los alemanes la reiniciaron a finales de enero de 1917.  El 9 de abril Nielle desató una ofensiva cuya batalla fundamental tuvo lugar el 16 de abril en el Chemin des Dames.  La caída de Nivelle animó al británico Douglas Haig a lanzar su propio ataque en Passchendaele, para despejar los puertos belgas y destruir las bases de submarinos enemigos, pero todo quedó en un sangriento fracaso.

Los intentos de negociación.  Los 14 puntos de Wilson en 1918 proponían eliminar todas aquellas causas objetivas que habían llevado a la guerra.  Carlos de Austria y su ministro de exteriores Czernin propuso a los franceses una paz separada con la Entente en la primavera de 1917.  También Benedicto XV lanzó un plan general de paz en agosto de 1917.

En 1918 se reactivan los frentes.  Después de la firma de Brest-Litovsk, Rusia perdía Finlandia, Estonia, Livonia, Lituania, Ucrania y las provincias caucásicas.  También abandonaba Besarabia, que, declarada autónoma en principio, fue luego entregada al gobierno títere instalado por los alemanes en Bucarest en mayo.  A cambio, Rumania cedía la Dobrudja meridional a Bulgaria.  El ataque alemán se produce en el Somme, cuando los ejércitos de Marwitz, Hutier y Below, atacan, respaldados por un nuevo ataque de Ludendorg el 9 de abril, y por una tercera ofensiva el 27 de mayo entre el Oise y la Champaña, pero la ofensiva se debilitó y esta segunda batalla del Somme y segunda del Marne se saldó con una victoria defensiva de los aliados.  Foch respondió con una contraofensiva entre el 18 de julio y el 8 de agosto, recuperando todo el terreno perdido, y el 8 de agosto el IV ejército británico de Rawlison rompe definitivamente el frente alemán frente a Amiens.  El 3 de noviembre se rinde el ejército austriaco de Italia en Padua.  Los turcos capitularon en la isla de Mudros el 30 de Octubre, después de que Allenby derrotase a Mustafá Kemal en Siria y tomase Damasco el 1 de octubre y Alepo el 25.  Bulgaria se rindió poco después , y los servios recuperaron Belgrado el 1 de noviembre.  El 13 de noviembre Austria se rendía y Carlos I abdicaba, forzando al Kaiser a buscar la vía negociadora, designando a Max de Baden como Canciller, que buscó la colaboración de los socialistas más moderados.  El 3 de noviembre estalló el motín en la base de Kiel, apareciendo Consejos de obreros y soldados, y el día 9 Max de Baden cedió su puesto al socialdemócrata Ebert, provocando la abdicación de Guillermo II, que huyó a Holanda, y dos días después Matthias Erzberger firmaba la capitulación de Rethondes.

Los horrores de la guerra.  La noción de planificación económica no surgió hasta 1917.  El bloqueo y la guerra submarina redujeron, total o parcialmente, el comercio marítimo y debió optarse por la autarquía.  Cuando la Escuadra británica inició el bloqueo.  En Alemania el gobierno fijó la composición del pan K, con trigo y fécula de patata, el 12 de enero de 1915 todas las reservas de trigo fueron requisadas, y Alemania fue el único país que planificó seriamente el consumo, a pesar de que unas 720.000 personas murieron de hambre.  Desde 1914-17 la producción descendió en Alemania entre el 50-70%, y en Francia entre el 30-50%.  En Austria el régimen burocrático del conde Stürgkh fue incapaz de abastecer Austria-Hungría.  Su única preocupación era mantener las necesidades de la guerra.  El descontento popular halló su expresión en el asesinato de Stügkh, por el socialista austriaco Friedrich Adler.  En el verano de 1918, el trigo rumano y ucraniano impidió que las Potencias Centrales se rindieran por hambre.  Desde 1917 se sucedieron las grandes manifestaciones pacifistas y la represión consiguiente que produjo 1000 detenidos el 1 de mayo de aquel año en Italia.  En Francia sólo había 17.731 mujeres empleadas en fábricas metalúrgicas antes de la guerra, y en 1917 había 300.000 y en 1918 425.000.  En Alemania antes de la guerra había 1405621 en 1914 y 2139910 en 1918.

Los países neutrales.  Hugo Grocio en el s. XVII y otros autores en el siglo XVIII, fijaron  la imparcialidad como uno de los elementos básicos de la actitud neutralista, afirmando la necesidad de que los beligerantes respetasen los territorios neutrales.  Pero el derecho a la neutralidad no quedaría bien definido hasta los convenios de La Haya en 1899 y después en 1907.  Los neutrales aumentaron su actividad económica, como sucedió con los puertos holandeses de Amsterdam y Rotterdam y el crecimiento de la flota mercante holandesa, para abastecer a Alemania.  El Kaiser se refugió en Holanda al final de la guerra, como ejemplo de las veleidades pro germanas de la neutral Holanda.  Suiza se mantuvo como una isla interesada en el centro del conflicto.  Italia, que más que una amistad tradicional con G.B. tenía una dependencia tradicional del imperio británico, se decidió por la intervención en favor de los aliados después de la propaganda irredentista sobre Trento y Trieste.  Católicos y socialistas italianos coincidían en la defensa de la neutralidad, pero los grupos industriales-bancarios defendieron el intervencionismo, igual que muchos republicanos al ver en la guerra el último acto del proceso histórico del Risorgimento con una cuarta guerra de independencia, y hombres como D' Annunzio insistían en que la guerra no debía hacerse sólo por Trento y Trieste, sino porque era la prueba que necesitaba Italia, el baño de sangre que lavase y purificase todas las ligerezas, fallos y debilidades.  Aldo Garosi dice que ganaron los intervencionista porque la cohesión de las masas neutralistas no era tan fuerte como la de sus adversarios.  En Grecia las diferencias venían dadas entre aliadófilos y germanófilos, o entre los partidarios del presidente Venizelos y los del rey Constantino y el General Metaxas, venciendo los primeros a pesar de que inicialmente Venizelos fue depuesto como presidente del gobierno.

En España el proceso neutralista fue largo.  En 1887 España se acercó a la Triplice con el Ministro de Estado Moret, con una decisión ocultada a la prensa y a la opinión pública, incluyendo el Parlamento, hasta que se conoció este acercamiento en junio de 1904.  El gobierno de Canovas, en 1895, no quiso renovar el pacto con Italia, y desde ese momento la cuestión de Marruecos condicionará nuestra política exterior.  Azaña hablará de una neutralidad forzosa, impuesta por nuestra propia indefensión.  Hay que considerar que el ejército tenía 140.000 hombres en armas, pero 76.000 estaban en Marruecos, la marina estaba destrozada desde el 98, hasta que en 1908 se ordena la construcción de 3 acorazados, en 1915 6 torpederos y 28 submarinos, había un exceso, según Luque, de 1858 jefes, y un déficit de 678 suboficiales.  Todo esto habla a las claras de la debilidad militar española.  La neutralidad favoreció nuestra economía:  la producción textil catalana se evaluaba en algo más de 50 millones de Pts. en 1913, y en 1917 en más de 130 millones, con más de 400 empresas, la producción de carbón asturiano se duplicó, la industria química y farmacéutica se desarrollo mucho en Cataluña,  y la siderurgia vasca y cántabra se desarrollo también mucho.  Periodísticamente, se mostró germanófilo El Correo Español, el ABC, La Tribuna, El Debate o  El Universo, y entre los aliadófilos destacan La Correspondencia de España, El Liberal, El País, España Nueva y El Diario Universal, resultando neutrales La Época y El Imparcial.  En una visión simplista, puede decirse que la derecha era germanófila y la izquierda aliadófila.

Las nuevas armas.  Ya en los primeros encuentros, el carrusel de 1914 se convirtió en una confusión de carne, metralla, gemidos y relinchos.  La caballería fue destrozada y jamás volvió a combatir sola.  La infantería, cuyos oficiales se dejaban matar de pie, con el sable desenvainado, debió echarse al suelo, arrastrarse sobre el barro, hundirse en las trincheras para sobrevivir.  Se utilizaron fusiles de repetición de 8 ó 9 mm con balas de alta velocidad y trayectoria muy tensa, el cañón francés del 75 montado sobre cureña elástica, y  la pistola automática máuser de 1898.  La ametralladora fue la gran revelación:  Mauser, Walther, Bergmann, Scheisser, Becker, Fomme, Berthier, Mondragón, Maxim, Vickers.  Las trincheras y las alambradas de espino, la artillería alemana fue superior a cualquier otra con cañones de grandes calibres (105-150 mm) para divisiones y cuerpos de ejército y grandes obuses de 210-420 mm para ataques estáticos.  Apareció el Gran Berta, que era un obús Skoda de 424 mm y 142 toneladas y disparaba granadas de 240 kilos, bombardeado París desde 150 KM.