RESÚMENES
LIBROS |
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TÍTULO
RESUMIDO |
TEMA |
"LA DESTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA:
Reacción, reforma y revolución en la segunda República."
Paul Preston. Trad. de Jerónimo Gonzalo. Madrid, Ediciones Turner, 1974. |
II REPÚBLICA
ESPAÑOLA |
"LA VERDADERA GUERRA DE LAS GALAXIAS: El primer reportaje sobre el
Proyecto SDI (Iniciativa de Defensa Estratégica)".
William J. Broad.
Editorial Planeta, 1986. |
CARRERA
ARMAMENTOS |
II GUERRA
MUNDIAL |
|
EL MILAGRO EUROPEO:
Entorno, economía y geopolítica en la historia de Europa y Asia.
E. L. Jones. Madrid, Alianza, 1987. |
ANTECEDENTES
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL |
"EL CONGRESO DE VIENA".
Harold Nicolson. Madrid, Sarpe, 1985. |
EUROPA
RESTAURACIÓN |
GUERRA CIVIL
ESPAÑOLA |
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GUERRA CIVIL
ESPAÑOLA |
|
LA GRAN GUERRA. Años de sangre, ruinas y miseria. Julio Gil Pecharroman, Gabriel Cardona,
Manuel Espadas y José U. Martínez Carreras.
Siglo XX, Historia Universal, nº 5.
Historia 16. 1983. |
I GUERRA
MUNDIAL |
"LA DESTRUCCIÓN DE LA
DEMOCRACIA EN ESPAÑA: Reacción, reforma
y revolución en la segunda República."
Paul Preston. Trad. de Jerónimo Gonzalo. Madrid, Ediciones Turner, 1974.
I- LOS ORÍGENES DEL CISMA SOCIALISTA. EL PSOE, 1917-1931.
En el debate sobre los
orígenes de la guerra civil española, se ha convertido en un lugar común la
atribución de la principal responsabilidad al partido socialista, el PSOE. No hay que olvidar que en la insurrección de
1934 fue el PSOE, y no la CEDA, quien abandono los métodos democráticos y apeló
a la violencia. Este recurso a la violencia
fue uno de los síntomas más claros de la radicalización del PSOE desde 1933,
como consecuencia de la desilusión ante los escasos logros reformadores
republicanos. Salvador de Madariaga
afirmó que "lo que hizo inevitable la guerra civil española fue la guerra
civil en el interior del partido socialista". Todavía está por aclarar la radicalización
del PSOE en una época en que en Europa estos partidos evolucionaban hacia el
moderantismo. La bolchevización del PSOE
en la II República se debió a las reivindicaciones de sus bases, que llevaron
al partido a adoptar formas revolucionarias y abandonar el reformismo pablista
de Besteiro y otros. Ya en la crisis de
1917 y en 1920-23 esta tendencia se manifestó, pero el pablismo logró mantener
su reformismo y su conservadurismo, adoptando posturas conservadoras ante la I
G.M. y pactando con Primo de Rivera.
Sólo la inflación de 1916 y la radicalización de sus bases en la
República, hizo triunfar las tendencias radicales. Con Primo de Rivera, sólo Prieto y Fernando
de los Ríos, se opusieron claramente a la dictadura, el resto esperaron a que
el régimen entrase en un claro declive.
Pablo Iglesias falleció en
1925 y Julián Besteiro se convirtió en presidente del partido y de la UGT,
manteniendo posturas reformistas similares a las de Kautsky, mientras que Largo
Caballero tan sólo era un sindicalista pragmático, que había escrito algo tan
poco revolucionario como que el movimiento obrero era resultado de la
inalterable necesidad de mejorar la situación moral y material de los
trabajadores dentro del régimen capitalista.
Largo Caballero obtuvo un puesto en el Consejo de Estado, como
representante de los trabajadores y de la UGT.
Prieto dimitió al aceptar Largo este puesto, y entre los dos surgió una
enemistad personal larga y agria. Desde
1828, debido a la degradación de las condiciones de vida en las minas
asturianas en el campo, va cobrando fuerza la oposición al
colaboracionismo. Besteiro mantendrá la
ortodoxia socialista, considerando a la
Dictadura como el último estadio de la monarquía, y pensaba que la burguesía se
encargaría de establecer una democracia y llevar a cabo la preceptiva
revolución burguesa, antesala del futuro triunfo socialista. Largo protagonizó una aproximación a los
prietistas en 1928-9, defensores de una activa colaboración con los sectores
republicanos, forzado por el cambio de tendencia en las bases de la UGT.
Con el gobierno Berenguer,
Prieto decidió apoyar a las fuerzas republicanas, largo también, pero Besteiro
prefirió seguir con la ortodoxia revolucionaria, y dejar que la revolución
burguesa la hicieran los burgueses. En
Abril de 1930 se fundó la FNTT, con 157 secciones y 27.340 miembros, que en dos
meses pasaron a 275 secciones y 36.639 miembros, lo que forzó a la UGT a una
participación mucho más frecuente en las huelgas a partir de Abril de
1930. Entre los obreros y jornaleros se
extiende la creencia de que sólo una república podía resolver los problemas
económicos y sociales del país, centrándose el desarrollo de la concepción de
la República como panacea en la perspectiva de una reforma agraria
radical. El Pacto de San Sebastián del
17-8-1930 contó con la presencia de Prieto y De los Ríos, pero el 16 de
Septiembre el PSOE no aprobó el Pacto, hasta que Largo inclinó la balanza en
contra de Besteiro y el Pacto fue aceptado y los tres ministerios ofrecidos por
la coalición republicana también, designando a Prieto, De los Ríos y Largo,
como ministrables. Largo siempre se
rigió por el oportunismo, por la táctica, nunca por principios ortodoxos, como
Besteiro, lo que explica sus constantes cambios. Largo cambió de opinión por la gran
oportunidad de obtener un ministerio, por su rivalidad con Prieto que no le
permitía dejar toda la fama a éste, y, sobre todo, porque las bases del partido
se habían radicalizado y exigían posturas más combativas o de lo contrario la
UGT perdería terreno con respecto a la CNT.
El caso es que la conspiración republicana fracasó en Jaca, a pesar de
que Queipo de Llano intento seguir adelante, pero el fracaso no fue
significativo, ya que 4 meses después las intenciones republicanas triunfarían
en las urnas (Abril de 1931), pero el PSOE si que acuso el fracaso inicial, ya
que las huelgas proyectadas para apoyar el golpe fracasaron en Madrid, y esto
originó un agrio debate de responsabilidad, del que Besteiro salió perdedor, ya
que parecía que sus seguidores habían boicoteado la huelga. El resultado de este fracaso fue la derrota
de los besteiristas y la aceptación por el partido socialista y la UGT de una política
de colaboración total con el movimiento republicano, quedando los besteirista
reducidos al control de la FSM(Federación Socialista Madrileña).
En resumen, en el PSOE habrá
tres posturas: Besteiro pensaba que los
socialistas deberían dejar que la burguesía hiciese su propia revolución; Prieto defendía la colaboración con los
republicanos, porque el establecimiento de derechos democráticos era un fin
valioso en sí mismo, y porque pensaba que la burguesía era demasiado débil para
llevar a cabo su revolución; Largo
defendía la colaboración, pero más bien por los beneficios materiales
inmediatos que podía acarrear al movimiento socialista y por oportunidad que
daba de preparar la futura implantación del socialismo. En gran medida, el desarrollo del movimiento
socialista durante los años treinta estuvo influido por la importancia de un
análisis histórico esencialmente incorrecto de lo que estaba sucediendo en
España. Los cálculos de los tres
sectores del PSOE se basaban en la certeza de que iba a ocurrir una revolución
progresista dirigida por la burguesía. Análisis
erróneo porque la burguesía progresista eran pequeños burgueses, y la gran
burguesía no era nobles, sino burgueses oligarcas en la industria y en el
latifundio desde el siglo XIX.
II- BARRICADAS CONTRA LA REFORMA: LA DERECHA LEGALISTA, 1931-1933.
Las elecciones municipales
del 13 de Abril de 1931, provocan la proclamación republicana el día 14,
provocando reacciones varias de la derecha.
Los catastrofista se ridiculizarán y estuvieron detrás del levantamiento
militar del 36; los accidentalistas
construyeron un partido de masas de derechas, lo utilizaron para bloquear la
vía reformista de la República y alteraron totalmente la opinión socialista sobre
las posibilidades de una democracia burguesa.
El accidentalismo creía que las reformas republicanas eran accidentales,
de importancia secundaria, y lo esencial era el contenido u orientación
socio-económica del régimen. Esta era la
teoría de Ángel Herrera, director de El Debate, y líder de la ACNP, seguida
después por Gil Robles como líder de este grupo ya con la CEDA. La ACNP y la Iglesia fueron unidas en la
defensa del orden y de la propiedad, recibiendo instrucciones del Nuncio
Tedeschinni, de Pacelli, y de Vidal y Barraquer, y recomendando votar en favor
de Acción Nacional. A lo largo de la
República el clero utilizara tanto el púlpito como el confesionario para
defender el orden económico-social existente y para hacer propaganda electoral
a favor de Acción Nacional. Los
accidentalista recibieron un importante respaldo, cuando los catastrofistas
monárquicos, agrupados en el Círculo Monárquico Independiente, fueron
rechazados por el pueblo, originándose los célebres incendios de iglesias del
10-12 de Mayo de 1931 (M. Maura estaba convencido de que los inductores fueron
provocadores de los sindicatos libres).
Después de esto los monárquicos acudieron en tropel a alistarse en las
filas accidentalistas de Acción Nacional, encargándose Antonio Goicoechea de la
presidencia interina. En Castilla,
Acción Castellana, heredera de la Confederación Nacional Católico Agraria, se
integró también en Acción nacional, con todos los terratenientes y gran número
de pequeños propietarios que compartían con los terratenientes la devoción por
la Iglesia y la monarquía como los dos pilares del orden social, además de
temer la subida de salarios excesiva que les acabaría arruinando (a los
pequeños propietarios).
Los accidentalistas
decidieron aceptar la República por la imposibilidad de impedirlo, y porque desde
dentro se lucharía mejor para defender el orden y la propiedad, acusando a la
República de bolchevique. Acción
Nacional, desde la minoría, luchó contra el art. 26 y 44 de la Constitución y
una vez aprobada ésta inició una campaña muy beligerante para reformar la
Constitución. Goicoechea y Gil Robles
encabezaron la campaña, prohibida por el Gobierno debido a los ataques
viscerales de Saíz Rodríguez y compañía.
En 1937, Gil Robles, afirmó con orgullo que la beligerancia por él
creada hizo posible la victoria de la derecha en la guerra civil (Sur , de Málaga,
28-4-1937). Una campaña en favor del
aumento precio mínimo trigo dio grandes apoyos a Acción Nacional entre los
productores de trigo, ya que los grandes productores y los acaparadores eran
los grandes favorecidos. En el invierno
de 1932 se desarrolló una polémica entorno al precio del trigo, que había
subido mucho y Marcelino Domingo tuvo que autorizar importaciones hasta que los
acaparadores sacaron su trigo al mercado y llegó la nueva cosecha, hundiéndose
entonces los precios, por lo que el gobierno tuvo que soportar acusaciones de
todo tipo: Por un lado, por no haber
importado trigo antes y permitir precios tan altos, y por parte de los
productores por todo lo contrario. A
esto se unió la campaña contra el Estatuto de Autonomía Cataluña y la Reforma
Agraria, oponiéndose la derecha con farragosas enmiendas, hasta que llegó la
sanjurjada, el 10 de Agosto, y se produjo un gran fervor prorepublicano que
permitió vencer la oposición derechista y aprobar rápidamente estos dos
proyectos. Estos hechos convencieron
todavía más a los accidentalistas de la necesidad de mantener la actitud
legalista, en vez de la catastrofista de Sanjurjo y compañía.
A finales de febrero de
1933, 500 delegados, presentando a 735.058 miembros de 42 grupos de derechas,
dieron su acuerdo para la creación de la CEDA.
Para las elecciones de 1933 Gil Robles visitó Alemania para copiar
métodos electoralista, y sus discursos se vieron plagados de alegatos
fascistas, participando en una campaña muy opulenta gracias a las donaciones de
J. March y Conde Romanones. El lema
fundamental era que la democracia no era para la derecha un fin, sino un medio
para lograr el poder: "Llegado el
momento, el Parlamento o se somete o le hacemos desaparecer" (El Debate,
17-X-1933). La CEDA hizo todo tipo de
alianzas a nivel local: En Asturias con
los reformistas de Melquíades Álvarez, en Alicante con el monárquico convertido
a republicano conservador, Joaquín Chapaprieta; en Baleares con J. Marcha; en
Guadalajara con Romanones; en
Extremadura, Ceuta, Granada, Jaén, y Zamora, con el partido radical a nivel
local, etc. Las elecciones del 19 de
Noviembre de 1933 le dieron a la CEDA 67 escaños y 78 a los radicales, de los
378 diputados totales, lo que suponía realmente una derrota de CEDA, que
pensaba ganar, y que le obligó a aliarse con el Partido Radical de
Lerroux. Tras la segunda vuelta, los
cedistas obtienen 115 escaños y los radicales 104, mejorando algo la situación
de la primera vuelta.
III- DEMOCRACIA SOCIAL Y CONFLICTO SOCIAL: EL PSOE EN EL PODER, 1931-1933.
El PSOE, ante la República,
mantuvo las tres tendencias ya descritas (Largo, Besteiro, Prieto) y hombres
como Alcalá Zamora elogiaron al PSOE, considerándole un freno a las turbas
revolucionarias que impedirían cualquier labor burguesa-republicana. Pero el PSOE iba a cambiar, empujado por las
masas y por el enorme crecimiento de la FNTT, cuyos afiliados reivindicaban
claramente la confrontación con los terratenientes, parapetados en Acción
Popular y Acción Nacional, arrastrando al PSOE y UGT a tomar medidas más
radicales de las deseadas. Durante la
época de prosperidad de los veinte hubo un éxodo rural importante, provocado
por los planes de construcción de Primo.
Los obreros de la construcción no especializados ahora tuvieron que
volver a sus pueblos. Dado que el 45,5%
de población activa (3,9 millones) trabajaba en el campo, y que 2 millones eran
jornaleros, no es extraño que la situación rural preocupase sobremanera, lo que
llevó a Largo Caballero (Ministro Trabajo) y De los Ríos (Justicia) a publicar
rápidamente decretos referentes a la cuestión rural: El 28 de Abril de 1831 se prohíbe la
importación de mano de obra exterior a un municipio mientras quedasen
trabajadores locales sin trabajo; el 7
de Mayo se introdujeron los jurados mixtos; el 1 de Julio se estableció la
jornada de ocho horas para el campo; el
7 de mayo se decreto el laboreo forzoso para impedir que los propietarios
sabotearan estas medidas dejando de cultivar la tierra.
Gran parte del éxito de la
campaña de afiliación de Acción Nacional en el verano del 31 puede atribuirse
al resentimiento generado por esos primeros decretos agrícolas y al miedo a
futuras medidas más completas, pero no hay que olvidar que en Andalucía y
Extremadura entre el 40-60% de las tierras útiles no se cultivaban. En las elecciones a Cortes Constituyentes del
28 de Junio de 1931 el PSOE obtuvo 116 escaños, y el congreso extraordinario
del partido del 10 de Julio aprobó la participación en el gobierno, y un
paquete de reivindicaciones: Una
declaración de derechos de la persona, la nacionalización de los ferrocarriles,
los Bancos, las minas y los bosques, la solución del problema agrario, la
introducción del divorcio, la construcción de un sistema educativo laico y la
declaración de independencia religiosa del Estado. El PSOE tuvo que defender a la República de
las derechas y las izquierdas, lo que le llevó en el verano de 1931 a reprimir
el furor huelguista de la CNT en Asturias, telefónica en Madrid, Sevilla, etc.,
y con muertos de por medio. Las bases de
UGT y FNTT no entendían muy bien esto, y ello provoco la primera crisis, que
hizo plantearse a Prieto y Largo su dimisión del gobierno, al pensar que
estaban haciendo el juego a la burguesía.
Además, esto generó la enemistad definitiva de los socialistas con la
CNT y comunistas, acusados de reventar la República con furor huelguista. Anarquistas y comunistas multiplicaban las
acusaciones de traición a su clase, y la moderación de la UGT no consiguió
disminuir la hostilidad de la derecha. Bajo
tales circunstancias, los sacrificios continuados en favor de la República sólo
podían justificarse por un progreso social interrumpido. La prensa socialista empezó a reconocerlo
progresivamente hacia finales del 31. El
entusiasmo desinteresado por la República empezó a ceder ante una línea más
dura, tras la aprobación de la Constitución.
La huelga de Badajoz del
30-31 de la FNTT, provocó incidentes como el de Castilblanco, y la derecha
acuso a los socialistas de incitar a los braceros contra la Benemérita, pero
los socialistas creían que el auténtico criminal de Castilblanco había sido el
sistema represivo de tenencia de tierras y pensaban que una y otra vez la
Guardia Civil había causado la muerte de trabajadores sin que la prensa de
derechas se interesara lo más mínimo. En
Arnedo, a finales de año, varios trabajadores fueron despedidos por pertenecer
a UGT, el jurado mixto fallo a favor de los despedidos, pero el propietario se
negó a readmitirlos, lo que provocó un mitin público de protesta ante el
Ayuntamiento, y la Guardia Civil, sin motivo aparente, mató a cuatro mujeres,
un niño y un trabajador e hirió a 40 personas.
En Bilbao, poco después, 2 socialistas y 1 republicano fueron muertos
por pistoleros de derechas, y la G. Civil no apareció. En Miguel Esteban (Toledo) la Casa del Pueblo
fue asaltada y murió un obrero, en Villa de Don Fadrique el 8 de Julio fueron
muertos tres trabajadores. Todo esto
considerando que el 83% de todas las infracciones laborales fueron cometidas
por los patronos en 1932, y que la FNTT se limitaba a protestar ante el
gobierno por la negativa de los propietarios a obedecer las leyes
laborales. El levantamiento del general
Sanjurjo el 10 de Agosto de 1932, generó una ola de fervor republicano. Fue esto lo que hizo posible, el 9 de
Septiembre, la aprobación de la Ley de Reforma Agraria. Gil Robles protestaba de la imposibilidad de
obtener rendimientos de la tierra con salarios tan altos, lo que significaba
reconocer que el sistema de explotación existente sólo podía funcionar a costa
de salarios de hambre. Las reformas
republicanas amenazaban la rentabilidad de los propietarios, pero sobre todo la
de los pequeños, sirviendo de base para la afiliación masiva a las fuerzas
cedistas. Estas reformas introducidas
por el gobierno provocaron el lock-out propietarios en el otoño del 32, y en la
minería se empezaron a cerrar minas y se exigía a los mineros que aceptasen
menos horas de trabajo, salarios reducidos y pago en especie.
Ante la posibilidad de que
las mejoras conseguidas para los obreros gracias a la colaboración, se viesen
amenazadas por la presión derechista, en 1932 empezó el proceso de
radicalización de Largo Caballero. La
huelga de la FNTT en Salamanca contra el lock-out empresarial, y la
convocatoria de huelga minera asturiana, por los ferroviarios en Septiembre,
provocaron divisiones entre la UGT y sus bases, más revolucionarias. La UGT perdía afiliados porque sus bases la
consideraban tímida, y se estaban afiliando a la CNT. El acontecimiento clave fue el 8 de Enero de
1933, con los sucesos de Casas Viejas, y la muerte de los dirigentes
anarquistas del pueblo. El gobierno tuvo
que hacer frente a las acusaciones de responsabilidad en Casas Viejas, y el
prestigio socialista se vio mermado. La
violencia latente a nivel local, con pueblos enteros llenos de parados no
contratados sistemáticamente por los propietarios, con intercambio de disparos
cuando estos intentaban robar algunas bellotas, y algunos intentos de invadir
propiedades, transmitieron esta violencia también a la política, generando gran
hostilidad entre PSOE-CEDA. Por su
parte, Besteiro aprovecho para manifestarse contra la colaboración con el
gobierno y el reformista, defendiendo su postura no colaboracionista como
ortodoxia revolucionaria. El 11 de Septiembre de 1933 Alcalá Zamora llamó a
gobernar a radicales de Lerroux, y el 8 de Octubre Martínez Barrio formó un
gobierno totalmente republicano, pero sin el PSOE. Esto se complicó con la suspensión de la
medidas sociales (reforma agrícola) aprobadas antes, y se convocaron elecciones
para el 19 de Noviembre. Largo Caballero dominó la campaña electoral con un
lenguaje muy revolucionario, que obedecía a la hostilidad de la CEDA, que
predicaba el fin del socialismo (El 15 de Octubre Gil Robles había manifestando
la determinación de establecer el Estado Corporativo), y al entusiasmo de las
bases. Los resultados electorales
supusieron una decepción para los socialistas, con sólo 58 escaños. Hubo un 32% de abstenciones. La desilusión de los socialistas con a
democracia burguesa se hizo notoria, provocando su rápida radicalización.
IV- LA POLÍTICA DE REPRESALIAS: LA CEDA, EL PSOE Y LA INSURRECCIÓN DE 1934.
En Diciembre de 1933 había
619.000 parados (12% población activa), en abril 1934 ya eran 703.000. La derecha unida había conseguido 3.345.504
votos frente a 3.375.432 de la izquierda
desunida, consiguiendo 212 escaños por 99 de la izquierda. Los socialista rechazan la validez electoral
por los manejos fraudulentos (El Ministro de Justicia, Juan Botella, dimitió
como protesta por el nivel de falsificación).
CEDA Y PSOE sabían que sus principales enemigos eran ellos,
respectivamente, no los más radicales de derechas o izquierdas, y por eso la
lucha se planteo entre los dos. Gil
Robles dejó gobernar a Lerroux pero exigió la revisión o derogación de toda la
política social del Bienio anterior y la política religiosa, a cambio de su
apoyo. El PSOE amenazó con la
revolución, para impedir esto o para forzar nuevas elecciones. Gil Robles abandonó a sus aliados electorales
monárquicos, a pesar de que el 27 de Septiembre había jurado no aceptar pactos
ni tratos con nadie hasta que no se revocase el artículo 26 de la Constitución. En el PSOE, y sobre todo en las Juventudes,
fue tomando cuerpo la idea de que la revolución era necesaria para impedir el
ascenso del fascismo, para no incurrir en los errores del SPD alemán, como
manifestó Araquistaín en sus discursos.
El 8 de Diciembre de 1933 la CNT promovió un levantamiento fácilmente
aplastado por el Gobierno. El PSOE lo
condenó, pero también se opuso a la represión sangrienta, por considerar al
Gobierno culpable, al empujar a las masas a la revolución por no respetar la política
social. Las Juventudes socialistas, sin
embargo, propusieron apoyar un levantamiento revolucionario en la reunión del Comité
Central de la UGT el 31-XII-1933.
En Enero de 1934 los
sectores revolucionarios de UGT derrotaron a las ejecutivas besteiristas, y se
identificaron con el programa revolucionario redactado por Prieto y Largo para
hacerse con el poder. El primer objetivo
de todo movimiento revolucionario organizado por los socialistas sería impedir
que la CEDA entrase en el gobierno.
Pronto Gil Robles retiró el apoyo al gobierno, ya que a los
terratenientes no les gustaba que un liberal como Martínez Barrio en Interior,
provocando la salida del gobierno de Mtz. Barrio, Lara y Zárate (Hacienda) y
Pareja Yébenes (Educación), lo que provocó que el ala izquierda del partido
radical se constituyese en el nuevo partido de Unión Republicana. Gil robles seguía moviendo sus cartas para
llegar a gobernar, crear un Estado Corporativo imitando a Dolffus, y
sirviéndose de los radicales y de la radicalización del PSOE para defender sus
aspiraciones de orden, mientras se iba revolcando la legislación religiosa del
bienio. Ante la huelga de trabajadores
del ABC el 7-2-1934, se utilizó la represión y la CEDA pidió la supresión del
derecho de huelga, por considerar las huelgas como atentados políticos contra
el Estado. Las Juventudes de Acción
Popular (JAP), convocaron una concentración en El Escorial, donde se juró
fidelidad al JEFE, y se utilizó una parafernalia fascista. Esto provocó una contraconcentración
trotkista-comunista. Sólo asistieron
20.000 cedista al Escorial, lo que se interpreto como un fracaso. Lerroux dimitió y se encargó del gobierno su
compañero Samper, con la colaboración también de la CEDA. Un decreto del 11 de Febrero había
desahuciado a miles de yunteros extremeños, seguido de otro el 4 de Mayo que
anulaba las expropiaciones que habían seguido al 10 de Agosto, y otro del 28 de
mayo dejaba los salarios rurales al capricho de los patronos, y además los
terratenientes consiguieron revocar la ley de términos municipales para contrataciones
el 23 de mayo, lo que les permitía contratar portugueses y gallegos para la
inminente cosecha. La FNTT se decidió
por la huelga para el 5-6-1934, a pesar de la oposición de UGT. Salazar Alonso publicó un decreto
considerando la cosecha un servicio público nacional y la huelga un conflicto
revolucionario, declarando ilegales toda actividad huelguística. Muchos dirigentes FNTT fueron condenados a
4-6 años de cárcel, las Casas del Pueblo cerradas, y la FNTT quedó casi
paralizada hasta 1936.
El revolucionarismo de Largo
y Prieto empezó a enfriarse ante la represión.
La idea de Marín, líder del Bloc Obrer i Camperol, en 1933 de crear una
Alianza Obrera, resurgió en 1934 con el apoyo de los socialistas, creándose
dicha organización. Largo defendió el
reformismo contra el revolucionarismo, y logró dulcificar la Alianza Obrera, en
la que la CNT no participó, y otros la abandonaron ante la falta de
revolucionarismo. Largo, explicando la
falta de apoyo a la huelga de la FNTT, dijo que no podía arriesgarse a otra
derrota como la de 1917, y que esas actitudes sólo servían para darle más
razones a la derecha. La Alianza Obrera
fue un éxito en Asturias, formándose el 28-3-1934 con socialistas, anarquistas,
Izquierda Comunista y el BOC, manteniendo la disciplina, evitando huelgas
esporádicas para conservar su fuerza para el esperado asalto fascista. Mientras, en Cataluña la Generalitat de
Esquerra había aprobado la ley de contratos de cultivo, que daba a los arrendatarios
seguridad de mantener sus explotaciones y derecho a comprar las tierras
trabajadas por 18 años, a lo que se opusieron terratenientes arrendadores de la
Lliga que buscaron apoyo en la CEDA y en el gobierno madrileño, logrando que el
Tribunal de Garantías Constitucionales autorizase al gobierno madrileño a
intervenir y prohibiese dicha ley, pero la Generalitat decidió seguir adelante,
lo que provocó la reacción de la CEDA que convocó una concentración en
Covadonga para presionar al presidente Samper para someter a la Generalitat. En Septiembre de 1934 la CEDA decidió
provocar la crisis del gobierno Samper, forzando a Alcalá Zamora a encargar a
Lerroux nuevo gobierno con tres ministros cedistas. Los republicanos consideraron esto una
traición a la República, ya que los cedistas no eran republicanos y sus
intenciones eran autoritarias, lo que provocó la reacción violenta de
nacionalista y socialistas. La
Generalitat proclamó la república independiente, en Madrid se convocó huelga
general y en Asturias se formó la Comuna de trabajadores. Los socialistas que no fueron detenidos, o se
ocultaron, como Largo, o huyeron al exilio, como Prieto. Las masas fueron abandonadas. La derrota de la comuna asturiana era inevitable
desde que se supo que Madrid y Barcelona no se habían levantado, ya que la iniciativa
independista catalana fue sólo de la Esquerra, sin obtener ni el apoyo de la
CNT. La rev. de Octubre no fue tal, y de
ella se deduce que las bases obligaron a los socialistas a la acción, pero los
altos dirigentes socialistas no participaron convenientemente, quizás asustados
de las consecuencias. Todo acabó con una
represión brutal en toda España.
V- EL SOCIALISMO EN
TENSIÓN: REPRESIÓN, RADICALIZACIÓN Y EL
FRENTE POPULAR.
La rev. de 1934 significó un
aldabonazo para los comunistas, que a pesar de incorporarse a última hora al
movimiento se atribuyeron toda la responsabilidad, ganando adeptos, mientras
que el PSOE negó su responsabilidad en todo momento. A partir de aquí, Prieto propugno negociar
con todas las fuerzas republicanas para unirse en las elecciones e impedir la
fascistización liderada por CEDA. Por
contra, Largo, que en la cárcel leyó mucho, después de negar su responsabilidad
revolucionaria en 1934, decidió apuntarse al sector revolucionario claramente,
mientras Besteiro se retiraba momentáneamente de la política, e incluso se
pedía su expulsión del partido. La
juventud del PSOE (FJS) atacó las tesis negociadoras de Prieto, con un folleto
escrito por Hernández Zancajo, Santiago Carrillo y Amaro del Rosal, que
intentaban disimular el fiasco de la participación de las juventudes en los
acontecimientos de octubre en Madrid, y radicar la influencia de Besteiro y
Prieto como principales obstáculos para la bolchevización del PSOE. En 1935 el debate en el PSOE fue terrible
entre prietistas y caballeristas, juventudes (bolchevizantes de Carrillo y
aliadas de largo) y besteiristas que reiniciarán poco a poco. Besteiro tuvo que claudicar ante los
caballeristas, que a través de los artículos de Araquistain destrozaron los
argumentos reformistas de Besteiro.
Prieto se encargó de destruir la oposición de las juventudes, con
artículos que desmantelaban sus teorías bolchevizantes. El enfrentamiento interno del PSOE fue muy
duro, y cada sector utilizó los medios de prensa que pudo, aunque podemos
establecer que Democracia era prietista y Claridad revolucionaria (Largo y
FJS). Democracia sostuvo que la campaña
de bolchevización no era más que una maniobra para desviar la atención del
fracaso de la FJS en Madrid en Octubre de 1934, y el hecho de que Claridad no
pudiera encontrar nunca una respuesta satisfactoria a las críticas de los que
habían demostrado ser revolucionarios en Asturias tiende a dar credibilidad a
las acusaciones de éstos.
El VII Congreso de la
Kuomintern recomendó los Frentes Populares, ayudando así al PSOE a solucionar
sus problemas, al ver las juventudes de Carrillo la necesidad de apoyar a
Prieto, y Largo-Araquistain se quedaron solos contra el pacto, argumentando que
las directrices de la Kuomintern sólo favorecían a la política exterior
soviética. El 14 de Noviembre de 1935
Azaña hizo al PSOE un propuesta formal de alianza electoral, y Duclos
(representante Kuomintern) convenció a Largo de que retirase su oposición. La enemistad Largo-Prieto continuó, y cuando
Prieto propuso que la minoría parlamentaria del PSOE se sometiese a la
Ejecutiva, y ganó, Largo dimitió como Presidente (16-12-1935). Largo había defendido esto siempre, pero
ahora demostraba que su defensa revolucionaria era sólo para ganar adeptos en
las bases, pero no era una actitud revolucionaria pensada.. El 18 de Diciembre reapareció El Socialista,
por lo que Democracia y Claridad debían dejar de publicarse. Democracia, de Saborit aceptó, pero Claridad
(Largo-FJS) no aceptaron e iniciaron un campaña feroz contra Prieto,
organizando un plebiscito interno para elegir una Ejecutiva paralela encabezada
por Largo. El Socialista intentó
disimular las diferencias, publicando una carta de Zugazagoitía y otros
pidiendo la unidad y el respeto por las tácticas legales. La selección de candidatos para las
elecciones de febrero hecha por las circunscripciones locales de los partidos
indica que los bolchevizantes tenían menos apoyo del que afirmaban: El norte fue prietista, Levante fue ambiguo,
el sur mostraba un creciente apoyo a los maximalistas.
El Frente Popular presentó
un programa sobre la necesidad de amnistía política, la restauración de los
derechos individuales y el restablecimiento de la legislación social de las
cortes Constituyentes. Los socialistas
hubieran querido un programa como el redactado por Prieto en enero de 1934,
pero los republicanos se negaban a aceptar el control obrero de la industria y
la nacionalización de la tierra y de la banca.
Puesto que Prieto tenían que mantener la ficción de que estaba en el
exilio, el peso de la campaña lo llevó Largo.
VI- LA VÍA LEGAL HACIA EL
ESTADO CORPORATIVO: ¿LA CEDA EN EL
PODER?, 1934-35
Gil Robles abogaba por el
legalismo, porque confiaba en el triunfo electoral después del aplastamiento de
la rev. de Octubre. El Frente Nacional
del Trabajo se convirtió en la respuesta cedista al sindicalismo izquierdista,
y se transformó en la Confederación Española de Sindicatos Obreros. Si no se suprimieron los sindicatos fue
porque Acción Popular tenía que atenerse a lo establecido por la ley, aunque
Gil Robles abogó por su disolución y confiscación de sus bienes. G. Robles logró evitar la débil reforma
agraria de Jiménez Fernández, eliminando a este del gobierno, provocando la
derrota de la pequeña ala católico-social de la CEDA. Lamamié y los ultras cedistas fueron
despojando la obra de Jiménez Fernández de sus rasgos progresistas, reduciendo
el plazo mínimo para los arrendamientos de 6 a 4 años, suprimiendo el acceso a
la propiedad por parte de los arrendatarios y acabando con los tribunales
encargados de supervisar las condiciones de los arrendamientos. El 14 de diciembre de 1934 también se
suspendió definitivamente el Estatuto Catalán.
El Debate pedía una nueva Constitución que reforzase la autoridad,
disminuyese el poder del Parlamento e introdujese una sistema corporativo de
representación, y G. Robles lo ratificaba en una conferencia, citando a
Alemania e Italia como ejemplos. En
Marzo de 1935 G. Robles provocó otra crisis de gobierno al no estar de acuerdo
con el indulto concedido a Teodomiro Menéndez y Ramón González Peña por su
participación en los acontecimientos de Asturias. Lerroux formó nuevo gobierno, pero con 5
miembros cedistas y G. Robles como Ministro de Guerra. G. Robles se reunió con varios generales
antirrepublicanos (Fanjul, Goded y Franco), nombrando a Franco Jefe del Estado
Mayor Central, contra la opinión de Alcalá Zamora, Goded fue nombrado Inspector
General, a pesar de formar parte de la UME (conspiradora contra la República). Alcalá Zamora se escandalizaba por la
eliminación de los oficiales liberales y republicanos, y los mismos apologistas
de Gil Robles consideran hoy que estas medidas prepararon al Ejército para el
futuro levantamiento. G. Robles inicio
un rearme del Ejército en secreto, contando con Alemania como suministrador y
considerando al Ejército como el único capaz de detener una revolución.
Tras la caída de Gímenez
Fernández la ofensiva terrateniente contra los jornaleros y arrendatarios fue
total, y un historiador franquista lo considero "no solamente
anticristianos (puesto que los terratenientes españoles jamás se comportaron
colectivamente como cristianos, ni antes ni después de 1935), sino además de
auténtico ensañamiento". "La actuación de las derechas y de los
derechistas en el campo, en el segundo semestre de 1935, fue uno de los
principales determinantes del odio de la guerra civil y probablemente de la
guerra civil misma" (El Debate del 14 de Mayo y 14 de Junio de 1935, en
Historia, La cierva, p. 487). La reforma
de la reforma agraria trajo consigo que de las 900.000 propiedades
inventariadas para reforma, 800.000 desaparecieron de la lista.
A mediados de septiembre
dimitió Royo Villarroya que no estaba de acuerdo con la cesión a Cataluña del
control de sus carreteras, y el asunto del estraperlo, provocó el ofrecimiento
de Alcalá Zamora a Chapaprieta para formar gobierno con apoyo de G. Robles y
Lerroux, disminuyendo la participación de la CEDA a tres ministros. Chapaprieta dimitió el 9 de Diciembre de 1935
y Alcalá Zamora no tenía más remedio que llamar a Gil Robles para formar
gobierno o convocar elecciones, y G. Robles no dudada que le iba a encargar
formar gobierno, pero Alcalá dudada de las convicciones democráticas de la
CEDA, ya que la JAP no dejaba de manifestar que las elecciones sólo debían
servir para dar el poder a las derechas y acabar con el liberalismo.
La Constitución sólo podía
modificarles con una mayoría dos tercios, lo que la CEDA no podría reunir, pero
después del 9 de Diciembre, 4 años después de su aprobación, sólo era necesaria
la mayoría simple, por lo que G. Robles deseaba el gobierno para hacerlo. Alcalá Zamora no le ofreció a G. Robles el
gobierno y este protestó porque consideraba que unas elecciones desencadenarían
excesos de todo tipo, pero ahora sólo podía elegir entre dar un golpe de Estado
o buscar una solución para mantener el gobierno.. Gil Robles intentó lograr el apoyo de Cambó y
apoyo la propuesta de golpe de Fanjul si Franco aceptaba, pero estos decidieron
que todavía no, y G. Robles tuvo que abandonar.
Tras lo intentos fallidos de M. Maura y Chapaprieta por formar gobierno
de coalición, el 13 de diciembre el presidente de la República dio el poder a
Portela Valladares, el gran maestro en los manejos electorales, que formó un
gobierno con las fuerzas de la antigua coalición, excepto de la CEDA. El 30 de Diciembre el gobierno dimitió para
ser sustituido por otro de amigos de Portela, sin apoyo parlamentario y cuyo
objetivo era organizar las elecciones al no contar con el apoyo de la CEDA para
gobernar. G. Robles pacto la Coalición
de Derechas con total cinismo, sólo para ganar a toda costa, aliándose en cada
provincia con quien conviniese: Con
Portela, al que odiaba, con la Lliga de Cambó, con los monárquicos radicales,
etc. Sólo el PNV se negó, a pesar de las
presiones de Pacelli. A esto siguió una
campaña electoral feroz, con todos los medios y el dinero posibles: 10.000 carteles, 50 millones de folletos
incendiarios, emisión de un mitin por la radio, etc. La elección era entre Dios o la anarquía y
sobre el lema de "Tú propiedad desaparecerá si ellos triunfan". Las elecciones celebradas el 16 de febrero
dieron la victoria al Frente Popular, a pesar de que las derechas aumentaron sus
votos en más de 750.000, pero las izquierdas aumentaron en 1 millón. Las consecuentes recriminaciones de los
monárquicos y de los miembros de la CEDA más extremistas se dirigieron contra
G. Robles por haber derrochado el dinero y un tiempo muy valioso en una táctica
legalista que al final había fracasado.
De hecho, hasta las últimas fases de la guerra civil, como una idea
tardía, no se impugnó la validez de los resultados de las elecciones como parte
de un intento de legitimar el levantamiento militar de Julio de 1936. Los resultados produjeron un resentimiento de
desesperación dentro de la CEDA. El movimiento de juventudes y muchos de los
ricos mecenas del movimiento se convencieron inmediatamente de la necesidad de
asegurar por la violencia lo que era inalcanzable por la persuasión. Desde entonces la derecha se preocuparía más
de destruir la República que de apoderarse de ella.
VII- EL ABANDONO DEL LEGALISMO: EL PSOE, LA CEDA Y LOS PROLEGOMENOS DE LA
GUERRA EN 1936.
La CEDA, salvo Gímenez
Fernández, vio la única posibilidad de establecer el estado corporativo en un
golpe de estado, al que apoyó sin remilgos.
El pueblo, después del bienio derechista, se radicalizo ante el triunfo
electoral, exigiendo que la Reforma Agraria se practicase ya, lo que provocó el
lock-out empresarial como en 1933. Largo,
a parte de impedir que el PSOE participase en el gobierno, no hizo nada para
obstaculizar el trabajo del gobierno republicano. G. Robles había intentado que Portela no
entregase el gobierno a las izquierdas, pidiendo el estado de guerra, y mando
al conde de Peña Castillo a ver a Franco para que presionase sobre
Portela. Cuando Portela se negó,
continuaron los esfuerzos para organizar la intervención militar. Goded intentó sacar las tropas del cuartel de
la Montaña, pero los oficiales del cuartel y de otras guarniciones se negaron a
rebelarse.
G. Robles ofreció
colaboración y una oposición razonable, pero era poco creíble, en un hombre que
en los últimos meses ya había tenido contactos con golpistas por dos
veces. La izquierda veía la CEDA,
Renovación Española, carlista y falangistas, como unidades especializadas del
mismo ejército. La derecha armada empezó
sus atentados nada más finalizar las elecciones: El 12 de marzo los falangistas intentaron matar a Luis Jiménez Asúa, cuatro
días después la casa de Largo fue quemada.
La CEDA ofrecía la paz, pero sus juventudes practicaban la violencia, de
la que después G. Robles se quejaba y responsabilizaba al gobierno. La Comisión para investigar las elecciones
favoreció a la CEDA, al no admitir ninguna acusación de fraude no probado,
aunque hubiese evidencias, pero la CEDA hizo propaganda diciendo que les
perseguían. Sólo se anularon los
resultados en casos clamorosos de fraude, como Cuenca, Salamanca, Granada y en Pontevedra
(Portela) y Orense (Calvo Sotelo), donde también había evidencia sobradas. G. Robles afirmó que su partido se le habían
arrebatado con malas artes 40 escaños.
Prieto y Azaña se encargaron de deponer a Alcalá Zamora para sustituirle
por Azaña, pero esto le impedía ser jefe de gobierno, y Prieto, ante la
negativa del partido, tampoco, con lo que la posibilidad de un jefe de gobierno
fuero se esfumo. El único orden
aceptable por la derecha era el que no amenazase los intereses nacionales, que
eran idénticos a los de la oligarquía, y G. Robles amenazaba con la guerra si
el gobierno no abandonaba la reforma de la estructura económica y social. La violencia de la primavera de 1936 sólo
favorecía a los radicales de derecha e izquierda, nunca a los ganadores del
Frente Popular. Comunista, socialistas y
hasta anarquistas, pedían tranquilidad, mientras G. Robles amenazaba, y él y
Calvo Sotelo, magnificaban en las Cortes los acontecimientos violentos.
Los terratenientes,
aristócratas, etc., financiaron el desorden con suscripciones como la del ABC
para el Sindicato Libre de Ramón Sales, para la Falange, etc., que fueron los
grupos más violentos. Se sucedieron los
ataques a dirigentes socialistas (Jiménez de Asúa y Largo Caballero) para
provocar represalias, o acciones como las del 9-10 de marzo en granada, cuando
una escuadra de pistoleros falangistas disparó contra un grupo de trabajadores
y sus familias, lo que originó una contra manifestación y las lógicas
violencias. Calvo Sotelo llegó a pedir
públicamente que el ejército diera un golpe.
Miles de cedistas se pasaron a Falange, sin que G. Robles hiciese nada
por evitarlo. A principios de mayo se
repitieron las controvertidas elecciones de Granada y Cuenca, presentando a
Primo de Rivera y a Franco en Cuenca. Se incluía al líder falangista para que
si triunfaba se beneficiase de la inmunidad parlamentaria para sacarle de la
cárcel en la que estaba desde el 14 de marzo.
La inclusión de Franco se decidió para conseguir su traslado desde las
islas Canarias, donde estaba destinado, a la península, donde la conspiración
militar necesitaba su presencia. Puesto
que la elección de Cuenca era técnicamente una repetición, dado que ningún
candidato había conseguido el 40% de los votos en febrero, no se podían admitir
nuevos candidatos, por mucho que lo lamentaran los diputados de la CEDA.
La FNTT exigió el
cumplimiento de las reformas agrícolas y pidió calma, pero no podó impedir
invasiones de propiedad y algunas violencias.
Los propietarios reaccionaron con el lock-out, pistolerismo de
incumplimiento de acuerdos salariales.
Los terratenientes como ya no podían poner sus esperanzas en la CEDA,
empezaron a buscar protección de los militares.
La elevación de Azaña a la presidencia el 10 de mayo fue seguida de su
petición a Prieto para que formase gobierno, pero Prieto se negó al no contar
con el apoyo de los caballeristas y de toda el ala izquierdista. Quizás esta fue la gran oportunidad perdida
para crear un gobierno fuerte que evitase la guerra. El jefe de gobierno fue Casares Quiroga. G. Robles envió instrucciones a los líderes
provinciales de la CEDA. El día que
estallase el alzamiento, todos los miembros del partido se unirían a los
militares inmediata y públicamente, y además entregó 500.000 Pts. a Mola. La postura conflictiva de la CNT obedecía a
que los empresarios barceloneses se negaban a volver a la semana de 44 horas, y
en el sur rechazaban las decisiones de los jurados mixtos. El PSOE apoyo constantemente al gobierno,
pero el 17 de julio estalló la guerra, y G. Robles, decidido a no mancharse las
manos de sangre, se fue a Francia.
Expulsado por el gobierno Blum, se dirigió a Lisboa, donde ayudó a
establecer una junta nacionalista que organizó suministros, propaganda y ayuda
económica para la causa rebelde.
"LA VERDADERA GUERRA DE LAS GALAXIAS: El primer reportaje sobre el Proyecto SDI
(Iniciativa de Defensa Estratégica)". William J. Broad. Editorial Planeta, 1986.
El desarrollo, producción,
almacenamiento y planificación para el uso de las armas nucleares afecta a más
de doscientas mil personal, y su presupuesto anual es de más de treinta y cinco
mil millones de dólares, según Thomas B. Cochram y los coautores de la
"Nuclear Weapons Databook". En
la actualidad existen 26.000 cabezas nucleares en el arsenal de los Estados
Unidos. Pero se espera que en 1990 sean
30.000. Los jóvenes inventores de
Livermore intentan conseguir armas que disparen radicaciones a través de miles
de kilómetros a velocidad de la luz para destruir centenares de misiles
enemigos. Cuando estalle la bomba en
cuyo núcleo se encuentre una estación de batalla de rayos X, se dispararán
múltiples haces que irán al encuentro de múltiples blancos. Estos, según los científicos de Livermore,
impedirá la guerra nuclear, ya que la hará inviable. Livermore está cerca de S. Francisco y de
Silicon Valley, y esta dirigido por Edward Teller, y el grupo principal que
trabaja en la guerra de las galaxias pretende crear un láser nuclear y un láser
de rayos gamma lanzado por una bomba atómica, además del hardware y software necesario. Los principales colaboradores de este
proyecto serán: Lowell Wood, protegido
de Teller (uno de los creadores de la bomba H) y Willard F. Libby, enfrentados
a Hans Bethe que después de ser uno de los pioneros de la bomba atómica ahora
se ha convertido a la causa antinuclear y de control de armamentos. Entre los jóvenes científicos de Livermore
también destacan Peter Hagelstein como inventor del láser de rayos X nuclear,
Tom Weaver, Rod Hyde, Dave Tuckerman que dio la idea para la consecución de láser
de rayos gamma, Larry West que diseña superordenadores y que sostiene que están
trabajando en armas para la vida, las
que van a salvar a las personas de las armas de la muerte, Bruce McWilliams que
trabaja en un superordenador súper rápido, Tom McWilliams y Curt Widdoes
diseñaron el software adecuado para diseñar otros ordenadores por los
ordenadores ya existentes.
El aparato científico del
laboratorio Livermore es controlado por Teller, que en los cincuenta se
enfrento al liberal Openheimer (Los dos colaboraron en la creación de la 1ª
bomba atómica a través del proyecto Manhatan), que se opuso a la bomba H de
Teller. Este fue acusado por los
científicos liberales de aprovecharse de los estudios de Openheimer de de
enviarlo al tribunal de actividades antiamericanas de McCarthy. Teller empezó muy pronto a relacionarse con
políticos conservadores como Nixon y
Reagan, y el complejo militar USA, logrando así los apoyos necesarios. Su siguiente éxito fue lograr la colaboración
del joven Lowwell, que se convertirá en el gran artífice del fichaje de un
grupo de científicos jóvenes que colaboran en el actual proyecto de escudo
defensivo o guerra de las galaxias. No
hay que olvidar que Teller controla los fondos de la Fundación Hertz (alquiler
de automóviles) para la concesión de becas, canalizando estas becas
convenientemente para atraer científicos a Livermore, procedentes muchos del
MIT.
El Safeguard fue el primer
sistema para destruir misiles soviéticos en vuelo, pero suponía destruirlos ya
encima de US, con el peligro que ello suponía.
Las armas de tercera generación intentan conseguir guiar su curso a lo
largo de enormes distancias a través del espacio, hasta destruir los misiles
antes de que tengan la posibilidad de descargar sus cabezas de combate. Este es el aspecto clave del avance que
representa la guerra de las galaxias. En
el espacio se pueden crear tres escalones defensivos: El primero intenta destruir misiles todavía
sobre cielo enemigo en fase de despegue, el segundo ya en el espacio o en el
curso medio, y el tercero otra vez cerca de tierra en la trayectoria final del
misil. ARMAS DE TERCERA GENERACIÓN: El láser de rayos X es un arma de 3ª
generación de enorme poder y con la que se ha experimentado muy
ampliamente. También de 3ª generación es
la EMP ensayada en 1962 y consistente en una bomba nuclear detonada en las
capas superiores de la atmósfera, bañando toda el área inferior con un poderoso
pulso electromagnético que puede quemar los delicados chips electrónicos,
transistores, computadoras y sistemas eléctricos y de comunicación
enemigos. El Arma Microondas a la manera
de las bombas EMP concentra energía en una estrecha banda de frecuencias del
espectro electromagnético para destruir los misiles enemigos, intentando
destruir su sistema electrónico al someterlo a un pulso energético
suficientemente fuerte. Los Haces de
Partículas significa la utilización de una explosión nuclear para acelerar las
pequeñísimas partículas subatómicas (electrones, protones e iones) hacia un
blanco, pero el problema es dirigir los haces contra un blanco, ya que el campo
magnético de la tierra altera su trayectoria, por lo que su operatividad sólo
puede ser óptima en el espacio.
La contribución personal de
Teller a la idea de defensa estratégica se conoce como estallido. Según esta teoría no es necesario que las
armas orbiten la tierra, pudiendo estar a borde de submarinos y ser disparadas
al espacio al primer indicio de problemas, ya que las estaciones de combate
sobrevolarían la atmósfera terrestre, y con sus sensores detectarían las
calientes llamas de los misiles soviéticos que las harían estallar, enviando
sus haces a través del cielo, a la velocidad de la luz.
Lowell fijó unos plazos muy
apremiantes para el proyecto S-1, para construir un superordenador con
supervelocidad, investigando en un chip de oblea, súper gigante, impreso por láser. Pero hay bastantes problemas, ya que en el
espacio exterior, una pequeña estación de combate debe localizar misiles,
averiguar su trayectoria, distinguir los misiles de fogueo de los reales, y
compensar las condiciones de luz del ambiente, y en caso de conseguir destruir
las cabezas nucleares soviéticas qué pasaría, dónde caerían. Podían sembrar la tierra de despojos,
provocar una lluvia radiactiva y el viento atmosférico depositaría los restos
de plutonio en una zona extensísima.
Esto hace casi inviable la guerra de las galaxias por el momento.
El concepto de guerra de las
galaxias lo utilizó Reagan en su discurso de 1983, pero los experimentos y
estudios son muy anteriores (1870), y en 1981 se realiza la primera prueba con
éxito del rayo láser atómico, en el subsuelo de Nevada. En base a esta prueba se empezó a hablar de
un escudo de estaciones láser en el espacio para detener cualquier ataque
soviético.
En los primeros días de
gobierno de Reagan se empieza a hablar de la llamada ventana de la
vulnerabilidad, pero en 1983, cuando se estaba investigando la supuesta
vulnerabilidad, la comisión del presidente sobre Fuerzas Estratégicas,
presidida por el general retirado Brent Scowcroft, descubrió que la ventana de
vulnerabilidad era un mito. Tan grande
era la fe de la comisión en la seguridad del arsenal estadounidense con base en
tierra, que dijo que el misil MX podía almacenarse en los mismos silos de los
Minuteman que anteriormente se habían calificado de vulnerables. La comisión afirmó también que era una
realidad la noticia de que los misiles soviéticos estaban aumentando su
precisión, pero que ello no era motivo de alarma. Las alucinaciones de Reagan y los intereses
científicos, militares, económicos de la industria armamentísticas y los
laboratorios, lograron seguir adelante algunos años con su idea de un escudo
defensivo en el espacio que defendiese los misiles en tierra americanos de los
ataques soviéticos.
LA GUERRA DE HITLER EN
EUROPA OCCIDENTAL.
En Marzo de 1936 Hitler
remilitarizó la Renania, en abril de 1938 unificó Alemania y Austria
(Anschluss), en la Conferencia de Munich de septiembre de 1938 se le concede anexionarse
los Sudetes checos, en marzo del 39 se anexiona Bohemia y Moravia
(Checoslovaquia), y el 23 de agosto firma el pacto de no agresión con Stalin, y
ocho días después invade Polonia y G.B. y Francia le declaran la guerra.
Después invasión Polonia la
guerra se estancó, salvo algunos acontecimientos en el mar (hundimiento del
Graf Spee en el Río de la Plata en diciembre del 39), produciéndose lo que se
conoce como la "guerra falsa".
Stalin, el 17 de Septiembre, inicia invasión Finlandia y Hitler pensaba
atacar occidente en noviembre, pero no lo hizo hasta el 9 de abril de 1940 al
atacar Escandinavia para protegerse el flanco derecho a asegurarse el
suministro de bauxita sueca, que los aliados amenazaban al sembrar de minas
aguas territoriales noruegas. El 9 de
abril se inicia operación Weserübung con la ocupación danesa en 24 horas, y la
campaña de Noruega entre el 9 de Abril y 13 de Junio de 1940. Los aliados resistieron en Narvik tras
destruir 12 barcos alemanes y desembarcar allí, pero el 10 de Junio deciden
retirarse ante el ataque alemán a Holanda.
Churchill fue nombrado
Primer Ministro el 10 de mayo, el mismo día del comienzo de la invasión de
Holanda, destacando la toma de La Haya por paracaidistas el 14. Bélgica y Luxemburgo también caen tras el
control del canal Albert por los alemanes y después de atravesar las
Ardenas. Entre el 14-20 de mayo se
desarrolla la Operación Sickelschnitt (el filo de la hoz) que consistió en
desbordar las defensas francesas por Sedan y llegar a la costa, dividiendo las
defensas aliadas entre norte y sur, y haciendo infructuosos los contraataques
para unificar esa línea defensiva franco-belga-británica. El 25 de mayo los aliados estaban acorralados
en Dunkerque, y pudieron huir porque Hitler y Rundstedt ordenaron que el
ejército alemán detuviera su avance 24 horas.
El 26 cae Calais y el 5 de junio Dunkerque, y Reynaud dimite y Petain
firmó el armisticio el 22 de Junio en Compiegne. En esta campaña fue definitiva la sorpresa de
la bligkrieg de Guderian, los bombardeos aéreos (Rotterdam), la incompetencia
del francés Gamelin, sustituido por Weigan, que sólo pudo contraatacar hacia
Amiens pero con poca efectividad. El
plan alemán original era una repetición del plan Schlieffen de 1914, pero un
oficial fue capturado con los documentos y von Manstein tuvo que utilizar otra
alternativa, consistente en una ofensiva de carros a través del sur de Bélgica
y Luxemburgo, hasta llegar a Sedán, superando así la línea Maginot y partiendo
en dos el frente francés, al cometer la torpeza de contraatacar hacia el norte
por Bélgica.
La batalla de
Inglaterra. El 16 de julio de 1940 se
dio la orden de invadir Gran Bretaña en la llamada Operación León Marino,
atravesando el paso de Calais con 6 divisiones, mientras otras fuerzas ocuparían
Wight, Portsmouth y Brighton y otras Bristol.
Para esto necesitaban controlar el Canal y el cielo, y el 15 de agosto,
el Adler Tag o día del águila, la fuerza aérea de Goering lanza un ataque
masivo contra las bases de la RAF defendidas por los casas de Dowding,
prolongándose esta batalla hasta el 17 de septiembre, cuando se decidió el
aplazamiento de la operación León Marino.
El 10 de enero de 1941 el Congreso USA autoriza ayuda a los aliados.
LA GUERRA EN EL
MEDITERRÁNEO.
Mussolini quiso emular los
éxitos de Hitler y el 10 de junio de 1940 ordenó el ataque del 15 de septiembre
con 240.000 hombres de Libia contra Egipto, defendido por 36.000 británicos al
mando de Wavell, quien contraatacó con la llamada operación Brújula y abrasó a los italianos, y no tomó Trípoli
por qué en enero de 1941 le obligaron a concentrar sus tropas para ayudar a la
amenazada Grecia, pero su más entendido General en la guerra móvil cayó
prisionero: O´Connor. Los alemanes enviaron ayuda, aunque antes de
1942 nunca tuvieron allí más de tres divisiones, pero mandadas por el
excepcional Erwin Rommel. Este general
inicia su primera ofensiva en febrero de 1941 penetrando en Egipto, aunque
fracasa en la toma de Tubruk, pero la operación Battleaxe ideada por Wavell
lanzando sus carros por el paso de Halfaya fue un desastre, debido a que Rommel
utilizaba también sus carros como el cañón contra carro de 88 mm. que destrozó
los carros enemigos. Los británicos
contraatacan con la operación Crusader el 18 de noviembre, al mando de Auchinleck,
liberando a Tubruk del asedio y logrando la primera victoria aliada sobre los
alemanes, aunque no lograron una victoria definitiva porque Cunninham no
consideró que su superioridad de carros se veía equilibrada por la superioridad
a alemana en cañones contra carro, por lo que no lograron aplastar a Rommel ni
expulsarle de la Cirenaica, para así lograr bases aéreas aliadas para evitar la
caída de Malta. Rommel contraataca el 21
de enero de 1942 y toman Tubruk el 27 de mayo y obliga a los británicos a
retirarse a El Alamein. Montgomery
sustituye a Auchingleck, y Rommel tendrá que enfrentarse a un general
inteligente, pero sobre todo prudente, que obliga a Rommel a dejar de moverse y
combatir estáticamente. El 23 de octubre
del 42 los británicos atacan y vencen en el Alamein, recuperan Tubruk el 13 de
noviembre, mientras los americanos desembarcan en Marruecos, y las tropas
británicas llegan a Trípoli el 23 de enero de 1943 y todo Túnez es suyo el 7 de
mayo de 1943, ya que Montgomery y Alexander decidieron no dejar un momento de
tregua al extenuado ejército alemán, carente de relevos, municiones y
combustible. Rommel había dejado el
mando africano en manos de Hans-Jürgen von Armin ya el 9 de marzo.
A continuación se inicia la
ocupación de Italia en diferentes fases:
El 10 de julio de 1943 la operación Husky desembarca en Sicilia, del 3
al 20 de septiembre la operación Baytown desembarca tropas británicas en
Calabria, del 9 a 19 de septiembre la operación Avalanche desembarca tropas en
Salerno, y la operación Slapstick en las costas de Tarento, y el 4 de junio de
1944 entran en Roma, tras quebrar defensas de la línea Gustav
(Montecasino). Los americanos no
deseaban invadir Italia, preferían la operación Overlor (invadir Francia), pero
cedieron y Clark dirigió el desastroso desembarco en Salerno, estando a punto
de tener que reembarcar, sobre todo porque Montgomery, enfadado por no concedérsele
el mando de la operación, retraso demasiado su auxilio. Los alemanes, aprovechando la estrechez
peninsular y los accidentes geográficos, diseñaron dos líneas defensivas al
mando de Kesselring: Línea Gustav,
Gótica (entre Bolonia y Roma). Alexander
logró atravesar la línea Gustav tras la operación Diadema comenzaba el 11 de
mayo de 1944, y quería que el americano Clark avanzase por la izquierda para
cortar retirada alemana, pero éste prefirió la gloria de la toma de Roma y dejó
escapar a los alemanes hacia la línea Gótica, que finalmente cedió y permitió a
Alexander alcanzar el simbólico pueblo de Finale, poniendo fin a la guerra
italiana. Hay que considerar, en esta
campaña, el desastroso comportamiento del ejército italiano, las feroces
batallas en la línea Gustav con Montecasino como símbolo principal, y el
grandioso desembarco en Sicilia, que fue la operación anfibia de mayor magnitud
de la historia, por encima incluso del desembarco de Normandía.
EL FRENTE ORIENTAL.
El 22 de junio de 1941 un
ejército de 3,5 millones de hombres, con 3680 carros y 2770 aviones, inician la
operación Barbarroja contra Rusia. El
objetivo era el exterminio del Untermensch eslavo, de los eslavos
subhumanos. Stalin y Hitler habían
firmado un pacto de no agresión porque Stalin tenía apetencia territoriales y
no confiaba en Occidente, pero Hitler preparaba la invasión de la URSS ya desde
1940, cuando Stalin decidió presionar sobre los países bálticos y se opuso a la
expansión alemana por los Balcanes.
Stalin intentó cubrirse las espaldas al firmar un pacto de neutralidad
con Japón el 13-4-1941, para evitar un frente oriental. La guerra soviético-finesa en noviembre de
1939 a marzo de 1940 acabó en victoria soviética, pero los soviéticos sufrieron
enormes bajas para atravesar la línea Mannerheim en Carelia, lo que hizo que
Stalin abordase una reforma y modernización militar a marchas forzadas,
mientras Hitler pensó que las purgas del 37 había incapacitado al ejército
soviético por 20 años, por lo que sería fácilmente derrotable.
La invasión consistió en un
Ejército del Norte dirigido hacia Leningrado, el Ejército del Centro, ayudado por
parte del norte, hacia Mosca, y el Ejército del Sur hacia
Ucrania-Crimea-Georgia, siendo éste el que más se estancó. Guderian volvió a dirigir la guerra de
carros, pero no lograron tomar Leningrado ni Mosca, aunque si Kiev y
Rostov. Al llegar el invierno se inicia
la contraofensiva soviética sobre Kalinin para aliviar presión sobre Mosca el 5
de diciembre de 1941 y otra más al sur (Kaluga) y el desembarco en
Sebastopol. Todo el invierno del 42
continuó la contraofensiva. Los
soviéticos en su retirada también se llevaron sus industrial, colocando el 80%
de su capacidad productiva sobre ruedas, en un esfuerzo sobrehumano. En marzo de 1942 las operaciones soviéticas
cesaron, después de que mantuviesen un ataque de 3 meses e un frente de 1.600
Km, y lograsen destruir 50 divisiones alemanas y expulsarlos de Mosca y Tula,
obligándoles a retirarse casi 350 Kms.
Stalin detuvo su ofensiva por agotamiento, pero pronto empezó a recibir
ayuda de GB y USA, aunque no accedieron a abrir un frente occidental inmediato
como él reclamaba, considerando esto como una traición.
En primavera de 1942 Stalin
ordenó atacar en Jarkov, perdiendo 250.000 hombres, y los alemanes lanzaron una
ofensiva que permitió a von Manstein tomar Sebastopol y abrir a von Paulus paso
hacia Stalingrado, para controlar el paso hacia el petróleo del Cáucaso y
controlar las comunicaciones a través del Volga (Stalingrado), para ahogar
económicamente a la URSS, al fracasar la bligkrieg inicial. Stalin firma el decreto del 28 de julio de
1942 que ordenaba "Ni un paso atrás".
El 19 de agosto de 1942 se inicia batalla Stalingrado, en la que
participan más de 2 millones de hombre, ocupando el VI ejército de von Paulus
casi toda la ciudad, pero los soviéticos resisten casa por casa y al borde del
río con el general Chuikov. Von Paulus
comprendió el peligro de tener a las fuerzas soviéticas concentradas en uno de
sus flancos (el norte) y solicitó retirarse, pero Hitler le desautorizó,
ordenando un ataque definitivo para el 18 de noviembre, pero el 19 los carros
soviéticos barrieron las filas de los flancos alemanes (rumanos e italianos, al
norte y sur), y 4 días más tarde 300.000 soldados del VI ejército de von Paulus
estaban rodeados, muriendo muchos de hambre y frío. El ejército A estaba en el Cáucaso, y podía
quedarse aislado, por lo que Hitler tuvo que autorizar su retirada a finales de
diciembre de 1942, mientras el VI ejército resistía en Stalingrado para
proteger la retirada del A hacia Rostov.
Von Paulus se rinde el 31 de enero de 1943, mientras von Manstein se
hace llegó desde Leningrado con su Brigada de Fuego y logra mantener Rostov,
estabilizar el frente y contraatacar después.
Zhukov había convencido a
Stalin de que los alemanes ya no osarían atacar hacia el Cáucaso, ya que
necesitaban un victoria rápida y definitiva, por lo que elegirían el camino más
rápido hacia Mosca, por lo que había que defender el saliente del frente en
Kurts para defender el paso hacia Mosca.
Stalin, para variar, le hizo caso y concentro todas sus tropas
allí. El 4 de julio de 1943 los alemanes
lanzan 42 divisiones contra 54 soviéticas en Kurts, produciéndose la batalla de
carros más grande de la historia, con el impresionante enfrentamiento de
Projorovka del 12 de julio, venciendo los soviéticos con sus mastodónticos T34,
con cadenas más anchas y que no se hundían tanto en el barro y su cañón, aunque
el arma milagrosa soviética en esta guerra parece que fue el BM-13 MRL o
lanzacohetes múltiple, capaz de lanzar 16 misiles de 132 mm en 10 segundos a
más de 8 Kms de distancia.
Después de esta victoria
Vatutin avanza hacia Kiev, que toma en noviembre de 1943, y sólo el ejército
alemán del centro consiguió resistir o retirarse ordenadamente, pero los
soviéticos ya no pararían hasta Berlín: En
el invierno de 1944 los soviéticos recuperan toda Ucrania, Crimea y el general
Koniev atraviesa el Dniéster, el 26 de enero Leningrado queda libre y el 12 de
mayo Sebastopol, la operación Bagration de agosto del 44 lleva a los soviéticos
a Polonia, en septiembre los rumanos se pasan de bando al entrar los soviéticos
en Bucarest el 31 de agosto y en Budapest el 30 de octubre, Varsovia cae el 17
de enero de 1945, Viena el 7 de abril y Berlín el 1 de mayo (Zhukov inició su
ataque el 16 de abril con una atronadora salva de cañonazos que pudo oírse
desde Berlín, desde la línea Oder-Neisse y con 2,5 millones de hombres, 6000
carros, 41.000 cañones y 7.500 aviones), después del encuentro de las tropas
americanas y rusas en Torgau, y finalmente Praga caerá el 8 de mayo de 1945.
EL MILAGRO EUROPEO: Entorno, economía y geopolítica en la
historia de Europa y Asia.
E.
L. Jones. Madrid, Alianza, 1987.
CONJETURAS AMBIENTALES Y
SOCIALES.
A fines del medievo Europa
ya era más rica que China o India, el nivel de vida era superior, y el reparto
social de riqueza mejor. China o India
tenían un 2% de población muy rica, unas obras de ingeniería increíbles, pero
no tenían los adelantos mecánico-prácticos europeos. Europa gozará de un nivel educativo superior,
el clima le favoreció desde el medievo, aumentando su productividad agrícola y
disminuyendo las enfermedades. En China
las epidemias son tardías y ello hizo que su generación de defensas fuese
también más tardía. Asia tuvo que hacer
frente a una densidad de población mayor, y a un mayor rigor a la hora de
controlar a sus campesinos, dedicando a mucho gente a vigilarlos. Bajo esta perspectiva, el europeísmo
consistiría en una original historia de colonización, que daría lugar a una
ramificación parcialmente pastoril, agraria y descentralizada muy diferente a
la sociedad agrícola asiática occidental, y así moldeada por los bosques. En Europa el crecimiento demográfico fue muy
controlado y exiguo, con casamientos tardíos y menos hijos, permitiendo esto una mejor distribución de recursos. Además, en Europa el consumo de carne y
energía animal fue siempre superior al de Asia, al tener más espacio y menos
tierra ocupada por viviendas o por cultivos.
LOS DESASTRES Y LA
ACUMULACIÓN DE CAPITAL.
Jones analiza los diferentes
tipos de desastres que pueden afectar a la población y a su tejido productivo,
concluyendo que estos son menores, a partir de cierta época, en Europa, y menos
destructivos, tanto los desastres naturales como bélicos o incendios, etc. El catastrofismo (terremotos, incendios,
tsunamis, inundaciones, guerras, etc) parece que afectó más a Asi que a
Europa. Estas catástrofes son más
importantes de lo que parece para la economía, sobre todo si después de ellas
no hay una capacidad de recuperación adecuada.
Las pestes y epizootias, por ejemplo, contra animales fueron muy
frecuentes y duras en Europa, sobre todo en el medievo, pero en Asia llegaron a
partir del 1700, mientras que otros desastres, como la langosta, fue al revés. Muchas plagas episódicas en Europa, en Asia
fueron endémicas. Los incendios de
ciudades se redujeron en Europa antes de empezar a generalizarse los materiales
no inflamables en la construcción gótica, mientras que en Asi alcanzan hasta el
siglo XX.
La guerra en Europa, a
medida que se modernizó el ejército y se intentó economizar hombres
(mercenarios caros), fue menos mortal que en Asia y provocó menos perdidas
económicas. No hay ninguna revolución en
Europa que provocase 25 millones de muertos como la Taiping en China a medidados
del XIX, ni ninguna razzia como las mongólicas, manchues o islámicas, que
saqueaban y arrasaban la población conquistada.
El descenso en los tipos de interés en Europa ya en el medievo respecto
a Asi y el mundo árabe es evidente, y mucho más en la edad moderna, permitiendo
invertir más en construcciones, mejorando su calidad y resistencia, y evitando
muchas catástrofes por incendios o derrumbamientos. Parece haber sucedido que Europa estuvo más
expuesta al riesgo de epidemias, pero con intervalos más saludables que en las
regiones tropicales, donde tan frecuentes son las enfermedades debilitadoras y
los asesinos endémicos.
EL FLUJO TECNOLÓGICO.
Es difícil explicar la
aplicación de la ciencia a la producción en Europa, ya que la aplicación de la
técnica (máquinas) para ahorrar trabajo es sencilla, pero la de la ciencia no
lo es tanto. La explicación de esto y
del crecimiento europeo hay que buscarlo en los siglos IX-X-XI, cuando la
agricultura empieza a incorporar nuevas técnicas (cultivo trienal, collera,
arado de hierro), forzada tal vez por el incremento demográfico, la paz y la
demanda incipiente de las ciudades. Este
cambio basado en la bonanza económica también encuentra explicación en el final
de las invasiones externas, en la paz política impuesta por el feudalismo y por
el surgimiento lento de entidades estatales que también fueron acabando con los
enfrentamientos feudales o desviándolos hacia empresas exteriores, que así
evitaran el enfrentamiento de señores contra señores o contra el propio
Rey. Los vikingos se cristianizan y se instalan
en Normandia y G.B., los magiares en Bohemia, Austria aparece para taponar las
invasiones del Este, etc. El Islam se
replegó y Rusia detuvo a las hordas asiáticas.
Europa pasó a ser conquistadora con los cruzados. La Edad Media aportó grandes avances en la
agricultura, pero también en la generalización de los molinos de agua desde el
s. X, aplicados a moler, pero también a otras actividades.
La mejora en las casas entre
el s. XI-XV (Chimeneas, hogares, cristales) mejoró las condiciones de vida, la
mortalidad postparto, pero también las prestaciones de los trabajadores
domésticos. Lógicamente no podemos
olvidar los intercambios culturales con el Islam o China, que aportaron avances
técnicos y científicos como la pólvora, el astrolabio, el compás, etc. La Edad media no sólo aportó adelantos
técnicos como la collera, la herradura, la noria, la ballesta, etc., sino que
también supo absorber los provenientes de otras culturas y mejorarlos o
adaptarlos: La brújula, navegación a
vela, etc. El s. XVIII se considera como
el siglo de los grandes avances técnicos, olvidando que desde el medievo se
estaban acumulando avances, que la imprenta aparece a fines del medievo y que
lo revolucionó todo, al facilitar el acceso a la información y una enorme
difusión del conocimiento.
A veces no consideramos la
importancia de los múltiples pequeños inventos y avances organizativos que
parecen imprescindibles, pero que a lo largo de siglos forman un cúmulo de
mejoras tan importantes para la producción como el más grande de los inventos.
LOS DESCUBRIMIENTOS Y LOS
TERRITORIOS SECUNDARIOS.
Desde el período de las
cruzadas, Europa inició una frenética expansión territorial y comercial que se
aceleró en el s. XV. Esto le permitió
aumentar sus recursos pesqueros, mineros, comerciales. Ejemplos importantes son la expansión inglesa hacia Irlanda y
Escocia, los suecos hacia Finlandia, Rusia hacia Siberia, España y Portugal
hacia el otro lado de los mares. Muchas
veces se ha dicho que esto se debió a la retirada del Islam, pero olvidamos que
la derrota islámica en Granada en 1492 fue algo aislado, ya que poco después
pasan a presionar en todas sus zonas de influencia, tomando Constantinopla y
controlando el comercio, lo que provocó la progresiva ruina italiana.
Inesperadamente podemos
deducir que un feudalismo fuertemente organizado fue un marco apropiado para el
nacimiento del comercio. La consecución
de la Paz o de su equivalente local por
parte de los señores durante la Baja Edad Media e inicios de la Alta Edad Media
fue, por tanto, una condición importante.
Las autoridades medievales fueron más eficaces protegiendo el comercio
de sus súbditos de los desórdenes internos y las interferencias externas. Detuvieron las represalias contra los
comercios extranjeros y favorecieron los procedimientos legales. Limitaron los derechos sobre los naufragios y
los precios. Comenzaron a garantizar
acuerdos comerciales mediante los sellos públicos de la autoridad papal,
imperial, real, episcopal o municipal.
El respaldo de un señor o de un gobernante reducía parte de los riesgos
del comercio exterior. Los reyes y
señores comprendieron que el comercio les podía beneficiar, vía impuestos. La geografía europea (una península con
múltiples penínsulas) facilitó el transporte marítimo y fluvial, permitiendo
grandes intercambios entre zonas: cobre
sueco por sal del sur, por ejemplo.
Los estados garantizaron las
transiciones, redujeron el riesgo. Cada
vez el repudio de deudas por parte de los Reyes fue menor. La letra de cambio permitió agilizar los
cambios y darle más seguridad. Las
regulaciones gremiales, los monopolios, un calendario excesivo de fiestas
religiosas, la legislación suntuaria, el monaquismo que restringía el trabajo y
prohibía en ocasiones la explotación de minas y bosques, la legislación
colonial, los controles de los precios y los tabúes y las sanciones religiosas
al comportamiento económico o incluso al estudio de la ciencia y la tecnología,
son trabas al desarrollo, pero su existencia en fechas pretéritas se
corresponde con su derogación progresiva, lo que indica el camino del progreso
europeo. La abolición de los gremios fue
un paso definitivo para incrementar el comercio y la producción, pero ya antes
de producirse esto, los derechos y el control de los gremios se venía
reduciendo en todas partes, mediante la concesión de derechos gremiales a cada
vez más gente, y mediante las liberalización que los gremios podían autorizar
sobre la producción.
EL SISTEMA DE ESTADOS.
Europa en su conjunto podría
haber adoptado una de entre diversas formas políticas. Estas comprendían la federación teocrática,
de la que el Sacro Imperio Romano era un ejemplo en decadencia; las redes comerciales como la Liga Hanseática
o conjuntos de ciudades-estado; el feudalismo, si bien se estaba descomponiendo
en estados centralizados; y el imperio político. La mayor parte de las grandes poblaciones del
mundo estaban organizadas en imperios, y los imperios habían aumentado de
tamaño durante milenios. La
multiplicidad estatal de Europa hay que explicarla por la formación de islas de
producción agrícola entre la inmensidad boscosa, y estas islas muy productivas
garantizaron los excedentes necesarios para pagar impuestos que mantuvieran el
ejército necesario para defenderse y crear el sistema de gobierno
adecuado. De estas islas productivas
(Isla de France, valle del Támesis, Po, etc) y su expansión a costa del bosque,
nacieron los múltiples estados europeos desde el feudalismo. Los estados comenzaron a aparecer alrededor
del año 900 d.c.; se supone que aún existían un millar de organizaciones
políticas en el siglo XIV, las naciones estado comenzaron a desarrollarse en el
s. XV; a comienzos del siguiente siglo ya existían alrededor de quinientas
unidades independientes; por el año 1900
su número era de veinticinco. A pesar de
los intentos del Sacro Imperio
Germánico, del Papa o de Carlos V, nunca hubo una autoridad central
suprema que pudiese imponer sus decisiones autocráticas al resto, impidiendo
que sucediese como en China, cuando la corte Ming prohíbe la exploración marina
en 1480, lo que afectó a todos sus territorios negativamente.
Respecto al feudalismo, lo
mejor que puede decirse de este incipiente contrato social es que sus términos
fueron mejores que la situación del hombre ordinario en la mayor parte del
mundo. En las épocas de prosperidad
aumentaron los compradores y vendedores, y con ello las transacciones
comerciales, y los reyes participaron de esta prosperidad y pudieron progresar
en la construcción de sus estados sin una resistencia excesiva por parte de los
señores, y en las fases de recesión las ganancias fueron más escasas,
aumentando la discordia entre los estados y en su interior, por lo que los
nobles tendieron a escapar a la jurisdicción, y tanto ellos como los reyes
intensificaron sus intentos por apropiarse de lo que otros poseían. Con la peste negra, debido a la reducción de
la mano de obra, las autoridades centrales comenzaron a intervenir en el
mercado de trabajo, tratando de poner un techo a los niveles salariales y de
refrenar una nueva movilidad del trabajo.
Ello tuvo lugar en Francia y en Inglaterra a finales del s. XIV y en el
s. XV. Cabe suponer que estaba empezando
a ocurrir lo siguiente: mientras que
para un Estado era muy fácil agrandar sus fronteras y aumentar el grado de
control central durante las expansiones económicas, algunas funciones de la
burocracia eran en realidad más fáciles de ampliar al intentar abordar los
desequilibrios de las recesiones.
Con la aparición del cañón
se fortalece la figura real y la formación de estados cada vez más grandes,
capaces de hacer frente a los cada vez más extensos gastos militares, que a su
vez incrementaban el poder real sobre una nobleza que ahora ya no podía
refugiarse en sus castillos. Los reyes,
por la necesidad de financiar el ejército, favorecieron el comercio y la
producción para incrementar sus ingresos por impuestos. Las naciones estado se convirtieron así en
estados de servicios, proporcionando una serie de servicios sociales indirectos
como compensación parcial a los impuestos.
EL MUNDO.
África tuvo que enfrentarse
a un determinismo ambiental que dificultó su desarrollo poblacional y
productivo. No se produjo ningún avance
en la economía africana que sea comprable a los que se produjeron en Europa
durante la E. Media o después.
En lo que respecta a las Americas,
vemos que también ellas sufrieron escasez de población, así como el aislamiento
con respecto al conjunto de ideas euroasiáticas. Oceanía, por la época del Capitán Cook no
tenía más que dos millones y medio de personas, por lo que la historia
económica del mundo a muy largo plazo se desarrolló en Eurasia. Resulta curioso el caso de Japón y su
similitud con G.B., desde que los shoguns Tokugawa obligaron a los samurais a
que se asentaran en las ciudades castillo e hicieron que los señores, los
daimyo, pasaran la mitad del año en Edo (Tokio) bajo el sistema sankin
Kotei. Ello produjo la atrofia del
feudalismo. El crecimiento urbano
impuesto por la fuerza causó una expansión del mercado. El ejemplo de Japón nos previene en contra de
la halagüeña conclusión, a la que se presta la historia europea, de identificar
la libertad política con el progreso económico.
La evolución japonesa, por tanto, se inicio ya en el XVII, a pesar de la
prohibición de relacionarse con extranjeros.
La llegada de Perry se limitó, tal vez, a acelerar el proceso, como
mucho. La similitud entre Japón y Europa
es mayor que entre Japón y China:
Valores, feudalismo, etc.
En Asia los transportes eran
caros y malos, lo que provocaba mercados muy aislados, y ello impidió unificar
precios, y permitió una intervención partidista de los gobernantes locales en
su propio provecho. Las intervenciones
tiránicas convirtieron el comercio en especulación, los gobiernos se apropiaron
de parte del producto bruto, y a los productores sólo les quedaba lo suficiente
para la mera subsistencia. El comercio
asiático en su mayoría es suntuario, de objetos pequeños, que no genera la
construcción de grandes barcos, que se presta a las arbitrariedades de los
gobernantes, que no lo favorecieron ni lo protegieron. China estaba muy urbanizada, pero sus
ciudades eran de chozas, dependientes del poder central y dominadas por sus
mandarines.
En Asia no existió el
concepto de frontera como limite de un estado y de su independencia y libertad,
ni grupos sociales de productores dignos, lo que existió fueron zonas fronterizas
habitadas por tribus subdesarrolladas, y todos los individuos de estas tribus
estaban sometidos a la casta superior. A
parte de esto, que dificulta la formación de estados como los europeos, Asia no
contó con algunos recursos tan importantes como los bancos de pesca europeos y
otros recursos, pero, por encima de todo, la multitud de guerras provocaron
demasiados muertos y destrucciones, lo mismo que los gobernantes incapaces y
corruptos, generando una sensación de inseguridad y de desorganización que no
favoreció el desarrollo económico. Es
comprensible que a unas economías sometidas a la omnipresente amenaza de la
confiscación, la guerra y los desastres naturales les resultara difícil
estimular los avances tecnológicos. Asia
pronto se quedó a la zaga de Europa en
cuando a armamento y navegación.
Los cambios tecnológicos efectuado por los chinos con posterioridad al
siglo XV consistieron en la creación de variedades de arroz de maduración más
rápida y su difusión, junto con la de los cultivos de secano introducidos por
los portugueses. Esto no puede
compararse con los logros tecnológicos de Europa.
El Islam asiático estaba más
desarrollado que Europa en el medievo, pero aumentó poco su población y su
unidad cultural no se correspondió con las prontas divisiones políticas, las
invasiones mongólicas les hicieron mucho daño y las sectas conservadoras
dificultaron su desarrollo tecnológico y su futuro, y será el estancamiento
tecnológico y el retroceso cultural quien frene definitivamente las ambiciones
otomanas. Por ejemplo, la imprenta sólo
les sirvió para publicar raros ejemplares religiosos y muy escasos, no
conocemos ningún buen mapa realizado por un turco, no existió una integración
política comparable a la organización de la nación-estado europea y las
lealtades que ésta movilizaba. El
Imperio turco vio como su actividad comercial con Europa se truncó con el
descubrimiento de América y vio como su fundamentalismo dificultó avances como
la imprenta, y como las pestes causaron una mortalidad enorme en la Edad
Moderna, a pesar de que conocían el métodos de la inoculación (anterior a la
vacuna) mucho antes que en Europa. La
presión del Estado y de los militares sobre los campesinos cada vez fue mayor,
privándoles de sus ganancias. Además, la
crisis económica hizo que muchos habitantes de las ciudades se trasladasen al
campo, expulsando a los viejos campesinos cristianos de los Balcanes, por ejemplo. La población del imperio descendió desde 28
millones en 1600 a 24 en 1800, como resultado de una reducción real así como de
la independencia de las provincias del Magreb y de las de la Europa
suroriental. la reducción se cifró en el
14%. Grecia y Bulgaria, por otra parte,
presentaron en el mismo período un incremento del 55%. Fueron éstas el único foco de expansión
durante el desplome del Imperio otomano, gracias a un incipiente comercio de
maíz-algodón hacia Europa y la aparición de una explotación artesanal, amparada
por la lejanía de Turquía que les daba mayor libertad y le evitaba la rapiña
turca.
En la India la casta
prescribía la ocupación y los derechos suntuarios, existiendo prohibiciones
tales como la que prohibía a los intocables construir casas de ladrillo, y
dificultando de esta manera la producción y el comercio. Además, la India se caracterizó siempre por
su fragmentación política y por sus malas comunicaciones interregionales. Los gobernantes eran incapaces y
explotadores, y cuando no gobernaban dejaban sus funciones en manos de los
subordinados. Los impuestos eran
desproporcionados y no se adaptaban a las incidencias de la producción. La mayor parte del tiempo los indios fueron
gobernados por dinastías extranjeras que saquearon más que gobernaron.
China en el s. XIV había
alcanzado un desarrollo técnico y marítimo, incluso superior a Europa, pero la
dinastía Ming decidió prohibir las expediciones marítimas y ruralizar China, y
los Manchues (1644-1911) continuaron esta política de defensa costera, pero sin
batallas en el mar. También es verdad
que desde que los portugueses llevaron a China los cultivos de secano la tierra
se revalorizó y los chinos perdieron interés por buscar tierras en el exterior,
hasta el s. XVIII en que empezó a escasear por la presión demográfica, pero
incluso entonces no se realizó ninguna colonización exterior, hasta que la
revolución Taiping de 1850-64 provocó el desahogo de 25 millones de muertos y
en 1860 se abrió Manchuria a la colonización.
Los chinos pagaban el 24% del PNB al 2% de la población a cambio de la
defensa, de la coordinación de los regadíos y del control de las
inundaciones. Es decir el Estado
cobraba impuestos, en grano normalmente, para su manutención y sólo ofertaba
los servicios citados, pero no era capaz de financiar otras
infraestructuras. A esto hay que añadir
que la concentración de la producción en el arroz de regadío no permitió
desarrollar una división regional del trabajo, que fue la que en Europa provocó
el desarrollo de los intercambios comerciales.
La tala constante de bosques para ganar tierras provocó la erosión y la
falta de tierra de cultivo a posteriorí.
Mientras que los gobernadores indios eran devoradores de provincias, es
significativo que la elite china se refiriera al populacho como su carne y
pescado. El rigorismo contractual nunca
reemplazó a la moralidad estatista. El
sistema chino mostró signos de desarrollo, pero fueron dejados a un lado
incluso entonces por las oportunidades de una colonización interior que fue un
callejón sin salida. El precio a pagar
fue el estancamiento estructural, la erosión de los suelos y, a pesar de todo,
un eventual problema malthusiano.
RESUMEN Y COMPARACIÓN.
La industrialización tuvo
lugar primeramente, en las economías de mercado, donde no sólo los productos,
sino también los factores de producción podían comprarse y venderse
libremente. Europa poseía unas
características tan especiales de emplazamiento, localización y dotación de
recursos que nos vemos obligados a tratar de asirnos a la rama de la
explicación ambiental. Europa tuvo una
natalidad no esclavizada a la necesidad de mano de obra para los momentos de
recuperación, lo que permitió dedicar parte de la tierra a producir animales y leña
para fundir hierro. Europa disfrutó de
una proporción de rutas navegables superiores, lo que permitió agilizar el
comercio y que los estados se beneficiaron cobrando impuesto de este
comercio. La lejanía europea de las
estepas evitó el saqueó mongol, y la proximidad al Islam le dio muchos
conocimientos científicos, mientras que Asia se vio asolada y dominada por
dinastías que gobernaron saqueando.
En 1812 Napoleón se retira
de Moscú y tiene que realizar un viaje solitario y escondido, acompañado por
Calaincourt hasta París, mientras sus soldados morían en la retirada. El 18 de diciembre llegó a las
Tullerías. El paso del Berecina costó
muchas vidas, pero salvó a parte del ejército, gracias a que Napoleón consiguió
engañar a los rusos y construir un pontón por el que atravesar. Napoleón pensaba que la derrota rusa había
sido un accidente, pero todo se complicó.
El general que mandaba las tropas prusianas que ayudaban a Napoleón en
Rusia acabó firmando un pacto de neutralidad en Taureggen. Prusia, después de Jena, había sido
humillada, su reina insultada, y ello despertó la simpatía nacionalista en
Alemania, y en Prusia hombres como Fitche, Stein, Sneisenau, Humboldt, crearon
el espíritu nacional, y sentaron las bases de la rebelión popular de 1813
contra Napoleón. Tras el desastre
francés en Rusia, Prusia se unió a Rusia y declaró la guerra a Francia el 16 de
Marzo de 1813, tras acordar con Rusia una compensación en Polonia, en el tratado
de Kalisch del 28 de Febrero de 1813.
En 1813 Napoleón respondió a
la alianza ruso-prusiana con la victoria de Lützen y Bautzen, pero en vez de
proseguir la guerra hasta la victoria final, firmó el armisticio de Plaswitz,
quizá por miedo a la equivoca actitud austriaca y a la reacción nacionalista
prusiana que no dejaba de acosar con sus guerrillas. Metternich fue el hombre de la época, poco
querido por los otros líderes y acusado de veleidoso y poco preparado, pero
sólo un gran hombre podría mantenerse en el poder tanto tiempo a pesar de la
oposición de Kolowratt y Stadion. Sus
reglas básicas se basaban en el equilibrio europeo, el legitimismo contra la
revolución, y la creación de un sistema a nivel europeo, por lo que idea de
europeismo también será fundamental.
Metternich se entrevistó con Napoleón en Dresde y logró una ampliación
del armisticio de Paswizt y que Napoleón aceptase la mediación de Austria para
una conferencia de paz, con lo que Metternich logró el tiempo suficiente para
mejorar su ejército, el prusiano y el ruso.
El 12 de agosto de 1813 se disolvió la conferencia de paz y se declaró
la guerra a Francia.
Los ejércitos de la nueva
coalición (rusos, prusianos, suecos y mecklenburgueses) llegaban a la cifra de
860.000 hombres y los de Napoleón a 700.000.
Napoleón envistió contra Bernadotte, pero el 21 de agosto Bülow
derrotaba a Oudinot en Gross Beeren y salvaba Berlín, y el 23 Blücher derrotaba
a MacDonald en Silesia. Tras victorias y
derrotas alternas en Septiembre, Napoleón se retiro a Leipzig, concentrando
190.000 hombres, contra 300.000, y el 19 de octubre los aliados entraron en la
ciudad, perdiendo los franceses 120.000 hombres entre muertos y heridos. Pronto toda Alemania quedó liberada, y
Napoleón con un exiguo ejército de 70.000 hombres. Después de Leipzig hubo numerosas discusiones
para lograr una paz deseada por Metternich y Napoleón, pero no fructificó
porque G.B. y Rusia deseaban ver a Napoleón fuera del trono, a pesar de las
ofertas ambiguas del joven Abberdeen.
En 1814 se desarrolla la
Conferencia de Chautillón, al tiempo que continúan las campañas militares, con
diversidad de resultados, hasta que Napoleón debe abdicar el 5 de abril tras
sucesivas derrotas. Chatillón fracasó
porque franceses y aliados rechazaron las respectivas ofertas, confiados en el
discurrir militar.
El tratado de Chaumont del 9
de marzo de 1814 confirmó la Cuádruple alianza contra Napoleón, por 20
años. Después se inició la marcha sobre
París, siendo Castlereagh el protagonista de este período hasta el final de
Napoleón. La capitulación de París se
firmó el 31 de marzo de 1814. Alejandro
se alojó en casa de Talleyrand, y entre los dos acordaron convencer al Senado
para que depusiese a Napoleón y nombrase un gobierno provisional y decretase la
restauración borbónica. El 6 de abril el Senado llamó al hermano de Luis XVI al
trono, se firmó el tratado de Fontaniebleau o primera Paz de París, concediendo
Elba a Napoleón y Parma a Mª Luisa, y se establecieron los subsidios que
permitirían a la familia Napoleón subsistir manteniendo su título de
Emperador. El tratado eludió la cuestión
de las indemnizaciones, la devolución de los botines de guerra, y los
conflictos sobre el reparto de Polonia.
El 12 de Abril Napoleón intentó suicidarse. Francia fue muy bien tratada, para evitar el
debilitamiento de los borbones y el renacimiento del bonapartismo. G.B. renunció a las colonias holandesas y a
las indemnizaciones.
El Zar tuvo la oportunidad
de liderar esta época, pero la desaprovecha por su vanidad, su engreimiento, y
por su insistencia sobre Polonia, provocando una alianza de
Francia-Austria-G.B. contra él.
Nesselrode, primer ministro del Zar, ofreció a Kocyusko y a los polacos
trabajar por la independencia, sin considerar que esto iba contra Austria y que
les ofrecía a los polacos lo que le negaba el propio pueblo ruso. La visita de Alejandro y su hermana en junio
de 1814 a Londres, para reunirse con Metternich y Castlereagh, fue un fracaso
porque Alejandro y Catalina se esforzaron en ofender al príncipe regente
inglés, coquetearon con la oposición, y lograron la animadversión popular, por
lo que de esta entrevista sólo salieron acuerdos parciales. Castlreagh se vio empujado a una alianza con
Francia para contrarrestar la alianza ruso-prusiana y la altanería rusa. No era posible crear una Prusia fuerte sin
enemistarse con Austria, y sobre todo no era posible crear una Polonia grande y
equilibradora que alejase a Rusia hacia el Este, ya que ninguno estaba
dispuesto a devolver los despojos de Polonia que controlaba. La centuria de la supremacía inglesa, desde
1814 a 1914, fue un período que aportó inmensos beneficios de paz y de
prosperidad no sólo al Imperio y la Commonwealth británica, sino también a toda
la comunidad de naciones.
En el Congreso de Viena el
más enfadoso de todos los plenipotenciarios era don Pedro Gómez Labrador, de
España. Estaba decidido a no jugar el
papel de marioneta y pensó, con una casi inconcebible falta de tino, imitar la
técnica de Talleyrand. Incluso el Duque
de Wellington, que tenía mucha experiencia del temperamento español, le
criticaba. Y en realidad Labrador en
todo momento procedió con una equivocada tozudez que llevó a ala desesperación,
tanto a Castlereagh como a Talleyrand.
El art. 35 de la Paz de París decía que todas las potencias relacionadas
con la última guerra participarían en las negociaciones, ocultando a todos una
cláusula secreta por la que los 4 grandes se comprometieron a resolver todas
las cuestiones con Francia entre si.
esta dualidad resultó engañosa para los terceros, que fueron a Viena convencidos
de poder sacar algo, sin saber que no contaban para nada. Metternich, Hardenberg, Castlereagh y
Nesselrode, serían los de la voz cantante, junto con Talleyrand, que rompió la
estrategia de los 4 grandes, convirtiéndose en abanderado de los pequeños, a
los que abandonó cuando consiguió ser admitido en el Comité de las 8 primeras
potencias, donde también estaba España.
Se constituyeron 10 comités independientes: El alemán, el del comercio de esclavos, el
suizo, el de Toscana, el de Cerdeña-Génova, el del Ducado de Bouillon, el de
los ríos internacionales, el de la precedencia diplomática, el de estadística y
el del anteproyecto o minutas de redacción.
El Consejo de los Cuatro se convirtió en el de los Cinco el 9 de enero
de 1815, al admitir a Talleyrand, y fue el órgano último que, en efecto, vino a
ser el órgano directivo del Congreso.
Este Consejo celebró 41 sesiones, mientras los Ocho sólo celebraron 9.
En 17150 poseía Polonia un
vasto territorio y una población de 10 millones y medio de habitantes; en el
reparto de 1772 se quedó con 8.746.000; en el de 1793 quedó sólo con 3,5
millones, y en el reparto de 1795-96 quedó absorbida totalmente por Rusia,
Austria y Prusia, dejando de existir. En
1807 Napoleón, tras derrotar a Prusia, creó el Ducado de Varsovia, de 1850
millas cuadradas, añadiéndole 900 millas más en 1909 a costa de la Cracovia
austriaca. El reino de Polonia salido de
Congreso de Viena tenía sólo una superficie equivalente a las 3/4 partes del
Ducado de Varsovia, el resto se quedó para las tres potencias
circundantes. Castlereagh deseaba una
fuerte Polonia para dar gusto al pueblo inglés, pero sabía que esto no sería
aceptado, y por ello apostó por crear una fuerte Prusia aliada a Austria, para
contrarrestar el poder ruso, a pesar de que Talleyrand deseaba evitar el
engrandecimiento prusiano. Alejandro
deseaba una Polonia independiente, pero sin renunciar a sus posesiones. Austria deseaba su reparto y se oponía a que
Prusia recibiese Sajonia. Prusia deseaba
Sajonia y parte de Polonia. Finalmente
todo se resolvió: Prusia adquiría 2/5
partes de Sajonia, las plazas fortificadas del Elba, una parte de la orilla
izquierda del Rhin, el ducado de Westfalia y la Pomeramia sueca. Austria obtendrá el Tirol y Salzburgo, además
de las provincias ilíricas en el Adriático y conservar la Galitzia polaca.
Para el caso italiano se
decidió que Austria obtendría Lombardía y Venecia. Génova se incorporó al Piamonte, el Papado
obtuvo todos sus antiguos territorio junto con Ferrara, Bolonia y Rávena. Modena, Reggio y Mirandola para Francisco
IV. A la reina de Etruria se le daría
Lucca, y Parma para Mª Luisa, excluyendo a su hijo, el rey de Roma, de la
sucesión. Para Suiza se decidió la
constitución de una Confederación de 22 cantones.
El caso alemán se resolvió
acordándose el 9 de junio de 1815 constituir una Dieta federal en Frankfurt
bajo la presidencia de Austria, la cual vendría a ser el órgano central para
todos los 38 estados germánicos. Esta
Dieta debía redactar las leyes fundamentales de la Confederación, y según el
art. 13 de este Acta federal cada soberano estaba obligado a conceder una
Constitución a sus súbditos. Las grandes
esperanzas de los nacionalistas y de los liberales alemanes se hundieron en el
desengaño; se había perdido la oportunidad de crear una Confederación germánica
que muy bien podía haber sido liberal, civilizada y humana; la unidad de
Alemania sólo podría forjarse en adelante con el hierro y la sangre. Metternich pudo haber creado un Imperio
germánico liderado por Austria, pero su desidia hacia el nacionalismo le
impidió valorarlo suficientemente, y su desconocimiento de los aspectos
económicos, le impidieron comprender el potencial futuro de Prusia para
Alemania.
La abolición del comercio de
esclavos le costó mucho a GB, incluso España y Portugal cobraron fuertes sumas
de GB para suprimir este comercio.
España cobro 400.000 libras esterlinas.
Después de Waterloo,
Castlereagh era el dueño de Europa, y por eso fue criticado por la oposición
inglesa, al no imponer un tratado más ventajoso para G.B. El problema principal estaba entre la teoría
prusiana de una paz punitiva hacia Francia, y la de Castlereagh de una paz
moderada que pudiera al final recibir el consentimiento del pueblo francés. La segunda paz de París del 20 de noviembre
de 1815, forzaba a Francia a perder una pequeña franja territorial en la
frontera belga, las plazas fuertes de Landau y Saarlouis, unas pequeñas
porciones de territorio en la frontera suiza, y la mayor parte de Saboya,
además de verse obligada a pagar unas indemnizaciones de 700.000.000 de francos y soportar durante cinco años un
ejército de ocupación de 150.000 hombres, aunque en 1817 ya concluyó esta
ocupación.
El acta final del Congreso
de Viena se firmó el 9 de junio de 1815.
Castlereagh deseaba una garantía ( la Sta. Alianza) que mantuviese lo
acordado, pero tuvo que renunciar a ello por la oposición británica, al darse
cuenta de que esto sólo serviría para que G.B. defendiese los logros rusos en
Europa, pero no su detención en Oriente. Sólo pudo incluir un artículo de la Cuádruple,
fijando reuniones periódicas internacionales.
La Cuádruple alianza que Castlereagh había creado en Chaumont, mantenida
en el Congreso de Viena y reconstruida en París, parecía ya en peligro de
disgregación. Su ponderado equilibrio
estaba amenazado por el corrimiento de grandes pesos. La Sta. Alianza había expuesto al ridículo su
sistema entero, que rápidamente iba hundiéndose en la aprensión y el
disgusto. La desconfianza ante las
abiertas y las encubiertas ambiciones de Rusia estaba abriendo una fisura cada
vez más ancha entre el Oriente y el Occidente.
El sistema de conferencias seguía siendo para Castlereagh la única
esperanza de mantener el concierto de Europa; y pensó en defender este sistema
con todas las energía de sus corazón, de su alma y de su inteligencia. Pero no lo consiguió. El Zar, tras sus conversaciones místicas con
Madame Stael, que le consideraba un enviado divino, empieza a promover la Sta.
Alianza, para garantizar la paz mediante el sistema de Congresos y la
intervención internacional donde se produjesen alteraciones del orden. La propuesta rusa fue peor de lo que
Castleragh temía. Sugería que debía
firmarse un nuevo y universal tratado, una Alianza solidaria, por la que los
Estados de Europa deberían garantizarse mutuamente, no sólo los territorios y
posesiones de cada uno de ellos, sino la forma existente de Gobierno en aquella
fecha. Castlereagh sabía que ningún
gobierno británico consentiría en tal sugerencia; y en una manifestación que
hizo a la conferencia en octubre explicó sin dejar lugar a error alguno la
medida exacta en que el gobierno británico se consideraba ligado por los
tratados vigentes. Esta declaración fue
la que, al repudiar claramente la sugerencia de que la coalición tenía derecho
a intervenir en los asuntos internos de los otros países, señaló la retirada de
la Gran Bretaña de la Sta. Alianza.
ESPAÑA 1936-1939. LA GUERRA MILITAR: La guerra en el Norte. Manuel Tuñón de Lara, Gabriel Cardona y
José Luis Alcofar. Madrid, Historia
16-Caja de Madrid, 1996.
El libro consta de los
siguientes capítulos: La guerra en el
Norte, de M. Tuñon de Lara; La reforma de los Ejércitos, de Gabriel Cardona; La
República pasa a la ofensiva, de G. Cardona; y Las armas de ambos bandos, de
José Luis Alcofar.
En el primer capítulo Tuñón
desarrolla, genéricamente, la problemática militar de la República en el año
1937. Cuando Franco desiste de la toma
de Madrid y decide emplear todas sus fuerzas en acabar con los reductos republicanos
del norte, se plantea la necesidad de defender una zona tradicionalmente
republicana y que atesoraba recursos estratégicos fundamentales para la
guerra. A principios de marzo de 1936
Mola inicia ofensiva sobre el País Vasco, interrumpiendo la ofensiva
republicana sobre Oviedo iniciada el 6 de marzo, y al tiempo que se
desarrollaba la batalla de Guadalajara iniciada el 8 y terminada el 21 de marzo
de 1937. La ofensiva real de Mola se
inicia el 31 de Marzo, cuando se bombardea Durango y se ataca el sector de
Villarreal, cayendo el los próximos días Ochandiano y Olaeta. Miaja atacó el 9 de Abril en Aragón
(Alcubierre) para aliviar la presión nacional sobre el norte. Tuñón analiza la toma de Bilbao, Santander y
la caída inmediata de Asturias. Sobre
todo se centra en la polémica de la destrucción de Guernika el 26 de Abril de
1937, y en la rendición final del País Vasco, después de las negociaciones
iniciada por el presidente del Bizkai Buru Batzar, Juan Ajuriaguerra que
impulsó el llamado pacto de Santoña con los italianos e incluso envió
negociadores a Roma ante la Santa Sede.
Los vascos se defendieron bien, pero al final no cumplieron la orden de
destruir las industrias y desertaron en masa, aunque muchos continuaron
combatiendo en el frente de Santander y Asturias. A lo largo del combate se quejaron
amargamente de que Madrid no les enviaba el material y los refuerzos
necesarios, impidiendo una defensa coherente contra la enorme superioridad
artillera y de aviación enemiga. Madrid
no podía hacer mucho, en unas fechas en que su ejército estaba en completa
reorganización, cuando incluso en el frente norte se discutía la autoridad del
Jefe del Ejército del Norte, fuese quien fuese (Ciutat, Gamir), e incluso el
presidente Aguirre llegó a hacerse cargo del mando absoluto del ejército
combatiente en Euskadi el 9 de mayo hasta que Gamir Uribarri se hace cargo del
ejército vasco el 29 de mayo. El 3 de Junio muere Mola en accidente de
aviación, poco antes de que el 11 de Junio se rompiese definitivamente el
cinturón de hierro vasco y Bilbao cayese el 19 de Junio de 1937. En Julio esta ofensiva se detiene
parcialmente ante el ataque republicano en Brunete, pero el 14 de Agosto se
inicia ofensiva sobre Santander y el 26 los nacionales entran en Santander,
justo el día que dirigentes del PNV firman el pacto de Santoña con el general
Manzini. El 21 de Octubre, tras la caída
de Gijón y Aviles, desaparece el Frente del Norte.
Madrid, lo más importante que hizo fue
intentar ofensiva disuasorias, que tuvieron bastante éxito, como la toma del
santuario de Santa María de la Cabeza el 1 de mayo o los avances en tierra de
Teruel el 16 de Abril), pero que no fueron culminadas debido a la inexperiencia
de las tropas en combates abiertos, a la falta de material, y a la falta de
organización. Así sucedió en la ofensiva
sobre La Granja, Brunete, Belchite, Huesca, y con más éxito sobre Teruel ya en
los últimos días de Diciembre.
La perdida del norte
significó que Franco tendría un sólo frente unido, podría disponer de 150
batallones libres, mientras que los republicanos perdieron 35.000 muertos y
unos 100.000 combatientes en total (heridos, emigrados, etc). Las nuevas adquisiciones demográficas de los
nacionales les suponían emplear algo más del 60% de sus divisiones para cubrir
los frentes y dejar un 40% en la reserva, mientras que ahora los republicanos
tendrían que conformarse con un 25% de sus divisiones para la reserva o
Ejército de Maniobra. El Coronel Ciutat
consideraba que la clave del norte fue el derrumbamiento del frente
santanderino en Agosto de 1937, si en Santander se hubiesen reorganizado las
tropas expulsadas de Euskadi y se hubiese resistido unos meses Franco no habría
podido asestar el golpe final hasta la primavera del 38, y en esas fechas el
Ejército de Maniobra republicano ya hubiese estado formado, organizado y
entrenado, dispuesto para una ofensiva general o para ayudar al norte.
Durante esta época los
ejército sufrieron reformas notables. El
Ejército de Franco vio desaparecer las antiguas Divisiones Orgánicas en favor
de Regiones Militares, entregando los nuevos cuerpos de ejército a generales de
prestigio. Este Ejército se compondrá
del Cuerpo de Galicia, mandado por Aranda, el de Castilla, por Varela, el de
Aragón, por Moscardo, Navarra por Solchaga, el Marroquí por Yagüe y el CTV
italiano. Estos formaban el llamado
Ejército de Maniobra. Mientras tanto,
Negrin intentó organizar el marasmo militar republicano, que el 1 de abril de
1838 contará con 600.000 hombres en filas distribuidos en 70 divisiones. Negrín nombró al comunista Cordón para la
subsecretaría de Defensa e inició la reorganización: La Región Centro-Sur mandada por Miaja se
subdividió en Ejército del Centro (Casado), Levante (Menéndez), Extremadura
(Burillo y Prada) y Andalucía (Moriones); el Ejército de Cataluña pasó a
llamarse Cuerpo Ejército de la Región Oriental (Hernández Sarabia), subdividido
en Ejército del Ebro de Modesto y
Ejército del Este de Perea. Negrin llamó
a filas a las quintas de 1926 a 31, sobre todo en Cataluña, correspondiendo la
última a la llamada quinta del biberón (16 años), pero que sirvió para crear el
ejército que llevaría a cabo la batalla del Ebro. Además articuló un sistema de recompensas y
ascensos por méritos de guerra, y agravó las penas por deserción, sustituyó a
los prietistas (antiguo ministro de la guerra) por fieles suyos, y se organizó
el XVI Cuerpo en el que se integraban todas las modalidades de lucha de
guerrillas que se iban formando en la
retaguardia franquista.
Cuando la guerra terminó los
ejércitos franco contaban con 3 ejércitos, llamados Levante (Cuerpos de
Galicia, Castilla, Aragón y Urgel), Centro (Cuerpos Primero, Maestrazgo,
Navarra, CTV y Toledo) y Sur (Cuerpos de Extremadura, Granada, Córdoba,
Marroquí y una división independiente), con un total de 1.020.500 hombres,
1.090.000 ametralladoras, 7.600 morteros, 3.244 piezas de artillería y 651
carros de combate. Tan importantes
cifras con correspondían a un ejército de corte europeo. De ese millón de soldados únicamente 19.000 servían
en artillería, 19.000 de caballería a caballo( cuando estos se había
transformado en Alemania en compañías de carros) y 11.000 en ingenieros, lo que
demuestra como la guerra había concluido con el atraso técnico que siempre
había tenido la actividad militar en España.
Las ofensivas de La Granja
(30-V-1937), Huesca (12-6-1937, el mismo día que Franco rompía el cinturón de
hierro bilbaíno), Brunete (5-7-1937), Belchite (24-8-1937), Teruel
(15-12-1937), no lograron paralizar la ofensiva nacional en el norte, pero si
fueron zarpazos importantes que detuvieron momentáneamente al ejército de
Franco. La batalla de Brunete fue la
primera gran batalla de la guerra, llamada la batalla de la sed, y que fue
detenida porque los republicanos se entretuvieron contra las resistencias
enemigas en Villanueva de la Cañada, Los Llanos, Quijorna, Villanueva del
Pardillo, Brunete, en vez de bordearlas y seguir avanzando con una utilización
racional de los muy superiores carros rusos.
Franco tuvo tiempo así de reunir 4 divisiones, 2 brigadas navarras, una
buena masa artillera, varias unidades de carros, caballería, aviación con los
nuevos Messerschmitt 109, Heinker 111 y Savoia 79. La inferioridad republicana en el aire y la
mala utilización de los carros, les obligó a retroceder a pesar de actuaciones
como las del Campesino o los brigadistas.
Curiosamente, Franco, una vez obligados los republicanos a retirarse,
renunció continuar la ofensiva hacia Madrid cuando toda la carretera de
Extremadura había quedado desguarnecida, al perder los republicanos 25.000
hombres y 100 aviones, por sólo 10.000 y 25 los nacionales, pero Franco decidió
reenviar esas tropas otra vez al norte.
El 4 de agosto se publicará una Orden del Ejército del Centro
disolviendo la XIII Brigada Internacional por su comportamiento en
Brunete. Los internacionales serían el
chivo expiatorio, sin analizar la deficiente estrategia y entrenamiento, el
empecinamiento de El Campesino el batallas sin importancia, la lentitud en el
avance, la mala utilización de los carros de combate rusos, que a pesar de su
superioridad fracasaron al no ser utilizados en raigs ni en apoyo infantería,
y, sobre todo, al no existir la necesaria cobertura aérea.
Belchite también tuvo un
componente político, ya que coincidió con la disolución del Consejo de Aragón,
y la división de Lister fue la encargada de disolver los comités y
colectivizaciones. El mando de la
operación correspondió a Pozas, con un plan estilo Vicente Rojo, rapidez y
sorpresa, con una maniobra principal para romper el frente de Belchite y otra
secundaria al otro lado del Ebro, para cortar las comunicaciones al norte de
Zaragoza, ya que Zaragoza era el objetivo último de la operación. Lo malo es que Quinto y Belchite resistieron,
y los republicanos, al igual que en Brunete, en vez de sobrepasarlos se
empeñaron en la batallita de Belchite, ganándola, pero dando tiempo a las
tropas franquista a taponar los frentes y evitar el objetivo final: Corte de comunicaciones y toma de Zaragoza. Además los republicanos demostraron su falta
de entrenamiento para ofensivas abiertas, para sustituir a la vanguardia
agotada por tropas de refresco que continuasen el ataque, para distribuirse por
los grandes espacios llanos, etc.
Mola murió en accidente
aéreo cerca de Burgos durante la campaña del Norte, y Franco ahora era el Jefe
absoluto, y decidió replantearse la batalla de Guadalajara para ahogar
Madrid. Los republicanos lo sabían e
idearon dos planes para evitarlo: El
Plan P de Rojo era muy ambicioso, ya que se trataba de crear otro frente en el
Sur, ya que Rojo consideraba que el frente extremeño entre Peñarroya y Medellín
esa cubierto débilmente por los franquistas, por lo que 25 divisiones podían
desbordarlo, y así lograr una victoria en consonancia con la estrategia militar
de la II Guerra Mundial. Pero se
prefirió el 2º plan, más clásico y consistente en el contragolpe estratégico nº
1, que consistía en una nueva ofensiva sobre Huesca combinada con el
contragolpe estratégico nº 2 que estudiaba el ataque contra Teruel. Vicente Rojo fue el encargado de organizar el
plan estratégico nº 2 contra Teruel, descartando el Plan B y el ataque a
Huesca. En Teruel todo salió
aparentemente bien, salvo que Rey d'Harcourt resistió en el centro de Teruel
hasta el 8 de Enero, y a pesar de ser considerado un traidor por los
franquistas, esta heroica resistencia permitió a Franco contraatacar ya desde
el 29 de Diciembre con el Cuerpo de Ejército de Castilla de Varela, Galicia de
Aranda, y 296 piezas de artillería y aviación alemana. Al final todo quedó igual que antes de
empezar, ya que los republicanos tuvieron que abandonar sus posiciones próximas
a Teruel.
LAS ARMAS DE AMBOS BANDOS.
En 1936 las fuerzas armadas
españolas estaban muy pobremente dotadas:
no existía una sola unidad en servicio que tuviera completos sus
efectivos de personal y material. Este
material, si no moderno, era equiparable al que utilizaban los ejércitos del
mundo, pero con la diferencia que en la mayor parte de las naciones este
material se modernizó por completo en los años siguientes y en la II G. M.,
mientras que en España la guerra civil se hizo con material antiguo e impidió
el desarrollo de material nuevo nacional.
En armas ligeras en el
ejército era reglamentario el fusil automático Mauser 7 mm modelo 1893 y el
mosquetón del mismo calibre y sistema.
Predominaban los modelos de 1913, antigua, pero similar a los de otros
ejércitos del mundo. Debía haber unos
140.000 fusiles en servicio en el Ejército, unos 100.000 en las Fuerzas del
Orden, 70.000 en Marina y 6.000 en Aviación, más 50.000 de media en cada uno de
los parques de cada División Orgánica.
Quedaron en zona republicana sólo unos 200.000 fusiles, pero ya el
11-11-36 llegaron 20.000 Mauser mexicanos y 20 millones de cartuchos. Después llegarían modelos de todo tipo,
hasta 35 distintos con 9 calibres diferentes, lo que dificultaba su
utilización. Los Mausine soviéticos de
7,62 mm de 1890 también sirvieron en campo republicano, alcanzando los envíos
hasta 500.000 según fuentes soviéticas.
Por parte nacional Italia envió 240.747 fusiles Manlicher de 1891 y 6,5
mm y 6 disparos, mientras los alemanes mandaron Mauser de 1914 de 7,92 mm.
En 1936 eran reglamentarios
los fusiles ametralladores Hotchkiss O.C fabricados en Oviedo-Coruña, modelo
1922 y algunos Astra de 1937, todos de 7 mm, con un total de 2297 en la
Península y 527 en África. También eran
reglamentarios subfusiles y pistolas ametralladoras Astra, de culatín y 7,63
mm, para las Fuerzas de Orden. Los
republicanos importaron 19 tipos de fusiles ametralladores, la mayor parte
modelos de la Gran Guerra, salvo algunos checos y soviéticos. entre estos últimos figuraban dos tipo Maxim
de 1917 y los excelentes Degtyarev-Pekhotny y Spitany-Komaritsky de 19130 y de
7,6 mm, tambor circular y notable cadencia de fuego. Por parte nacional Alemania envió algunos
Dreisse de 7,92 mm. y subfusiles MP-34 Schmeisser de 9 mm, e Italia gran
cantidad del fusil ametrallador Breda de
1930 y 6,5 mm.
Eran de reglamento en 1936
las ametralladoras Hotchkiss de 7 mm modelo 1922 fabricadas en Oviedo, están en
servicio del Ejército 1654 y 200 en Fuerzas del Orden. Los republicanos importaron 13 tipos de
ametralladoras de 5 calibres distintos, siendo las más numerosas las Maxim
soviéticas de 7,62 y otras de esta misma marca de 7,92 hasta un total de 15113
según los soviéticos. El bando nacional
importó las Fiat-Revelli de 1914 y 6,5 mm.
Era reglamentario en 1936 el
mortero Valero de 81 mm de 1933, construido en Marquina, con más de 2500
unidades en servicio. Los republicanos importaron 5 modelos, sobre todo el soviético de 50 mm
con 15000 unidades. Los nacionales
utilizaron el italiano Brixia de 45 mm. y el OTO.Breda de 81 mm de 1935, con
1426 unidades. Los italianos también
aportaron lanzallamas montados en carros y lanzallamas individuales.
Respecto a la artillería, el
material era bastante heterogéneo y anticuado en 1936, pero no desmerecía de
otros ejercidos del mundo. Esta
constituido por materiales nacionales excelentemente fabricados sobre patentes
extranjeras, pero muchos estaban gastados y descalibrados. Tampoco existían carros elásticos para
armones para las municiones, siendo escasos los modernos elementos de dirección
de tiro y las disponibilidades de munición.
En las 8 Divisiones Orgánicas, además de los pequeños cañones de 70 mm,
entregados como artillería de acompañamiento a las unidades de infantería,
existía un total de 16 regimientos ligeros, cada uno con 36 obuses Vickers de
105/22 o las misma cantidad de cañones Schneider de 75/28, también había dos
regimientos de artillería de montaña con 24 obuses Schneider de 105/11, un
regimiento de artillería a caballo con 36 Schneider de 75/28. De todo este material quedaron en manos
republicanas 381 cañones y obuses, y de parte nacional 620. A esto hay que añadir las piezas aparcadas en
los parques, que la república intentó utilizar, pero la mayoría estaban
anticuadas, inservibles, gastadas, y se dieron casos en que combatieron piezas
fabricadas en 1873 y 1898. El ejército republicano
sufrió siempre una gran escasez de artillería, importando de Francia primero
los típicos Schneider antes del Pacto de no Intervención, y desde Octubre de
1936 llegó material soviético que los rusos cifran en 2155 piezas, aunque sólo
hemos encontrado documentos de 1832, ascendiendo a 2364 si le sumamos las
piezas antiaéreas y antitanques. Según
el general Belfore combatieron en España 1604 piezas italianas de artillería
que consumieron 10 millones de proyectiles, pero Salas Larrazabal habla sólo de
720, Coverdale de 1801 y el autor sólo
ha documentado 1172. Lo malo de este
apartado es que no se habla de sus características. Hitler entregó a los sublevados muy poco
material artillero, siendo anticuado, como los 32 cañones de 77/32 conocidos
como Krupp Largo y los 100 de Krupp Corto de 77/24, además de obuses de 10,5 y
15 cm. y algunos cañones de 105 que actuaron en la batalla del Ebro. En total se calcula que los alemanes enviaron
144 piezas de cañones-obuses y 40 lanzaminas.
La defensa antiaérea
española en 1936 se limitaba a 8 Skodas de 7,65 mm modelo 1919, las Vickers de
105 mm de Ferrol, Mahón y Cartagena, y baterías diversas en bases navales. Muchas piezas de 105 y 76 mm Vickers que
llevaban los barcos se desmontaron y se utilizaron en la defensa de costas, así
como los de 47 mm utilizados en la defensa de Cádiz. Por parte italiana llegaron pronto los
antiaéreos Breda de 20/65, y 36 cañones antiaéreos de 75/27 CK de 1916, y 4
cañones 75/46 Ansaldo de 1934. Los alemanes
enviaron 112 antiaéreos Flak 30 de 20 mm, una batería de 4 piezas de 37 mm Flak
18 Reinsmetall-Borsig de 1935, 84 cañones antiaéreos Krupp de 77 mm. modelo
1933, y sobre todo la famosa pieza Flak Krupp de 88 mm que se convirtió en la
mejor pieza de la guerra de España y casi de la II Guerra Mundial. Los republicanos obtuvieron 100 piezas
Oerlikon de 20 mm y algunas bolivianas, 20 Bofors de 40/16 modelo 1930 muy
eficaces y algunas anticuadas piezas rusas de 75 mm, pero el núcleo fundamental
será un centenar de piezas soviéticas de 72,2 mm modelo 1931 que serán los
mejores antiaéreos republicanos. Los
republicanos llegaron a contar con 236 piezas antiaéreas y los nacionales con
412.
La artillería antitanque no
se desarrolló mucho en la guerra de España, y en 1936 sólo había 18
piezas. Italia envió 16 piezas de 47/32
Terni-OTO modelo de 1935 y Alemania 274 cañones de 37 mm Pak 37/36
Reinmetall-Borsig. Los republicanos
dispusieron del soviético Puska-Maklen de 37 mm modelo 1917 (140 piezas), 20
Bofords suecos de 37 mm, y el mejor antitanque republicano fue el soviético
45/46 modelo de 1936 de los que llegaron 136.
En total los republicanos dispusieron de 296 y los nacionales de 290.
Primo de Rivera renovó la
artillería de costa de Ferrol, Mahón y Cartagena, mediante piezas Vickers de
153, 4/50 modelo 1923 construidas en Reinosa y las grandes piezas Vickers
modelo 1926 de 381/45 compradas a Inglaterra.
En 1936 existían en España
dos regimientos de carros de combate, con 10 viejos Renault FT de 1917, 2
Schneider de 1916 y 13,5 Tm, y no se había conseguido desarrollar el proyecto
del capitán Ruiz de Toledo para el carro Trubia, del que sólo se construyeron
algunos prototipos que combatieron en Santander y Asturias. Durante la guerra llegaron 20 Renault FT de
1917 que circulaban a 7 Km/h, pero la principal ayuda fue la soviética, con
oficiales que se especializaron en esta lucha y que les sirvió de lección para
la II GM, hombres como el mayor Arman, Pavlov, Rudolf, Semion Krivosheim,
etc. Los primeros carros soviéticos
serán los BA-32 y después los T-26 B, los mejores de serie del mundo, con casi
10 toneladas, un cañón de 45 mm y 28 K/H y un blindaje de 15 mm. Intervinieron en el contraataque de Seseña el
27-X-1936 al mando de Arman, mediante un raid solitario que les llevó a cerca
de Illescas sin encontrar enemigo, pero tropezaron a su regreso con varios
puntos de resistencia entre Seseña y Borox, perdiendo 3 carros, culpándose
mutuamente de que la infantería no les siguió, etc. Donde mejor fueron empleados fue en la
batalla del Jarama. En 1937 llegaron los
nuevos BT-5 modelo 1935, de 11,5 toneladas, un cañón de 45 mm y 79 Km/h sin
cadenas y 62,5 con cadenas. Se han
exagerado las cifras de carros soviéticos en España, hablándose de 600 T-26 y
100 BT-5, y los soviéticos hablan de un total de 120.
Los nacionales recibieron
primero los Fiat Ansaldo modelo 1915-17, las tanquetas Carro Veloce CV de
Fiat-Ansaldo modelo 1935, con 38 Km/h, dos ametralladoras y un
lanzallamas. En total se cree que
combatieron en España 147 carros Fiat-Ansaldo.
Por parte alemana llegaron las tanquetas Panzer I Krupp llamada aquí
negrillos, con un total de 150 unidades que experimentaron gran cantidad de
pérdidas.
ESPAÑA 1936-1939. LA GUERRA MILITAR: El frente de Aragón. Ramón Salas Larrazábal y Gabriel
Cardona. Madrid, Historia 16-Caja de
Madrid, 1996.
En febrero de 1937 la
movilización alcanzaba a 12 reemplazos completos por cada bando, con 1.900.000
hombres. El Ejército popular era
dirigido por el ministro de defensa Prieto, con un Estado Mayor por cada Arma. El Ejército de Tierra estaba integrado por el
Ejército del Centro de Miaja, el de Extremadura de Burillo, el de Andalucía de
Prada, el de Levante de Hernández Sarabia, el del Este de Pozas, y el de
Maniobra a las ordenes del Ministro. En
total, le quedaban 19 Cuerpos, con 56 divisiones y 167 brigadas Mixtas, por lo
que había perdido 1/4 parte de todo lo alistado (23 Cuerpos, 73 divisiones y
225 brigadas), a pesar de lo cual todavía era superior numéricamente al de
Franco. Las fuerzas navales habían
perdido el control del mar, después del hundimiento del acorazado Jaime I, los
destructores Císcar y Ferrándiz y de 5 submarinos, quedando al mando de
González Ubieta, los cruceros Libertad y Méndez Núñez, los destructores Sánchez
Barcáiztegui, Lepanto, Valdés, Antequera, Miranda, Gravina, Escaño, Jorge Juan,
Ulloa y Lazaga, un submarino, 10 lanchas rápidas tipo GS recibidas de la URSS,
los destructores Churruca y Alcala Galiano en reparación, el Alsedo operaba
independientemente y el José Luis Díez estaba refugiado en Francia, al igual
que 2 submarinos, aunque estos pronto se reincorporaron, junto con el crucero
Cervantes, inmovilizado después de ser torpedeado por un submarino italiano el
23-XI-1936. A toda esta fuerza se unen
unos 350 aviones.
Franco creo un Ministerio de
Defensa Nacional al mando de Dávila, que también mandaba el Ejército del
Norte. Franco mandaba todas las
operaciones desde el palacio de Pedrola, propiedad del duque de Vistahermosa,
en la provincia de Zaragoza. Sus fuerzas
terrestres estaban constituidas por el ejército del Centro de Saliquet, Sur de
Queipo de Llano, Norte de Dávila,. En
total 50 divisiones y dos más de caballería.
su marina estaba mandada por el almirante Moreno, concentrada en
Baleares, con los cruceros Baleares, Canarias y Almirante Cervera, los
destructores Ceuta, Melilla, Huesca, Teruel (Estos cuatro eran viejos buques
italianos reformados) y Velasco, los minadores Júpiter y Vulcano, los
submarinos Mola y Sanjurjo comprados a Italia.
La fuerza aérea esta mandada por Kindelán, con tres agrupaciones: Hispana, Legionaria y Legión Cóndor, con un
total de 500 aviones.
Entre el 25-29 de Enero de
1938 Franco lanza sus tropas sobre el río Alfambra para recuperar Teruel. Dávila y Varela se encargaron de la
operación. Rojo tomo el mando de las fuerzas
republicanas y Modesto se ocupó de la defensa de Teruel. El día 21 El Campesino, temiendo verse
sitiado, decidió por su cuenta evacuar la ciudad de Teruel en una retirada
nocturna en la que perdió buena parte de sus tropas. Líster y Modesto enjuiciaron de forma muy
dura al Campesino. La ofensiva
franquista de Teruel guarda gran similitud con la de Brunete, ya que las dos
empezaron como ofensiva republicana, pero el la de Brunete el tándem
Prieto-Rojo pretendió alcanzar una decisión de signo estratégico para destruir
el Cuerpo de Ejército de Yagüe, alejar las líneas de Madrid, paralizar la
ofensiva del norte e invertir el signo de la guerra, mientras que en Teruel no
había otra aspiración que obligar al enemigo a modificar sus intenciones y
despliegue y, con ello, ganar tiempo.
Franco, en los dos casos, decidió contraatacar para restablecer la
situación, a pesar de que estratégicamente no mereciese la pena tal sangría de
hombres.
La flota republicana
recuperó la supremacía naval el 6 de marzo de 1938, cuando una escuadra al
mando de González Ubieta y compuesta por los cruceros Libertad y Méndez Núñez y
los destructores Sánchez Barcáiztegui, Gravina, Lepanto, Antequera y Lazaga,
con la misión de proteger a la flotilla de lanchas torpederas que debía atacar
y hundir a los buques anclados en Palma de Mallorca. Al mismo tiempo un convoy nacional, con los
cañoneros Canovas del Castillo y Canalejas, los cruceros Baleares, Canarias y
Cervera, se encuentra con los republicanos a las 0 horas y 17 minutos del día
6. El resultado es que los nacionales
pierden el Baleares.
La práctica militar hasta el
momento había demostrado que los republicanos eran capaces de sostener batallas
defensivas, pero fracasaban en campo abierto.
Todas sus ofensivas tuvieron éxito inicial, pero a la larga no pudieron
soportar el contraataque enemigo.
Franco, por su parte, siempre caía en el error de contraatacar, para no
perder ni un metro por cuestiones de prestigio, logrando su objetivo a costa de
un desgaste en hombres y material similar al del enemigo. En este período, por fin, Franco se decidió
por una guerra de movimientos más creativa.
La batalla se desencadenó al amanecer el 9 de marzo de 1938, apoyando a
Yagüe los aviones de la Legión Cóndor y 48 baterías, junto con el CTV, la
aviación legionaria y 58 batería, y al ejército de Aranda, la brigada Aérea
Hispana y 47 baterías, y al de Valiño, 12 baterías. Yagüe conquistó Belchite el día 10, cuando el
XII Cuerpo republicano abandonó sus posiciones.
Al tercer día del ataque el frente republicano había desaparecido y el
XII Cuerpo también. Rojo pensó que esta
ofensiva no era la definitiva, y que la definitiva se produciría sobre Madrid,
pero se equivocó, y por eso no envió todas las tropas necesarias, y dejó a
Franco en libertad para llegar al Mediterráneo.
El 11 de marzo Hitler invade
Austria, provocando en Francia la caída de Chautemps y el ascenso de León Blum,
que inmediatamente se plantea la conveniencia de intervenir en España. Al final Blum decidió no intervenir, pero abrió
las fronteras el 27 de marzo y permitió el libre tráfico de armas y ayuda para
los republicanos, llegando material checo y soviético. Mientras tanto Dávila ocupó Caspe con los
marroquíes y Ejulbe y Alcorisa con los gallegos, traspasó fácilmente la línea
defensiva del Cinca y también el Ebro.
Los sucesivos desastres del norte y sur del Ebro produjeron un
hundimiento tal de la retaguardia republicana que todo hacía presagiar un
rápido fin de la guerra. La idea de
Perea era defender la línea del Segre-Noguera Pallaresa y conservar a todo
trance Lérida y Tremp, pero ambas caerían inmediatamente después de que Perea
tomase el mando. Se formó un nuevo gobierno presidido por Negrin ante las
presiones comunistas, que después de los últimos fracasos creían que Prieto
quería pactar, y ellos querían resistir hasta el final, provocando la salida de
Prieto del gobierno y Negrin asumió también la cartera de Guerra. Negrin eliminó la prohibición de que los
antiguos líderes populares sobrepasaran el grado de comandante o mayor. En consecuencia, el 11 de mayo ascendieron a
teniente coronel Modesto, El Campesino, Tagueña, López Iglesias y Sánchez
Rodríguez. El azañista Hernández Sarabia
seguía ocupando la jefatura del Grupo de Ejércitos republicanos, mientras el
TT. Col. Perea, militar profesional de antiguas simpatías cenetistas, seguía
como jefe del Ejército del Este, desgastado desde su ofensiva sobre Balaguer y
Tremp en mayo del 38. A las dos y media
de la tarde del Viernes Santo, el 15 de abril de 1938, tropas de la Primera
División de Navarra y de la 4 división de Navarra, alcanzaron el mar por
Vinaroz. La batalla de Aragón había
concluido, confirmando la superioridad material y técnica de Franco, el empeño
de este por avanzar en una franja estrecha lo que favoreció la defensa
republicana. Para los republicanos el
desastre había sido total, y no resultó concluyente porque Franco, como había
supuesto Rojo, dio prioridad incomprensible a Sagunto y Valencia sobre
Tarragona y Barcelona.
Las batallas en el frente de
Teruel y la marcha de las tropas de Franco hacia el mar fueron los hechos
militares más relevantes en la primera mitad de 1938. El 8 de marzo quedó preparada una ofensiva
general de Franco en Aragón, al sur del Ebro, seguida de otra el 22 de marzo al
Norte del Ebro, cuando las tropas de Yagüe pasaron el Ebro por Quinto,
derrumbándose el frente republicano al perder Fraga el 26 de Marzo y los
franquistas entran en territorio catalán el 27 por la localidad de
Masalcorreig, mientras El Campesino ya preparaba la defensa de Lérida. El 3 de abril El Campesino abandonó Lérida.
Cuando Cataluña estaba a punto de caer, Franco prefirió dirigirse hacia
Valencia
Se empezó a preparar la
batalla del Ebro, con un ejército fuertemente disciplinado e ideologizado. A las 0,15 horas del 25 de Julio se inició la
batalla del Ebro, después de que los republicanos detuviesen el avance
franquista hacia Valencia en las fortificaciones de Viver, y de que finalizase
la concentración de tropas republicanas entre el 22-23 de Julio. La vanguardia de la operación se confió a los
Cuerpos XV de Tagüeña y V de Líster. El
Campesino fue relevado del mando de la 46 división, a causa de sus
enfrentamientos con Líster y Modesto, en plena batalla ya el día 25, cuando las
tropas cruzaron el río en barcas, pontones y puentes de madera construidos
apresuradamente. Las sierras de Caballs,
Pandols y Fatarella cayeron en poder de los republicanos, y cerca de Mequinenza
se formó otra bolsa republicana importante, el paso del río estaba asegurado y
ocupaban los pueblos de Ribarroja, Flix, Ascó, Corbera, Bensanet, Miravet y
Pinell. Franco decidió volcar en la zona
de Gandesa los refuerzos a las ordenes de Barrón y sus legionarios, al tiempo
que Alonso Vega recibía órdenes para trasladarse a la batalla. El talón de Aquiles de la ofensiva era el
cauce del Ebro: combatir con un río
caudaloso a la espalda, cuando el enemigo tiene superioridad aérea, es casi un
suicidio, pero Rojo pareció subvalorar la aviación enemiga y no organizó su
cobertura aérea. Todo el éxito inicial
republicano se fraguó en la sorpresa, sin apenas camiones, carros ni
artillería. El fracaso posterior se
fraguo en la batalla de los puentes, en la imposibilidad republicana para
construirlos y mantenerlos, para pasar el material y ayuda necesaria, ante el
ataque de la aviación enemiga y su control sobre el cauce del río al dominar
los pantanos río arriba. De tantas
dificultades resultó que los días 26 y 27 la infantería de ambos bandos quedaba
equilibrada, pero la inferioridad artillera de los republicanos era
manifiesta., a pesar de que el 30 entró en funcionamiento el recién construido
puente de hierro de Flix, pero pronto fue dañado por la aviación, igual que el
de madera de Ginestar. Ante la
imposibilidad de pasar el Ebro con todos los efectivos, y en espera de los
acontecimientos internacionales, Rojo decidió defender las posiciones
logradas. Franco decidió lo mismo,
cuando podía haber renunciado al Ebro y desbordar a los republicanos por Lérida
y llegar a Barcelona. Líster ocupó y
mantuvo la sierra de Pandols, hasta que el 9 de agosto Franco eligió Pandols
para su contraataque después de haber reducido la bolsa de Mequinenza. Todo se redujo a una batalla de desgaste, la
más grande de la guerra, con una superioridad material franquista, que terminó
con la retirada republicana al otro lado del Ebro.
Negrín viajó a Zurich en
agosto, so pretexto de un Congreso de medicina, pero con la intención de
entablar contactos políticos aprovechando la crisis internacional de agosto
después de la ocupación de Austria y Checoslovaquia por Hitler. Sus contactos no cuajaron, y los nacionales
lograron en octubre la completa superioridad aérea, al tiempo que 6.000
internacionales se retiraban de España, reemplazados en el Ebro por desertores,
ex prisiones y reclutas imberbes. El 23
de octubre Franco decide asaltar la sierra de Caballs, defendida por la 43
división republicana, con el bombardeo de más de 500 piezas de artillería, 100
bombarderos. Finalmente, Tagüeña ordeno
el repliegue y el 16 de noviembre de 1938 las últimas tropas republicanas
repasaron el Ebro, poniendo fin la mayor batalla de la guerra civil.
El Ejército del Este (Perea)
no había intervenido en el Ebro, conservaba su potencial y estaba desplegado en
un terreno montañoso, favorable para la defensiva. En cambio, el Ejército del Ebro (Modesto) no
se había repuesto del terrible desgaste de la batalla. Franco desencadenó la ofensiva sobre Cataluña
el 23 de diciembre. El CTV, en
cumplimiento de los acuerdos sobre retirada de tropas extranjeras, también
abandonó España, cuando en otoño del 38 totalizaban 2500 muertos y 11500 bajas,
lo que deja bien a las claras la importancia de su participación, a pesar de
sus enfrentamientos con Franco. La evacuación
de 10.000 hombres del CTV era la contrapartida a la retirada de los voluntarios
internacionales de la zona republicana.
Los italianos zarparon de Cádiz el 15 de octubre rumbo a Nápoles y quedó
en España la División Littorio, formada por 12.000 hombres. Sobre la batalla de Cataluña, Rojo diría que
"La batalla de Cataluña comenzamos a perderla al suspender la operación
sobre Motril". La ofensiva de Rojo
sobre Motril fue planeada por él para descongestionar el Norte, pero Miaja le
ordenó detenerla el 11 de diciembre. El
23 de diciembre la artillería franquista rompió el fuego, mientras la división
Littorio atacó al ejército del Ebro, provocando una gran desbandada que rompió
el frente en una sola jornada. El 3 de
enero los nacionales ocuparon la Artesa del Segre el 4 de enero, el CTV consiguió
llevar a cabo la guerra de movimientos, infructuosamente intentada en otras
ocasiones, y ocupó Castelldons y cruzó el canal de Urgel. El ejército republicano del Centro intentó
otra ofensiva de distracción en Valsequillo, que no sirvió de nada. El 26 de enero de 1939, los nacionales entran
en Barcelona, después de provocar en la ciudad 4.736 muertos por bombardeos
identificados por J.M. Solé i Sabaté y por J. Villarroya i Font. En algunas zonas de Cataluña meridional
perecieron el 20% de la población, y se calcula que los soldados catalanes
muertos en la guerra superan los 25.000, 5000 muertos por bombardeos, 9000 por
la represión republicana, y 3500 la represión franquista. Cataluña también tuvo que soportar la llegada
de una riada de refugiados (700.000 en marzo del 38) que agotaron las
subsistencias en un país que antes de la guerra sólo producía la mitad del
trigo que consumía. Hubo intentos de
movilización popular para detener la ofensiva franquista del 11 de enero
(Lérida y Tarragona), pero el pueblo ya no estaba para resistir más, y el 22 de
enero, cuando Negrín celebró el último Consejo de Ministros en Barcelona y
acordó declarar el estado de guerra en todo el territorio de la República, la
población empezó a marchar. El coronel
Romero estaba encargado de defender Barcelona, pero el caos era total,
perdiéndose por imprevisión 200.000 equipos y 10.000 toneladas de víveres. Cuando las fuerzas franquistas ocuparon
Montjuich y el Tibidabo, la urbe, situada en el llano, quedó virtualmente en sus
manos. El 27 Álvarez-Arenas prohibió el
uso público de la lengua catalana. El 1
de febrero de 1939 se celebró la última sesión de las Cortes en el castillo de
Figueras. Modesto fue el último en abandonar
España
LA GRAN GUERRA. Años de sangre, ruinas y miseria.
Julio
Gil Pecharroman, Gabriel Cardona, Manuel Espadas y José U. Martínez
Carreras. Siglo XX, Historia Universal,
nº 5. Historia 16. 1983.
LA GRAN GUERRA.
Existieron causas de tipo
económico, provocadas por las políticas imperialistas, dando como resultado una
feroz competencia colonial primero y una guerra de aranceles después. Causas de orden psicológico e histórico,
también existieron. Todos consideraban
la guerra como un hecho inevitable. La
crisis marroquí de 1905-6 es un claro antecedente, así como la de 1911, lo
mismo que la crisis de los Balcanes al enfrentarse el reino serbio, que se
consideraba destinado a unificar a los eslavos meridionales en una Gran Serbia,
con el gigante austro-húngaro, opuesto a esta política que afectaba a su propia
existencia y que coincidía con una crisis general del imperio otomano y el
aumento de la presión rusa sobre la zona.
Alemania se vio obligada a
apoyar la agresiva política del canciller austriaco Aehrenthal. Italia era aparentemente fiel a la Triplice,
pero desde 1902 había iniciado un lento viraje hacia la Entente, resolviendo su
pleito colonial con Francia mediante un tratado que fue revisado en 1912 cuando
Italia hizo efectiva la ocupación de Libia con el beneplácito de Francia. El irredentismo antiaustriaco era algo muy
extendido en Italia y colaboró a fraguar el pacto secreto italo-ruso que
garantizaba el statu quo de la zona y alejaba a Italia de la órbita
austro-alemana desde 1909.
Tras el atentado de Gavrilo
Princip, Austria acuso a Serbia de haber guiado la mano del asesino, y aunque
estas acusaciones parecen falsas, el caso es que el gobierno de Belgrado no
podía negar sus anteriores conexiones con el terrorismo eslavo.
En cuanto a las fuerzas está
claro que los imperios ultramarinos de la Entente estarían en condiciones de
aportar una enorme masa de combatientes y un caudal de suministros
prácticamente inagotable, lo que desequilibraría la balanza. Los aliados contaban con 230 aviones por a 74
alemanes, pero sólo 308 piezas de artillería francesa contra 2000
alemanes. La holandesa Mata-Hari parece
que fue una peligrosa doble agente para unos y una insignificante marioneta de
los servicios secretos para otros, pero fue ajusticiada en Francia por
espionaje, valiéndose de su belleza y su profesión de bailarina para ello.
La guerra de movimientos
fracaso porque los franceses fracasaron en su ataque en Lorena, Alsacia y las
Ardenas, y los alemanes fracasaron también.
Los alemanes avanzaron rápidamente a través de Bélgica con el I Ejército
de von Kluck, el II de von Bulow, el III de von Hausen y el VI del duque de
Wurtemberg. Las tropas británicas de
French y las francesas de Lanrezac fueron arrolladas entre Mons y Charleroi,
pero von Kluck se introdujo peligrosamente en las líneas enemigas, puesto que a
su izquierda von Bulow estaba muy retrasado.
Joffre lanzo los ataques franceses por las alas y detuvo el avance
alemán a partir del día 7, cuando von Kluck tuvo que repasar apresuradamente el
río Marne. El día 10, Moltke, que había
cometido el error de enviar varias divisiones al frente ruso, se dio por
vencido y ordenó el repliegue general sobre el Aisne. En el frente oriental el VIII ejército del
general Prittwitz fue derrotado en Gumbinnen por el ruso Rennenkamps, lo que
obligó a Moltke a trasladar rápidamente
tropas del frente francés, facilitando así la victoria de Joffre en el
Marne. Hindenburg atacó el 26 y 31 de
agosto, obteniendo la victoria de Tanenberg y los lagos Masurianos ante
Rennenkampf, pero las divisiones austro-húngaras fueron derrotadas en Lemberg y
Rava Russka.
Fuera de Europa Togo cayó en
poder aliado, pero África del sudoeste y Camerún resistieron hasta el verano de
1915 y enero de 1916, y el África Oriental no fue dominada hasta la terminación
de la guerra. Japón declaró la guerra el
23 de agosto y atacó las pequeñas guarniciones germanas en el Pacífico, y el
915 presentó a Pekín las llamadas 21 demandas, que eran un ultimátum formal,
siendo aceptado por Yuan Che-Kai. Cuando
los barcos alemanes Goeben y Breslau se refugiaron en Estambul, los turcos
optaron por entrar en la guerra a favor de Alemania, que declaró la guerra el 2
de noviembre a Inglaterra y el 5 a Francia.
Durante 1915 entramos en la
guerra de posiciones o en lo que Marc Ferro llama la estrategia del punto
débil. Los franco-británicos buscaron
mediante un desembarco en la región turca de los Dardanelos la reapertura de
los suministros a Rusia, mientras que otro desembarco británico en el sur de
Mesopotamia pretendía aliviar a las tropas del zar en el frente del Cáucaso,
pero fue un rotundo fracaso. En Francia,
durante todo el año 1915 y hasta los inicios de la batalla de Verdún en febrero
de 1916, las iniciativas fueron de los franco-británicos, ya que Falkenhayn
prefirió mantenerse a la defensiva y dedicar sus esfuerzos al frente ruso. En 1915 los aliados atacaron el Champaña y
Artois entre 20-XII y 30-I de 1915, repitiéndose el 16 de febrero y el 17 de
marzo, y en mayo en Artois. En esta
ofensiva los franceses perdieron 102.000 hombres. En Septiembre Joffre repitió estos ataques en
Champaña y Artois, con resultados parecidos.
En diciembre de 1915 se reúnen los aliados en la conferencia de
Chantilly, decidiendo un compás de espera, ya que los rusos manifestaron que no
podrían volver a atacar hasta el verano de 1916.En el frente oriental
Hindemburg en 1915 tomó Varsovia y la mayor parte de Polonia rusa, y el 8 de
agosto cruzaron el Niemen, se extendieron por Lituania, Kovno, Vilna y otras
ciudades, y los rusos habían perdido 2000000 de hombres a fines de 1915. Los griegos continuaban su enfrentamiento
entre los germanófilos del rey Constantino y los aliadófilos del primer
ministro Venizelos, los búlgaros del rey Fernando entraron en guerra el 21 de
septiembre de 1915 en favor de Alemania, mientras en Servia el viejo rey Pedro
tuvo que retirarse con su ejército y población en una penosa travesía por
Albania, mientras los franceses ocuparon Corfú para acoger a estos refugiados,
y en ese momento, cuando parecía decidida la guerra balcánica, Venizelos autorizó
el desembarco aliado en Salónica (septiembre de 1915).Los aliados intentaron
forzar los Dardanelos, defendidos por 350000 turcos, el 18 de marzo, siendo
derrotados en Canakkale, para después desembarcar un cuerpo expedicionario
franco-británico en Seddulbarch y Gapa Tepe, en la península de Gallípoli el 25
de abril, pero los turcos resistieron la embestida de los 150000 hombres de
Hamilton, provocándoles 145000 bajas cuando el 6 de enero de 1916 tuvieron que
abandonar Gallipoli. Los británicos,
también tuvieron que claudicar en Kut-el-Amarna, aunque resistieron hasta abril
de 1916.
En 1916 Falkenhayn proyectó
una ofensiva limitada a un sector vulnerable del frente francés que obligase a
Joffre a concentrar grandes efectivo.
Con ello se evitaría una nueva y peligrosa profundización aliada en el
arco que iba de la costa a Verdún. El 21
de febrero el V ejército del Kromprinz imperial inició el ataque a Verdún, el
24 de Junio en plena ofensiva rusa Falkenhayn ordenó detener la ofensiva de
Verdún, después de perder 282000 hombres por 315000 franceses, y dejando al
enemigo intacto y en posición de atacar el Somme. Los aliados lanzaron el 1 de julio a 100000
hombres contra las posiciones alemanas en el Somme, pero perdieron 200.000
hombres por 420.000 alemanes cuando la batalla terminó en octubre. Tras estas sangrías todos tardaron muchos
meses en recuperar su actividad. En
oriente, y después del ataque italiano en Isonzo y del francés en el Somme, los
rusos al mando de Brusilov cumplieron sus compromisos atacando en un frente de
150 km con centro en Luck (Polonia). La
ofensiva Brusilov fue detenida pero consiguió resultados importantes: Detuvo ofensiva alemana en Verdún, en Trentino y Macedonia, alivió presión germana
en el norte de su propio frente y decidió la entrada de Rumania en guerra al
lado de la Entente., aunque el general August von Mackensen con la ayuda
búlgara y turca arraso a los rumanos y entró en Bucarest el 29 de
noviembre. Las tropas otomanas situadas
en el Sinaí desencadenaron un ataque sobre el canal de Suez en el verano de
1916, y su fracaso permitió la contraofensiva inglesa, llegando estos a
Palestina. El 16 de mayo de 1916 se
firmo el acuerdo de Sykes-Picot, delimitando las esferas de influencia
franco-británicas en el Próximo Oriente, con vistas al final de la
contienda. Siria, Cilicia y la zona
norte de Mesopotamia quedarían como ámbito francés, mientras Palestina,
Transjordania y el petróleo de Irak serían el botín británico, mientras que a
los rusos se les reservaba la Tracia oriental, los Dardanelos y la Armenia
turca. La declaración Balfour en
noviembre de 1917 ofrecía a las organizaciones sionistas parte de Palestina
para crear un hogar nacional hebreo.
Aparece la llamada economía
de guerra, la planificación económica, desarrollada inicialmente por Walter
Rhatenau en Alemania, quien creó en 1914 el Departamento de materias primas de
guerra, mientras en G.B. se creo la British Control Boards. El problema de la mano de obra obligo a la
importación de obreros de las colonias, y en Alemania la ley de Servicio
Nacional de Diciembre de 1916 movilizó a todos los varones no aptos para la
guerra, adolescentes y jubilados, para determinados trabajos de interés
nacional, y se favoreció la inmigración de mano de obra desde los países
vecinos y ocupados, se incorporó a las mujeres al trabajo. La libertad de comercio se vio entorpecida
por la escasez de subsistencias y los efectos del mutuo bloqueo. El Alied Maritime Transport Council
distribuía los tonelajes del total de las flotas aliadas según las necesidades
inmediatas de cada país. Finalmente, la
totalidad de los contendientes tuvieron que contraer enormes deudas para hacer
frente a sus crecientes gastos, acarreando una grave inflación.
La flota del Pacífico, del
almirante Maximilian von Spee, fue interceptada por el británico Cradock cerca
de la localidad chilena de Coronel, sufriendo los ingleses una dura derrota,
pero el 12 de diciembre de 1914 Spee fue derrotado frente a las Malvinas,
perdiendo todos sus barcos menos el Dresden.
En aguas europeas sólo se libraron dos combates navales: El 28 de agosto de 1914 frente a Heligoland,
perdiendo los alemanes 3 cruceros, y ordenando resguardar la flota, y el 31 de
mayo de 1916 la batalla de Jutlandia, con pérdidas enormes en ambos bandos.
El movimiento obrero y la
guerra. Las minorías parlamentarias
socialistas votaron los créditos de guerra y se adhirieron a las uniones
sagradas, y algunos formaron parte de los Gabinetes de guerra, como el belga
Vandervelde o el francés Guesde. En Rusia,
los bolcheviques y mencheviques condenaron en el Parlamento y en la calle la
entrada de Rusia en la guerra. El
francés Jaures fue asesinado por oponerse a la guerra. En Septiembre de 1915 y a iniciativa del
socialista suizo Robert Grimm, se convocó una nueva conferencia en Simerwald
(Suiza), redactando un Manifiesto que decía "Por encima de las fronteras,
por encima de los campos y de las ciudades devastadas, !Proletarios de todos
los países, uníos¡. De Zimmerwald salió
un propósito decidido de acabar con la guerra, pero también una izquierda
internacionalista cohesionada (la Unión de Zimmerwald), con la participación de
Lenin, Zinoviev, Luxemburgo, Radek, Zetkin, Grimm, etc., formando el germen del
movimiento comunista de la posguerra.
Una segunda conferencia, en Kienthal en abril de 1916, confirmó lo
acordado de Zimmerwald y se agudizó el dominio bolchevique y espartaquista.
Crisis internas de los
contendientes. En diciembre de 1916
Lloyd George se hizo cargo del gobierno británico, y en Francia estallaron los
motines de 1917 contra la guerra de desgaste planteada por Joffre y los
fracasos de su sucesor Nivelle (En el Chemin des Dames sacrificó a buena parte
de la juventud francesa, provocando la dimisión de Painlevé y su sustitución
por Clemenceau. En Alemania
Bethmann-Hollweg fue sustituido por Michaelis y después por Hertling,
convirtiéndose en juguetes de Hindenburg y el Alto Estado Mayor. En Bohemia el movimiento nacionalista checo
cobró nuevas fuerzas y en la primavera de 1916 Masaryk y Benes crearon en París
un Comité Nacional Checo. En Eslovenia,
Bosnia y Dalmacia funcionaba desde 1915 un Comité Nacional Sudeslavo, en favor
unión con Servia. En Austria fue
asesinado Adler en octubre de 1916 y en noviembre fallece el emperador
Francisco José, sucediéndole su nieto Carlos I.
USA entró en la guerra en
defensa libertad navegación, después del hundimiento de los transatlánticos
Lusitania y Sussex. La guerra submarina
se detuvo, pero los alemanes la reiniciaron a finales de enero de 1917. El 9 de abril Nielle desató una ofensiva cuya
batalla fundamental tuvo lugar el 16 de abril en el Chemin des Dames. La caída de Nivelle animó al británico
Douglas Haig a lanzar su propio ataque en Passchendaele, para despejar los
puertos belgas y destruir las bases de submarinos enemigos, pero todo quedó en
un sangriento fracaso.
Los intentos de
negociación. Los 14 puntos de Wilson en
1918 proponían eliminar todas aquellas causas objetivas que habían llevado a la
guerra. Carlos de Austria y su ministro
de exteriores Czernin propuso a los franceses una paz separada con la Entente
en la primavera de 1917. También
Benedicto XV lanzó un plan general de paz en agosto de 1917.
En 1918 se reactivan los
frentes. Después de la firma de
Brest-Litovsk, Rusia perdía Finlandia, Estonia, Livonia, Lituania, Ucrania y
las provincias caucásicas. También
abandonaba Besarabia, que, declarada autónoma en principio, fue luego entregada
al gobierno títere instalado por los alemanes en Bucarest en mayo. A cambio, Rumania cedía la Dobrudja
meridional a Bulgaria. El ataque alemán
se produce en el Somme, cuando los ejércitos de Marwitz, Hutier y Below,
atacan, respaldados por un nuevo ataque de Ludendorg el 9 de abril, y por una
tercera ofensiva el 27 de mayo entre el Oise y la Champaña, pero la ofensiva se
debilitó y esta segunda batalla del Somme y segunda del Marne se saldó con una
victoria defensiva de los aliados. Foch
respondió con una contraofensiva entre el 18 de julio y el 8 de agosto,
recuperando todo el terreno perdido, y el 8 de agosto el IV ejército británico
de Rawlison rompe definitivamente el frente alemán frente a Amiens. El 3 de noviembre se rinde el ejército
austriaco de Italia en Padua. Los turcos
capitularon en la isla de Mudros el 30 de Octubre, después de que Allenby
derrotase a Mustafá Kemal en Siria y tomase Damasco el 1 de octubre y Alepo el
25. Bulgaria se rindió poco después , y
los servios recuperaron Belgrado el 1 de noviembre. El 13 de noviembre Austria se rendía y Carlos
I abdicaba, forzando al Kaiser a buscar la vía negociadora, designando a Max de
Baden como Canciller, que buscó la colaboración de los socialistas más
moderados. El 3 de noviembre estalló el
motín en la base de Kiel, apareciendo Consejos de obreros y soldados, y el día
9 Max de Baden cedió su puesto al socialdemócrata Ebert, provocando la
abdicación de Guillermo II, que huyó a Holanda, y dos días después Matthias
Erzberger firmaba la capitulación de Rethondes.
Los horrores de la guerra. La noción de planificación económica no surgió
hasta 1917. El bloqueo y la guerra
submarina redujeron, total o parcialmente, el comercio marítimo y debió optarse
por la autarquía. Cuando la Escuadra
británica inició el bloqueo. En Alemania
el gobierno fijó la composición del pan K, con trigo y fécula de patata, el 12
de enero de 1915 todas las reservas de trigo fueron requisadas, y Alemania fue
el único país que planificó seriamente el consumo, a pesar de que unas 720.000
personas murieron de hambre. Desde
1914-17 la producción descendió en Alemania entre el 50-70%, y en Francia entre
el 30-50%. En Austria el régimen
burocrático del conde Stürgkh fue incapaz de abastecer Austria-Hungría. Su única preocupación era mantener las
necesidades de la guerra. El descontento
popular halló su expresión en el asesinato de Stügkh, por el socialista
austriaco Friedrich Adler. En el verano
de 1918, el trigo rumano y ucraniano impidió que las Potencias Centrales se
rindieran por hambre. Desde 1917 se
sucedieron las grandes manifestaciones pacifistas y la represión consiguiente
que produjo 1000 detenidos el 1 de mayo de aquel año en Italia. En Francia sólo había 17.731 mujeres
empleadas en fábricas metalúrgicas antes de la guerra, y en 1917 había 300.000
y en 1918 425.000. En Alemania antes de
la guerra había 1405621 en 1914 y 2139910 en 1918.
Los países neutrales. Hugo Grocio en el s. XVII y otros autores en
el siglo XVIII, fijaron la imparcialidad
como uno de los elementos básicos de la actitud neutralista, afirmando la
necesidad de que los beligerantes respetasen los territorios neutrales. Pero el derecho a la neutralidad no quedaría
bien definido hasta los convenios de La Haya en 1899 y después en 1907. Los neutrales aumentaron su actividad
económica, como sucedió con los puertos holandeses de Amsterdam y Rotterdam y
el crecimiento de la flota mercante holandesa, para abastecer a Alemania. El Kaiser se refugió en Holanda al final de
la guerra, como ejemplo de las veleidades pro germanas de la neutral
Holanda. Suiza se mantuvo como una isla
interesada en el centro del conflicto.
Italia, que más que una amistad tradicional con G.B. tenía una
dependencia tradicional del imperio británico, se decidió por la intervención
en favor de los aliados después de la propaganda irredentista sobre Trento y
Trieste. Católicos y socialistas
italianos coincidían en la defensa de la neutralidad, pero los grupos
industriales-bancarios defendieron el intervencionismo, igual que muchos
republicanos al ver en la guerra el último acto del proceso histórico del
Risorgimento con una cuarta guerra de independencia, y hombres como D' Annunzio
insistían en que la guerra no debía hacerse sólo por Trento y Trieste, sino
porque era la prueba que necesitaba Italia, el baño de sangre que lavase y
purificase todas las ligerezas, fallos y debilidades. Aldo Garosi dice que ganaron los
intervencionista porque la cohesión de las masas neutralistas no era tan fuerte
como la de sus adversarios. En Grecia
las diferencias venían dadas entre aliadófilos y germanófilos, o entre los
partidarios del presidente Venizelos y los del rey Constantino y el General
Metaxas, venciendo los primeros a pesar de que inicialmente Venizelos fue
depuesto como presidente del gobierno.
En España el proceso
neutralista fue largo. En 1887 España se
acercó a la Triplice con el Ministro de Estado Moret, con una decisión ocultada
a la prensa y a la opinión pública, incluyendo el Parlamento, hasta que se
conoció este acercamiento en junio de 1904.
El gobierno de Canovas, en 1895, no quiso renovar el pacto con Italia, y
desde ese momento la cuestión de Marruecos condicionará nuestra política
exterior. Azaña hablará de una
neutralidad forzosa, impuesta por nuestra propia indefensión. Hay que considerar que el ejército tenía
140.000 hombres en armas, pero 76.000 estaban en Marruecos, la marina estaba
destrozada desde el 98, hasta que en 1908 se ordena la construcción de 3
acorazados, en 1915 6 torpederos y 28 submarinos, había un exceso, según Luque,
de 1858 jefes, y un déficit de 678 suboficiales. Todo esto habla a las claras de la debilidad
militar española. La neutralidad
favoreció nuestra economía: la
producción textil catalana se evaluaba en algo más de 50 millones de Pts. en
1913, y en 1917 en más de 130 millones, con más de 400 empresas, la producción
de carbón asturiano se duplicó, la industria química y farmacéutica se
desarrollo mucho en Cataluña, y la
siderurgia vasca y cántabra se desarrollo también mucho. Periodísticamente, se mostró germanófilo El
Correo Español, el ABC, La Tribuna, El Debate o El Universo, y entre los aliadófilos destacan
La Correspondencia de España, El Liberal, El País, España Nueva y El Diario
Universal, resultando neutrales La Época y El Imparcial. En una visión simplista, puede decirse que la
derecha era germanófila y la izquierda aliadófila.
Las nuevas armas. Ya en los primeros
encuentros, el carrusel de 1914 se convirtió en una confusión de carne,
metralla, gemidos y relinchos. La
caballería fue destrozada y jamás volvió a combatir sola. La infantería, cuyos oficiales se dejaban
matar de pie, con el sable desenvainado, debió echarse al suelo, arrastrarse
sobre el barro, hundirse en las trincheras para sobrevivir. Se utilizaron fusiles de repetición de 8 ó 9
mm con balas de alta velocidad y trayectoria muy tensa, el cañón francés del 75
montado sobre cureña elástica, y la
pistola automática máuser de 1898. La
ametralladora fue la gran revelación:
Mauser, Walther, Bergmann, Scheisser, Becker, Fomme, Berthier,
Mondragón, Maxim, Vickers. Las
trincheras y las alambradas de espino, la artillería alemana fue superior a
cualquier otra con cañones de grandes calibres (105-150 mm) para divisiones y
cuerpos de ejército y grandes obuses de 210-420 mm para ataques estáticos. Apareció el Gran Berta, que era un obús Skoda
de 424 mm y 142 toneladas y disparaba granadas de 240 kilos, bombardeado París
desde 150 KM.