Laura y su madre se trasladan a una clínica de rehabilitación en medio de los bosques de Brandeburgo, cerca del pueblo de Wandlizten, en Alemania. La joven ha sido operada varias veces del corazón y ese lugar parece el sitio perfecto para recuperarse de esta última. Allí conocerá a Jan, un joven hispano-alemán (como ella) con el que descubrirá los secretos que esconde su nuevo hogar en las próximas semanas. Y es que resulta que hace años allí vivía la cúpula política de la RDA.
Jan no está allí por casualidad. No ha decidido hacer el Praktikum del instituto en ese lugar por el paisaje que rodea la clínica. Jan cree que allí encontrará las respuestas sobre el pasado de su familia, a la vez que intentará descubrir qué motivó a hacer a un tal Paul Eßling lo que hizo hace décadas.
La edad de la anestesia es la novela ganadora del XIV Premio Alandar de Narrativa Juvenil concedido por la editorial Edelvives. En ella, la autora nos cuenta una historia curiosa, que mezcla la ficción con la realidad y que te hace replantearte qué ocurre con esas historias que se cuentan a medias, de las que solo se conoce la mitad.
La prosa es una maravilla. La descripción de los sentimientos de la protagonista y de los descubrimientos que hace junto al joven te transporta a un mundo parado en el tiempo que rebosa de historia en cada casa, en cada árbol que rodea el lugar. Porque ese escenario alemán existe, acogió a los antes mencionados y actualmente es una clínica de rehabilitación.
En el libro no solo conoceremos la historia de Laura y Jan, sino también la del misterioso Paul Eßling. Para ello, la autora juega con los tiempos. El presente de Laura y Jan está narrado en pasado y el pasado de Paul Eßling está en presente. Una narración que hace la lectura amena y que quieras seguir leyendo para descubrir qué pasará con cada uno de los personajes. Una novela tierna y misteriosa con un final que te sorprenderá.
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